Una semana después de la gran manifestación unitaria del independentismo que arrasó las calles de Barcelona por la Diada, el españolismo quiere intentar replicar este domingo la experiencia. Replicar quizás es demasiado optimista para una protesta que quedará, seguro, muy lejos de las 700.000 personas que cifró la Assemblea Nacional Catalana. El objetivo más realista es el de la protesta que en diciembre del año pasado reunió, cerca del Arc de Triomf, a 35.000 personas según la Guardia Urbana que reclamaban el blindaje del catalán en la escuela frente a las ofensivas de los tribunales para acabar con la inmersión lingüística, solo unas semanas después de que el Tribunal Supremo obligas los centros a impartir un 25% de clases en castellano.
La manifestación de este domingo tiene el propósito opuesto. Bajo el lema 'Español, lengua vehicular', la entidad Escuela de Todos pretende reunir el españolismo en las calles de la ciudad para "reclamar la igualdad de los derechos lingüísticos de los alumnos catalanes que desde hace más de treinta años se ve vulnerada por prácticas políticas discriminatorias". Además, aseguran que estas se han "intensificado" últimamente después de la actuación del Govern frente a la sentencia del 25%. Y es que precisamente la entidad carga contra la ley y el decreto aprobados por el Parlament para evitar la aplicación del castellano como lengua vehicular. Es por eso que la manifestación llega poco después de un inicio de curso en el cual se ha podido constatar cómo el 25% no se ha hecho efectivo en la práctica.
"El fundamento de la exclusión del español como en lengua vehicular no es pedagógica, sino que de carácter político", critica la plataforma. "Por eso se denunciarán las tramas orquestadas entre algunas formaciones políticas para fabricar leyes y decretos ley destinados a hacer imposible el modelo de conjunción lingüística a la escuela catalana". Además, también se pone en el ojo de mira el Gobierno, a quien acusan de actuar con "connivencia" con el independentismo. "Es el momento de visibilizar el rechazo que genera que nuestros derechos lingüísticos sean moneda de intercambio político entre los gobiernos de España y de la Generalitat de Catalunya". Para intentar asegurar una movilización masiva, llevarán autocares de todo el estado hacia la capital catalana.
Aparición del padre de Canet de Mar
Curiosamente, la protesta arrancará a las doce y medio en el Arco de Triunfo (donde culminó aquella en defensa de la inmersión lingüística) y acabará ante la Estación de Francia (donde lo hizo el de la Diada la semana pasada). Más allá de los partidos y entidades que se han declarado a favor y que asistirán, la convocatoria, también ha recibido el apoyo de los políticos Juan Carlos Girauta y Cayetana Álvarez de Toledo; los escritores Félix de Azúa y Mario Vargas Llosa; el promotor de Ciudadanos y principal figura detrás de Tabarnia, Albert Boadella; el periodista Federico Jiménez Losantos; el filósofo Fernando Savater; y el economista Gonzalo Bernardos. Además, la organización espera poder contar con la participación del padre del alumno que pidió un 25% de castellano en la escuela Turó del Drac, en Canet de Mar, y que fue uno de los casos más sonados de esta sentencia. Él mismo, de hecho, ya compareció el lunes pasado ante la prensa por primera vez, después de declarar ante el juzgado.
Vox, Cs y PP intentan hacerse suya la protesta
También los partidos políticos han querido propagandizar la manifestación para sus propios intereses políticos. Ciudadanos es quien más ha puesto en práctica este ejercicio, compartiendo a diestro y siniestro mensajes a través de las redes sociales. Inés Arrimadas, Carlos Carrizosa y Nacho Martín Blanco (todos ellos asistirán a la manifestación) han publicado vídeos en Twitter para llamar a la movilización y "plantar cara a los atropellos del nacionalismo y el socialismo", una campaña propagandística que pretende salvar los lilas de la desaparición. También estará Vox, que intentará evitar la deshinchada que registra últimamente en las encuestas con la presencia de Santiago Abascal e Ignacio Garriga. El líder de los ultras ha comparecido últimamente en varios medios de la extrema derecha para intentar reivindicarse. Y con respecto al Partido Popular, también en las redes sociales ha anunciado la presencia de varios dirigentes, entre los cuales el líder en Catalunya, Alejandro Fernández, y la mano derecha de Feijóo, Cuca Gamarra, para defender "el derecho y la libertad lingüística". "Seremos tu altavoz", dicen.
Más allá de los partidos, también hay decenas de entidades que ya han confirmado su presencia. Es el caso de Sociedad Civil Catalana, la principal plataforma del mundo españolista, y también Escuela de Todos, la que ha sido protagonista en la ofensiva a favor del 25%. Una plataforma que está integrada por una quincena de entidades más pequeñas, entre las cuales hay algunos de los grupúsculos más rancios. Es el caso de S'ha Acabat!, que ha generado numerosos enfrentamientos en las universidades catalanas ante la firmeza del antifascismo; Aixeca't Levántate, que acusa el "nacionalismo excluyente" de generar violencia contra los no independentistas; y la Brigada Segadors del Maresme, que presume de "limpiar las calles de Catalunya de contaminación ideológica y medioambiental".