Govern dimisión ha sido uno de los gritos recurrentes que este sábado se ha escuchado entre una parte importante del público que ha acudido a Barcelona a la concentración unitaria por los cinco años del 1 de Octubre, convocada por el Consell per la República. En medio de la enésima batalla entre ERC y Junts en el Govern, el público no ha escondido los reproches a los representantes independentista en general y al ejecutivo en particular con un clamor que se ha entonado con persistencia. Cinco años después del referéndum, el independentismo ha protagonizado este sábado una exhibición de profunda ruptura interna y desconexión con la militancia. El acto, que se ha celebrado en el Paseo Lluís Companys, ante uno de los colegios que sufrieron las cargas policiales del referéndum, ha concentrado a 60.000 personas según los organizadores y 11.000, según la Guardia Urbana.
Los gritos y silbidos han empezado tan pronto como se ha citado en los primeros minutos desde el escenario el nombre de la secretaria general de ERC, Marta Rovira; y se han ensañado sin piedad con la voz afónica de la presidenta del Parlament Carme Forcadell. A partir de aquí, las protestas se han mantenido de manera transversal a lo largo de todas las intervenciones con más o menos intensidad en función del invitado de turno. ¿Incluso cuando el actor Sergi Mateu ha anunciado que Gemma Hummet se disponía a interpretar Què volen aquesta gent? (¿Qué quieren esta gente?), se ha escuchado a modo de respuesta un Govern dimisión surgiendo del público.
Apoyo a Puigdemont
El silencio únicamente se ha hecho al final, cuando ha llegado el turno Carles Puigdemont, presidente del Consell per la República, el anfitrión de la convocatoria. Ha sido el único también que ha concitado un aplauso unánime y el habitual grito de Puigdemont presidente. Durante la intervención no ha evitado el conflicto interno entre ERC y Junts. Ha reivindicado que los votos independentistas que hoy permiten gobernar las instituciones provienen del "desbordamiento" que representó el 1 de Octubre, por lo cual ha reclamado que se pongan al servicio de aquello que decidió al referéndum. No sólo eso, ha advertido que "si alguien se despista" y se queda los votos pero no responde a este mandato, será el Consell per la República el que se pondrá al frente.
No estaba el president, Pere Aragonès, ni el presidente de ERC, Oriol Junqueras, pero sí los consellers republicanos Josep González Cambray y Tània Vergés, así como la portavoz del partido, Laura Vilalta. También, la presidenta del Junts, Laura Borràs, y el secretario general, Jordi Turull, con los todos consellers de Junts, y el hasta ahora vicepresidente, Jordi Puigneró. La CUP, que ha contado encima del escenario con la intervención del alcalde de Sabadell, ha sido representada, entre otros, por Carles Riera i Eulàlia Reguant. Las delegaciones de cada partido han mantenido las distancias, evitando de manera evidente el contacto las unas con las otras.
El acto se ha celebrado en plena crisis entre ERC y Junts por la continuidad del Govern, después de que el martes el partido de Borràs y Turull puso encima de la mesa una cuestión de confianza a Aragonès y este replicó fulminando a Puigneró en el Govern. Los dos socios tienen hasta el lunes para intentar reconducir la situación, antes de que Junts convoque la consulta a los militantes sobre la continuidad al Govern.
Llamamientos a la unidad
Los llamamientos a la unidad han estado presentes en las intervenciones -aunque no han conseguido parar las protestas. "No nos dejemos ganar el relato. ¡Dejemos de pelearnos!", ha reclamado Forcadell mientras mantenía el tipo ante el chubasco que ha tenido que aguantar. El también dirigente republicano y presidente del AMI, Jordi Gaseni, ha hecho un llamamiento en el mismo sentido. "Esta semana el Govern de la Generalitat han tenido dificultades. Quiero pedirles que lo intenten una y otra vez", ha reclamado, con unas palabras que no han hecho más que espolear más protestas.
Como hizo durante el acto de la Diada, la presidenta de la ANC, Dolors Feliu, ha insistido con su propuesta de lista cívica y con la amenaza sobre el "si no lo hacen ellos, lo haremos nosotros".
Mientras que el presidente de Òmnium, Xavier Antich, ha levantado una nueva oleada de protestas cuando ha asegurado: "Es urgente volver a sentarnos para volver a hablar". Los silbidos se han disparado antes de que pudiera acabar la frase: "Para poder decidir juntos cómo avanzamos hacia la independencia". "Tenemos que reencontrar muchas cosas. Respetos, confianza y sinceridad. No hay alternativa a ponernos de acuerdo. Hace falta devolver la unidad estratégica del movimiento independentista", ha asegurado mientras los gritos y los Govern dimisión continuaban entre el público y un hombre desde las primeras filas aguantaba un cartel con el lema "Catalunya necesita líderes".