Que entre los dos socios del Govern catalán hay tensiones y desconfianzas mutuas no es ningún secreto. Sólo hay que recordar que justo antes del inicio de la crisis del coronavirus el presidente Quim Torra había dado la legislatura por acabada anunciando una convocatoria electoral para después de los presupuestos. El estallido de la pandemia obligó entonces a parar el temporizador, pero dos meses después y ya en fase de desescalada, los republicanos consideran que hay que reactivar el reloj.
Aunque durante los momentos más críticos de la pandemia se ha intentado contener, como se ha podido, que las tensiones dentro del ejecutivo no fueran muy visibles de cara afuera, el inicio de la 'nueva normalidad' ha vuelto a hacer aflorar las tensiones permanentes entre los dos grupos. Además, después de que Galicia y los País Vasco preparen reactivar, a pesar de todo, el calendario electoral después del aplazamiento de abril, la presión se ha trasladado de rebote a Catalunya.
El primero en verbalizarlo la semana pasada fue el presidente de ERC, Oriol Junqueras, que pidió que fueran antes de que el Tribunal Supremo active el mecanismo a través de la inhabilitación firme de Torra y que se pacte la fecha entre los dos socios. La petición no gustó a JxCat, que ya tachó de "indecente", "frívolo" e "irresponsable" hablar de elecciones cuando todavía se está gestionando la pandemia y cerró la puerta a hacerlo ahora.
Los republicanos coinciden con JxCat que la prioridad es "superar esta crisis sanitaria y económica", pero creen que en "paralelo" se tiene que poder consensuar como "se plantea el escenario electoral a Catalunya". ERC, además, no ha sido el único partido en recordar el escenario electoral. También lo han hecho últimamente el PSC y los Comuns, que consideran que no la fecha no puede ser más allá del otoño de 2020.
Tensión por la investigación en las residencias
Las elecciones, sin embargo, no son el único foco de malestar abierto entre los dos socios actualmente. El hecho de que en las últimas horas JxCat haya anunciado que votará a favor de la comisión de investigación sobre las residencias de abuelos –gestionadas al inicio de la crisis por la cconselleria de Trabajo y ahora por la de Salud, las dos en manos de ERC–, ha revuelto todavía más a los republicanos. Torra ha sido crítico desde el principio con la gestión de las residencias durante la pandemia, llegando a decir que no se había hecho "bien", hecho que se interpretó por ERC y por el conseller Chakir el Homrani como uno desautorización.
El anuncio este mediodía del portavoz de JxCat, Eduard Pujol, que votarían a favor de la creación de la comisión de investigación ha sido recibido por los republicanos como la enésima deslealtad.
Fuentes republicanas aseguran que "evidentemente" quieren hablar sobre el tema, pero lamentan que el anuncio llegue cuando "se estaban trabajando enmiendas al plan de trabajo de la comisión para abrir el foco". Además de analizar la gestión puntual de esta crisis, los republicanos quieren ampliar el campo y abordar también el debate sobre el "nuevo modelo de residencias", que consideran que tiene que contar con un "refuerzo del sistema público".
La creación de una comisión de investigación sobre la gestión del Govern de las residencias de personas mayores durante la pandemia se votará en el pleno de la semana que viene, 21 de mayo, según acordó el martes la Junta de Portavoces. La petición, impulsada por la CUP, se registró firmada por todos los grupos y subgrupos de la cámara, a excepción de JxCat y ERC.