El pasado 16 de octubre Jordi Sànchez y Jordi Cuixart pasaron la primera noche en Soto del Real, lejos de casa. Hoy hace tres meses que los líderes de la Assemblea y Òmnium entraron en la cárcel de forma cautelar y sin fianza, acusados de sedición por haberse puesto al frente de una manifestación pacífica, sin "tumultos" ni violencia. Es lo que han denunciado los miles de personas que se han manifestado este martes en Barcelona, para exigir su libertad. Ha coincidido con la víspera de la constitución del nuevo Parlament de mayoría soberanista, después que Rajoy disolviera la cámara con el artículo 155.
Bajo el lema "somos gente de paz: libertad", los organizadores han tenido que agudizar el ingenio después de tres meses de protestas. Desde cinco puntos de encuentro (Gran Vía con Urgell, Monumental, metro Marina, Fossar de les Moreres y plaça de la Vila de Gràcia) han partido cinco columnas a las siete de la tarde, que se han encontrado en la confluencia del paseo de Sant Joan con la calle Casp. Desde allí, la cabecera ha avanzado el paseo de Sant Joan y el paseo de Lluís Companys hasta la altura del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), donde había situado el escenario. Han pasado por el Arc de Triomf, donde se han detenido unos instantes.
Entre gritos de "libertad presos políticos", "no estamos todos, faltan los presos" o "fuera la injusticia española", con carteles, bufandas amarillas y farolas improvisadas con teléfonos, los miles de personas que han marchado y han acabado confluyendo en el paseo de Lluís Companys han reclamado la liberación inmediata de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, que hace tres meses que están encerrados en Soto del Real en la misma celda. Pero también la libertad del vicepresidente Oriol Junqueras y el conseller Joaquim Forn, que desde el 4 de noviembre están en la prisión madrileña de Estremera.
La presentadora del acto, Marta Millà, ha dado el pistoletazo de inicio con tres minutos de silencio por todos los presos, durante los cuales se han encendido miles de móviles para "iluminar un poco esta noche tan oscura". Millà ha asegurado que "la gente de los barrios de Barcelona" se han organizado en columnas para venir a denunciar esta "injusticia" delante del TSJC. Pero no sólo en la capital, sino también en "plazas y calles por todo Catalunya".
A continuación se ha leído un manifiesto conjunto de las entidades soberanistas. "El presidente de Òmnium Cultural y el hasta ahora presidente de la Assemblea Nacional Catalana hace más de 90 días que viven entre rejas por sus ideas políticas", denuncia el documento. Y añade: "Las entidades no hemos cometido ningún delito. Jordi Sànchez no ha cometido ningún delito. Jordi Cuixart no ha cometido ningún delito. Encarcelando a los dos Jordis nos han encarcelado a todos".
"Hemos visto como juristas, abogados, organismos internacionales han puesto el grito en el cielo por esta orden de prisión preventiva", continúa el texto de la ANC y Òmnium Cultural. "Escandalosa, alarmante, golpe al estado de derecho... son sólo algunas de las muchas calificaciones que voces más que autorizadas han lanzado a la injusta situación de Jordi Cuixart y Jordi Sànchez".
Después de la lectura del manifiesto, se han podido escuchar gritos de "dónde está la alcaldesa", en referencia a Ada Colau.
Turquía y Polonia
Aparte de las entidades, el acto ha contado con otros invitados. El economista Arcadi Oliveres, expresidente de la asociación Justicia i Pau, ha denunciado una "represión injustificada" por parte de un Estado español que "utiliza sin escrúpulos la razón de la fuerza". Oliveres ha dado un repaso de las grandes movilizaciones pacíficas de los últimos años e incluso décadas en Catalunya, que expresaban "la voluntad de un pueblo de poder opinar primero y avanzar después hacia su independencia política". Ha pedido a los presos que mantengan su coherencia. "Las personas y los pueblos solo han avanzado cuando se han sentido capaces de romper los moldes establecidos", ha defendido.
Por su parte, la catedrática de Derecho Constitucional en la UB, Mercè Barceló, ha puesto el foco sobre un Estado español "incompetente y autoritario", que ha comparado con Polonia y Turquía. "No tiene suficiente con la ley para frenar este deseo expresado democráticamente, sino que necesita retorcer la ley y debilitar la separación de poderes". La jurista del Colectivo Praga también ha criticado una policía que es condecorada "por haber agredido a ciudadanos que ejercían sus legítimos derechos fundamentales", y una justicia que recurre al "derecho penal del enemigo".
El vicepresidente de la ANC, Agustí Alcoberro, ha reiterado el "compromiso" adoptado ahora hace tres meses: "No normalizaremos la existencia de presos políticos. No nos detendremos hasta sacarlos de las prisiones". Ha dicho que es una situación que "humilla y avergüenza al Estado español". En esta "vergüenza" también ha situado que los diputados electos encarcelados no puedan ejercer su derecho de representación. Ha asegurado que el "camino" de la República Catalana "no tiene traba".
El líder accidental de Òmnium, Marcel Mauri ha llamado a no perder la esperanza y "seguir trabajando para ser un solo pueblo". En este sentido, ha reivindicado que la "causa de Catalunya" es la causa de la democracia, la paz y la libertad. Y ha leído unas palabras de Cuixart desde Soto del Real: "En la Europa del siglo XXI las ideas se debaten, no se encarcelan. Ante la rabia, ternura; ante la tristeza, esperanza, y ante la cárcel, paz y libertad".
El toque musical lo han puesto Mireia Vives y Borja Penalba, llegados desde el País Valenciano. Han interpretado el tema feminista Cançó de fer camí, dedicado a las mujeres de los presos políticos, y también L'estaca de Lluís Llach, todo un clásico del antifranquismo que la situación política ha resucitado. Miles de voces cantando Els Segadors han puesto el punto y final.