En la plaza Colón, el Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel que hoy se conmemora se ha celebrado exponiendo a miles de personas a una solana inclemente durante horas porque la megafonía del acto que tenía que empezar a las 12 del mediodía no funcionaba. Casi una hora ha tardado en llegar un generador mientras el enfado general no paraba de crecer.

En medio de la inacabable espera, se ha ido destilando una ira profunda y en algunos casos casi atávica contra Pedro Sánchez y su gobierno con "el de la coleta", que ha conseguido que el grito de "gobierno dimisión" fuera posiblemente el que más se ha coreado; igualmente contundente era la indisimulada furia contra el independentismo, contra los indultos y a favor del encarcelamiento de Puigdemont; pero, condensándose en el ambiente, se concentraba también un incómodo malestar con la prensa, agresivo sin tapujos en algunos casos.

"Televisión traidora, prensa traidora; estáis vendidos al globalismo y al gobierno Sànchez", reprochaba un manifestante con un megáfono. Otros no necesitaban amplificar la voz, se enfrentaban directamente con las cámaras. "Mentirosos, vendidos", ha sido en algún caso el saludo sólo por llevar un micrófono, mientras entre el público surgían espontáneos instando a los periodistas a explicar "de verdad" el gentío que había en Colón.

El manifestante enfadado que hoy se ha concentrado bajo la implacable solana de Colón estaba furioso con todo y con todos. Y la larga espera ha conseguido atizar un poco más su ira. También contra los líderes políticos de PP y Cs. Sólo los responsables de Vox se han salvado de la quema bajo el malestar.

La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que esta vez no ha perdido el avión, ha sido recibida con gritos, mientras el popular Pablo Casado ha tenido que escuchar protestas a su llegada desde la calle Génova. Por el contrario, Santiago Abascal se paseaba por el acto entre clamores de "presidente". Esta vez no ha habido foto conjunta. Los líderes políticos han hecho lo imposible para evitarse.

La manifestación de Colón ha reunido a la derecha más contundente y la ultraderecha, que ha navegado en un mar de banderas españolas, algunas preconstitucionales, que en la plaza se hacían desaparecer con diligencia; también muchas banderas con la cruz de Borgoña, dos aspas rojas con nudos cruzadas y estandartes de diferentes grupos y colectivos, especialmente visible los de La Reconquista, en medio de la plaza con el lema "Por España, honor, lealtad y compromiso".

Mascarillas con la bandera española, mascarillas de Vox, de Fuerza Nueva, grupúsculos de extrema derecha con megáfonos instando a la gente a salir a la calle, una banda de gaiteros declarándose "patriotas a mucha honra", señoras con bolsos de Gucci y banderita de plástico, dos chicos paseando con un altavoz enorme con el Viva España de Manolo Escobar a toda pastilla y el himno de España a golpe de lololó, familias esperando poder ir a hacer el vermú, una niña con las coletas atadas con lacitos con la bandera española, grupos de amigos, gritos de "¡viva España!" coreados disciplinadamente por los presentes... Un cartel reclamaba, casi imploraba: "¡Majestad, no firme!".

De buena mañana, un hombre paseaba enfundado en una cabeza de toro, la versión española de uno de los más populares asaltantes al Capitolio de Washington del enero pasado. No obstante, también ha desaparecido, quizás derretido por la canícula.

manifestacion contra indultos cabeza toro ML

Entre apelaciones de los organizadores a mantener la distancia, la gente intentaba refugiarse bajo la sombra de alguno de los enclenques árboles de la plaza Colón o de cualquier cartel, bandera o instalación, lo cual hacía inevitable las aglomeraciones. La búsqueda de la sombra era tan intensa que en un primer momento el palo de la inmensa bandera que preside este espacio ha provocado una extraña hilera en medio de la plaza. Al acabar el acto, el número de personas que han tenido que ser atendidas por el servicio de emergencias superaba de largo la treintena.

Tocaba la una del mediodía cuando finalmente ha llegado el generador y el acto se ha podido poner en marcha. Las banderas, los carteles, las mascarillas y los megáfonos, todo se ha concentrado en el escenario montado por la plataforma Unión 78, liderada por Rosa Díez y la temperatura todavía ha subido un poco más.

 

En la imagen principal, una de los manifestantes enfundado en una cabeza de toro / Marta Lasalas