Insólito. La Audiencia de Barcelona juzgará, la próxima semana, a un ciudadano que participó en la manifestación y protestas por el tercer aniversario del 1-O en Barcelona, en el 2020, aunque se le tendría que aplicar la ley de amnistía, en vigor desde el junio pasado. La Fiscalía, sin muchos detalles, lo acusa de tirar objetos contra vehículos de los Mossos de Esquadra y le pide un total de 5 años de prisión. En concreto, 3 años y 6 meses por el delito de atentado contra la autoridad y 1 año y 6 meses por el delito de desórdenes públicos. Inicialmente, el juicio se ha programado para el miércoles, 13 de noviembre, en la sección 9.ª de la Audiencia de Barcelona.
Actualmente, la aplicación de la norma del olvido penal es en cuenta gotas y se ha aplicado a unas 200 personas del total del medio millar previsto. La mayoría de los beneficiarios son agentes de las fuerzas de seguridad del Estado que vejaron a votantes del Referéndum: 45 agentes de la Guardia Civil, que actuaron en Dosrius, y unos 51 en los centros de Barcelona. No obstante, entidades catalanas han presentado recursos contra las amnistías de los policías. Los activistas y ciudadanos anónimos -la mayoría acusados de desórdenes públicos- son los segundos beneficiados de la amnistía, y los políticos, los últimos. El Tribunal Constitucional (TC) y el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) ya analizan los recursos y las consultas sobre la legalidad de la ley, hecho que ha paralizado su aplicación a los miembros del Govern del 2017.
Una acusación genérica
En el escrito, la fiscal hace una acusación bastante genérica. Expone que la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural convocaron una concentración por el aniversario del Referéndum de Autodeterminación de Catalunya, y señala que entre los convocados había ointegrantes del CDR del Barcelonès. Sobre las 9 de la noche se hizo "una manifestación no comunicada a la Autoridad gubernativa" desde la plaza Sant Jaume hasta la Jefatura de la policía española en la Via Laietana, donde -añade- los manifestantes empezaron a tirar "objetos contundentes" contra los vehículos de la policía catalana que custodiaba el edificio policial. Después, los concentrados fueron hacia la plaza Catalunya, y a la altura de la Rambla Catalunya, atravesaron contenedores en la vía y los quemaron. La policía detuvo a 11 personas durante las protestas del tercer aniversario del 1-O, que horas después quedaron en libertad con cargos.
"En este contexto, el acusado, en la confluencia de las calles Balmes y Gran Vía, procedió, con ánimo de alterar el orden público y la paz pública, a realizar lanzamientos de objetos contundentes contra los vehículos policiales, e impactando contra ellos", manifiesta la fiscal, que también lo acusa de atravesar contenedores a la vía y formar barricadas. No causó ningún herido. Y por esta actuación le pide 5 años de prisión por los delitos de desórdenes y atentado contra la autoridad.
Los dos delitos, el contexto, y el periodo de tiempo de estos hechos, se recogen en la ley de amnistía. Habrá que ver si la Fiscalía o la defensa del acusado lo alegan al inicio del juicio.