Miles de catalanes ya han puesto este martes rumbo hacia Bruselas, donde se espera que este jueves tenga lugar una de las manifestaciones independentistas hechas nunca fuera del territorio catalán. La Assemblea y Òmnium, organizadores de la incitativa que surgió de una plataforma ciudadana, tienen contabilizados hasta 250 autocares y 5 aviones que irán, lo que supone unas casi 13.000 personas, aunque aseguran que muchos ciudadanos irán por su cuenta, ya sea en coche, avión o con autobuses organizados por agencias de viajes. Por eso, se calcula que podrían asistir más de 40.000 personas.
De hecho, este martes ya se han formado las primeras colas kilométricas en la Junquera de manifestantes que atravesaban la frontera con Francia para ir hacia la manifestación. En algunos momento, incluso, la retención ha llegado hasta los ocho kilómetros. Según ha informado el Servei Català de Trànsit, las retenciones han empezado entre las cinco y las seis de la tarde y se han prolongado a lo largo de toda la tarde y noche. A las diez y media de la noche la cola era todavía de cinco kilómetros.
Además, hay constancia que algunos manifestantes han decidido volar a ciudades próximas, debido a la falta de plazas que había en el aeropuerto de la capital belga, y que se han llenado tanto los hoteles de la ciudad como algunos de los de localidad que están además de 50 kilómetros de la capital.
Primeras llegadas
Mientras algunos emprenden este miércoles el camino, otros ya han llegado. Este mismo martes ya se han podido ver los primeros centenares de catalanes llenando la Grand Place de Brussel·les, donde han cantado los 'Segadores' u otros lemas típicos de las manifestaciones independentistas.
Ni la lluvia que se prevé para el jueves, ni tampoco el frío o el hecho que la capital belga esté además de 1.300 kilómetros de Barcelona, han hecho parar los millares de catalanes hayan decidido desplazarse para exigir el fin de la represión y la actuación de Europa. Bajo el lema Despierta Europa, los manifestantes recorrerán algunas de las principales calles del barrio europeo para interpelar a las instituciones y pedirles que intervengan en el caso catalán.
La manifestación, además, no contará sólo con catalanes. El partido nacionalista flamenco ha llamado a la manifestación, aunque en Bélgica el jueves sea un día laborable, y varias familias flamencas han ofrecido su casa para acoger a los manifestantes. Además, se prevé que asistan catalanes que viven en Bruselas y en zonas próximas.
El exilio del Govern
Bruselas será el epicentro de la marcha por su condición de capital europea, donde se prevé que este jueves haya presencia de eurodiputados y altos cargos de la comisión. Ahora bien, el hecho de que el presidente y cuatro de los consellers estén a la capital belga incrementa el valor que tiene la ciudad escogida. De hecho, este martes el presidente Carles Puigdemont ya ha querido enviar un mensaje a los catalanes que se desplazaban hasta Bélgica para agradecerles el gesto y asegurarles que los esperan con los "brazos abiertos".
La manifestación independentista se empezó a gestar poco después de la aplicación del artículo 155 y del inicio de los procesos judiciales contra el Govern, con los posteriores encarcelamientos y exilios, y llega en un momento clave del proceso soberanista. Justamente este lunes, además de empezar la campaña electoral, el juez de Tribunal Supremo Pablo Llarena decidió modificar las medidas cautelares de seis de los consellers y dejarlos en libertad debajo fianza. No fue el caso, sin embargo, del vicepresidente Oriol Junqueras, el conseller Joaquim Forn y los líderes de las entidades soberanías Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, que tendrán que mantenerse en la prisión.
Además, este martes el Supremo ha retirado el eruoordre de detención para el presidente Carles Puigdemont y los cuatro consellers que son con él en Bruselas -Toni Comín, Meritxell Serret, Clara Ponsatí y Lluís Puig-. El Supremo ha anulado así el proceso belga, por el que el presidente y el Govern se podrá mantener allí, pero serían detenidos en el momento de volver a España. Una decisión que los partidos soberanistas ven como una estrategia para no ser "juzgados" por la justicia belgas y evitar hacer el ridículo internacionalmente, ante la posibilidad de que se denegara el euroodre, o que sólo se concediera por unos delitos muy determinados, que podrían no permitir al juez aplicar las mismas medidas que para el resto de Govern.
Así pues, la manifestación del jueves servirá tanto para denunciar la actitud del gobierno español ante el proceso y exigir la ayuda de Europa, como para apoyar al Govern que está en el exilio y pedir la libertad de los presos.