De los despachos a la calle. Pablo Casado ha intentado taponar la herida antes de que se transformara en hemorragia. Pero no ha servido para impedir la imagen: centenares de personas, hasta 3.500, se han reunido este domingo, delante la sede del PP, vacía y blindada, para pedir la dimisión del actual presidente del partido, del secretario general Teodoro García Egea y de su dirección. Y para hacer notar su calor a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que quieren hacer llegar hasta el Palau de La Moncloa. "No estás sola", han gritado en algún momento.

Este viernes, en plena guerra total en el PP, Pablo Casado convocó a Isabel Díaz Ayuso para una reunión en el despacho de Génova. Desde el entorno de la presidenta trasladaron que había sido "infructuosa" porque Casado le había exigido un comunicado diciendo que la formación no la había investigado. El entorno de Casado corrió a apagar el fuego: la dirección se daba por satisfecha con la información aportada sobre el contrato de las mascarillas y la comisión de su hermano Tomás. Era un intento de armisticio, que ha sido respondido por Sol con el silencio y por los ayusistas con inconformismo.

 

No han conseguido desactivar la concentración que hacía días que circulaba por las redes sociales. Media hora antes de la convocatoria, a las once y media de la mañana, la sede del PP ya estaba blindada por la policía y centenares de personas ya iban desfilando por la calle Génova. Al final han sido unos 3.500 según la delegación del Gobierno, de una edad más bien avanzada, que han llenado la gran avenida hasta a la altura de la Audiencia Nacional. Algunos de los presentes se apresuraban a aclarar que ellos "no eran del PP, sino de Ayuso". Otros no estaban acostumbrados a manifestarse. Desde julio del año pasado, que lo hicieron contra los indultos. Había muchas banderas españolas y mucha simbología en torno a la lideresa.

Los gritos más escuchados han sido "Casado dimisión", "Casado, vete ya", "Isabel, Isabel," "Ayuso sí, Casado no" u "Oa, oa, Ayuso a La Moncloa". También los ha habido más originales, como "Cayetana (Álvarez de Toledo) tenía razón", "Teodoro al inodoro" o "Sánchez tiembla, Ayuso presidenta". Los carteles han sido variados, pero el más extendido es un hipotético cartel electoral donde dice "Ayuso 2023".

Es más la imagen po su simbolismo que la cantidad de gente. A nivel orgánico, Ayuso ya ha ganado el primer asalto. Los barones territoriales ya presionan para que Casado convoque a la Junta Directiva Nacional y ponga en marcha un congreso extraordinario para escoger a un nuevo líder. El botón nuclear lo tiene el actual presidente. Pero de todos modos el congreso ordinario se tiene que celebrar este mes de julio.