La denuncia de la vicepresidenta de Junts y secretaría segunda del Parlament, Aurora Madaula, sobre acoso dentro de su partido ha provocado perplejidad y un profundo malestar a la formación. En el marco del día Internacional para la eliminación de la violencia hacia las mujeres, la diputada denunció "violencias silenciosas de los compañeros y compañeras" dentro de la política. Lo hizo visiblemente emocionada, pero sin especificar a quién se refería ni señalar hechos concretos, lo cual disparó la incomodidad entre el resto de diputados y diputadas de Junts que reclaman abordar esta cuestión en la reunión que como cada martes celebrará mañana el grupo parlamentario.

Aunque la ejecutiva de este lunes no ha abordado el tema, el malestar interno por las palabras de Madaula se hizo evidente en una reunión de la permanente del secretariado de Junts que se celebró este domingo, según ha adelantado Nació Digital y ha confirmado ElNacional.cat.

"No podemos esconder la gravedad de los hechos", advierten fuentes del grupo parlamentario, que reclaman que se aborde este tema en la reunión de este martes. Consideran que la intervención de Madaula ha sido un "ataque demasiado descarnado" y no se entendería que el grupo lo dejara pasar sin abordar el tema. El malestar llega al punto que hay voces dentro del partido que reclaman que Madaula abandone su cargo en la Mesa del Parlament. No obstante, para ser apartada de la Mesa del Parlament tendría que presentar su renuncia. De la misma manera, también el escaño es propiedad de la diputada.

Sector laurista

Madaula forma parte del entorno más próximo a la presidenta del partido, Laura Borràs, y miembros de la formación apuntan que la cargada que protagonizó el viernes en el hemiciclo podría obedecer a un movimiento interno de este sector. Esta versión se vería avalada, según estas fuentes, por el hecho de que la presidenta del partido tuiteó inmediatamente los vídeos con las acusaciones de Madaula. "No es una calentada. Estaba preparado", aseguran voces del partido que señalan que este sector habría perdido bastante después de que el secretario general, Jordi Turull, apareciera, junto en Carles Puigdemont, como artífice de los acuerdos con el PSOE para la amnistía.

Desde el grupo se responsabiliza, además, a Madaula de banalizar las agresiones contra las mujeres, después de que aseguró que también es violencia "que menosprecien tu trabajo, que no te escuchen o que modifiquen tu propuesta sin tu opinión". En el trasfondo de esta denuncia habría, según se señala desde Junts, la corrección que se hizo desde el grupo a su apoyo a una activista de una ONG andorrana.

Además, la polvareda que ha levantado la denuncia de Madaula se añade a la polémica que provocó su intervención en las denuncias de acoso contra el entonces diputado del Parlamento Eduard Pujol. Pujol tuvo que abandonar el cargo de portavoz y su escaño, además de ser expulsado del partido, por la denuncia de dos mujeres que no solo no han prosperado en el juzgado, sino que se acabaron convirtiendo en procedimientos por difamación contra ellas.