El Tribunal Constitucional (TC) rechazó el jueves de la semana pasada el recurso de amparo que presentó Jordi Turull contra la sentencia del Tribunal Supremo sobre el 1-O. Lo hizo por mayoría, no por unanimidad, ya que había dos votos particulares. La sentencia tiene como ponente al magistrado Pedro González-Trevijano y los votos particulares son de los magistrados Juan Antonio Xiol y María Luis Balaguer.
Según asegura El País, los dos votos discrepantes consideran "desproporcionada" la pena que se impuso a Jordi Turull y sostienen que la sedición aparece descrita con especial vaguedad y que las penas son "excesivamente altas". Estos dos argumentos de los magistrados son algunos de los que maneja el Gobierno para su reforma del delito de sedición.
Estos dos votos discrepantes, explica el citado medio, se tendrán que leer con interés por parte del Tribunal Supremo, la sentencia del cual es la que está siendo examinada y la que se recorrerá ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), y por parte del Gobierno, que mantiene su idea de modernizar el Código Penal.
Otras discrepancias
Xiol y Balaguer ya habían discrepado en otras decisiones jurídicas sobre el procés, como por ejemplo la que avalaba la denegación del permiso a Oriol Junqueras para que fuera al Parlament después de ser escogido diputado en las elecciones de 2017.
Los dos magistrados creían que se habían vulnerado los derechos de participación política del dirigente de ERC ya que, en aquellos momentos, sólo estaba en prisión preventiva y lo amparaba el derecho a la presunción de inocencia.
Todavía no se ha publicado la sentencia completa sobre el conseller Turull, cuando se haga se podrán conocer mejor los argumentos de Xiol y Balaguer para discrepar del resto de magistrados. Cuando menos, lo que sí que se sabe, es que durante el pleno del tribunal los dos magistrados indicaron que "no se habían individualizado las penas de los condenados".
Jordi Turull, por su parte, celebra que a partir de ahora se pueda defender ante un organismo "serio" que no se mueve "ideológicamente ni en términos de venganza". Según Turull, el hecho de que el Constitucional no haya tomado la decisión por unanimidad les puede echar una mano en Europa. "Ahora podemos empezar a defendernos, aunque sea desde dentro de la prisión", ha añadido Turull.
El exconseller condenado por el 1-O considera que las discrepancias dentro del TC son buenas porque el Tribunal Europeo de Derechos Humanos verá que no hay unanimidad y que la cosa no está clara dentro del mismo Constitucional. "Eso pone de relieve que no está tan claro", ha subrayado en referencia a los dos votos particulares.