Nueve horas y 600 kilómetros después, la caravana con más de un centenar de voluntarios de la ANC ha llegado a Madrid. Algunos han dormido un poco más que otros, pero seguro que ninguno de ellos ha descansado como dios manda. Tampoco lo necesitan, tienen cuerda, energía y adrenalina suficiente. Y por si les faltaba, la tropa de 150 voluntarios que les esperaban ya en Madrid se la ha acabado de insuflar: café y pastas en vena y una conjura, que "hoy haremos historia".

Así ha concluido el discurso de bienvenida de la coordinadora de la ANC de Madrid al local social ocupado 'La Ingobernable', junto al Paseo del Prado y que les han cedido para ubicar el centro de operaciones de la manifestación de este sábado por la tarde. Aquí se acabarán de coordinar los voluntarios catalanes y los madrileños. Los primeros se encargarán, como hacen siempre, del cordón que hará avanzar la marcha y cuidará de que la pancarta se mantenga recta, estirada y sin arrugas; de abrir los accesos necesarios para autoridades y prensa y los carriles -preventivos- de evacuación; y de redirigir a los manifestantes caso que sea necesario. Los miembros de las entidades de Madrid se responsabilizarán de la seguridad de la movilización, en paralelo claro está, al papel de los cuerpos y fuerzas de seguridad.

La presidenta de la ANC ha llegado un rato más tarde y ha querido reconocer la tarea del voluntariado. "Sin vosotros no sería posible". Elisenda Paluzié ha vuelto a apelar al espíritu cívico de la causa catalana y ha recordado que es importante que quede claro el mensaje de que la protesta es contra las instituciones españolas, no contra el pueblo español. "Es importante romper la desinformación informativa", ha sentenciado.

En ese sentido, desde los colectivos madrileños que colaboran en la organización del acto se ha recordado que "existe este otro Madrid que no os enseñan en la tele". 

En el tramo final del trayecto, los jefes del grupo compartían las sensaciones con las que afrontan el reto de este sábado. "No será como en Bruselas, aquella era una manifestación alegre, en el corazón de Europa, hoy será un acto también alegre pero mucho más reivindicativo. Allí nos recibieron con indiferencia, en Madrid prevemos más hostilidad".

Y nada más bajar del autocar, la primera en la frente. Desde el otro lado de la valla del parque del Retiro, un paseante -curiosamente con anorac amarillo- les grita "Fuera". Un runner se le suma con un "Viva España". Pero lo cierto es que cuanto menos de momento, las muestras de rechazo han sido anecdóticas. El resto, o indiferencia o comentarios con la boca pequeña del tipo "Parece que hay concentración de algo..." y el otro que le responde "sí, de catalanes". Las instrucciones de los dirigentes de la ANC han sido claras: "no entrames en su juego, es lo que quieren".

Los voluntarios desprenden un aura de tranquilidad. "Nos hemos profesionalizado, lo explicó Trapero en el Supremo, quizás aquí no están acostumbrados, pero sabemos qué tenemos que hacer, lo que hacemos siempre".

Una estatuilla de Franco, de recuerdo por 130€

Por cierto que aquellos que hoy quieran llevarse un recuerdo de Madrid, sepan que el recorrido de la manifestación pasa por delante de una tienda toledana con un escaparate que haría las delicias de VOX, exponen la estatuilla de plomo de Franco. La venden por el módico precio de 130€. Una ganga.