El Gobierno propondrá al ejecutivo de Pedro Sánchez restablecer el derecho a la manifestación permitiendo las convocatorias con unas medidas especiales. Entre estas medidas está mantener los 2 metros de distancia entre los asistentes a la manifestación, convocarlas en calles de 20 metros de ancho como mínimo, con mascarilla y garantizando la higene de manos con geles hidroalcoholicos.
Las medidas del Gobierno proponen manifestaciones estáticas, sin desplazamientos y sin pancartas que se comparten. Sólo se podrán llevar pancartas de uso individual.
"Estamos para que se pueda ejercer el derecho fundamental de manifestación con la máxima normalidad y seguridad y para garantizar el derecho fundamental de manifestarse", ha dicho el conseller Miquel Buch, que ha desvinculado la propuesta con las imágenes que hubo de las manifestaciones de ayer en Madrid. En este sentido ha añadido que es un plan que se lleva trabajando desde hace semanas porque era una cuestión que "preocupaba" a su departamento.
"Nos preocupa y mucho que alguien quiera aprovechar lo que vivimos para laminar los derechos fundamentales de los catalanes y catalanas", ha dicho el conseller en una rueda de prensa telemática, en la cual ha explicado que el sábado trasladarán el plan al comité técnico del Procicat para que lo apruebe y después elevarlo al Gobierno, ya que ahora es la administración competente.
"Ustedes saben que el Gobierno de España nos laminó las competencias y que aquí nosotros no podemos gobernar con absoluta normalidad como hacíamos hasta ahora, y por lo tanto tiene que ser Madrid quien tiene que autorizar las manifestaciones", ha aseverado al titular de Interior.
Buch ha explicado que el plan prevé medidas como un distanciamiento de dos metros entre los asistentes, que no se realicen en calles inferiores a 20 metros de ancho, llevar mascarillas y fomentar la higiene de manos, que sean manifestaciones estáticas y sin desplazamientos, y no estará permitido el uso de pancartas ni objetos compartidos, sólo individuales.
Ha insistido en que el plan puede dar una respuesta efectiva a las manifestaciones que se quieren convocar mientras se protege la salud de las personas que se manifiestan, y ha defendido que no entendería que se prohíba una manifestación si existen las medidas de seguridad necesarias.
Preguntado sobre el motivo por el cual presentan ahora esta propuesta, ha argumentado que es "difícil" explicar que alguien pueda ir a trabajar, ir en metro y a comprar, pero no manifestarse.
Sobre como controlarán que se cumplan las medidas como el distanciamiento social, ha dicho que es un problema que incumbe a la Conselleria de Interior y que se encontrará la solución adecuada: "Pero no podemos decir que como no se puede controlar, las personas no se pueden manifestar".
"Eso no tiene que servir de excusa. Nuestra obligación es que estos derechos se puedan ejercer con absoluta normalidad. El problema es nuestro y ya lo solucionaremos", ha reiterado Buch, que ha dicho que por eso también están los cuerpos de seguridad.
Sobre si plantean la propuesta para regiones que estén en una fase determinada de la desescalada, ha dicho que aunque haya territorios en fases diferentes no puede ser que haya "catalanes de primera y segunda en materia del derecho a la manifestación", y que por lo tanto tiene que ser para todo el territorio.
Preguntado sobre si han hablado con el Gobierno central para trasladarle la petición, Buch ha dicho que todavía no ha sido posible, que no sabe si en otras comunidades autónomas se ha pedido, pero que sí sabe que los catalanes han visto cómo personas se han podido manifestar en otros países como Alemania.