La ANC y Òmnium trabajan casi contra reloj para que la manifestación del próximo 7 de diciembre en Bruselas sea todo un éxito. Ya han presentado todos los detalles de la movilización, donde esperan a unas 15.000 personas tras el lema "¡Despierta, Europa! Ayuda a Catalunya".
Menos prudente con los números es la prensa belga. Algunos diarios, como el DH o La Libre, uguran 50.000 independentistas catalanes en la capital de Europa. "Aterrizarán", apuntan, en coche, en tren, en avión o autocar, y prevén que llegarán "de toda Europa".
Los medios explican que las entidades soberanistas han contado por ahora a 10.000 manifestantes, pero están seguros de que "realmente serán muchos más". Por esta razón las 18.000 habitaciones de hotel en la Región de Bruselas "ya están llenas" y se han organizado vuelos chárter para la ocasión.
La policía belga, añaden, ya tiene conocimiento de la manifestación. "Los organizadores emitieron una solicitud oficial el 9 de noviembre. Mientras tanto, se han hecho dos reuniones para organizar el acontecimiento. Se prevé otra reunión muy pronto, ya que todavía no conocemos el programa completo del día," ha explicado Ilse Van de Keere, portavoz de de la policía en la zona de Brusselas Capital-Ixelles.
El factor Puigdemont
La mayoría de medios belgas que se hacen eco de la movilización dicen que se organiza para "apoyar" al president Carles Puigdemont, exiliado actualmente en Bruselas. Incluso el DH, en un artículo anterior, habla directamente de una "gigantesca manifestación pro Puigdemont". Esta, añaden, coincidirá con el inicio de la campaña electoral para las elecciones del 21-D.
Hay que recordar que el president cesado se encuentra en Bélgica desde el pasado 30 de octubre, cuando llegó tres días después de la declaración de independencia en el Parlament. Desde entonces, Puigdemont se ha convertido en una de las figuras más presentes entre la prensa del país, que también ha puesto en valor la presencia en Bruselas de los consellers Lluís Puig, Clara Ponsatí, Meritxell Serret y Toni Comín.
Los tres últimos, de hecho, ya estuvieron en la previa de la gran manifestación del 7-D, el pasado 12 de noviembre, cuando unas 1.500 personas protestaron en la capital de Europa por la independencia de Catalunya y a favor de la libertad de los presos.