La fiscalía y la Plataforma Sabadell Lliure de Corrupción han mantenido este viernes la petición de cuatro años de prisión y de inhabilitación para cargo o función pública para el exalcalde de Sabadell Manuel Bustos, por haber supuestamente retirado dos multas de aparcamiento a su mujer y a su hijo.
Al final del juicio que empezó a finales de junio, el ministerio público y la acusación popular han mantenido la petición inicial de condena, que incluye también el pago de 400 euros y 12 años de inhabilitación para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo. El exalcalde está acusado de los delitos de tráfico de influencias y prevaricación. El Ayuntamiento de Sabadell pide penas similares.
En el caso del exjefe de la Policía Local Josep Miquel Duran, piden seis años y medio de prisión con 19 años de inhabilitación especial por el ejercicio del derecho de sufragio pasivo y por el ejercicio de empleo o cargo público en la administración local, provincial, autonómica y estatal durante el tiempo de condena y varias multas que suman 11.200 euros.
A Duran le atribuyen los delitos de tráfico de influencias, malversación, falsedad documental y prevaricación.
Las multas de aparcamiento que no llegan
Con respecto a Xavier Izquierdo, exresponsable municipal de territorio, se enfrenta a una multa de 1.800 euros y 5 meses de suspensión de empleo o cargo público por el delito de malversación de fondos públicos.
El juicio hace referencia a dos retiradas de multas a la mujer de Bustos y a sus dos hijos que tuvieron lugar el año 2012. El primer episodio sucedió el 28 de marzo poco antes de las seis de la tarde cuando Bustos y su actual pareja estacionaron indebidamente el vehículo de la mujer en una zona de carga y descarga en la plaza Vallès delante de el jardín de infancia de su hijo para irlo a recoger.
Mientras eran dentro, una grúa empezó a llevárselo, pero la mujer lo pudo parar. Bustos explicó que él no quiso salir de la escuela para no "ejercer presión" sobre los trabajadores de la empresa de la grúa. No tuvieron que pagar la tasa del depósito municipal porque el vehículo no llegó nunca, pero teóricamente tendrían que haber pagado el importe de la sanción por mal estacionamiento, unos 200 euros.
Incidencias en la ciudad de Sabadell
No obstante, Bustos explicó que en Sabadell había antes de que él fuera alcalde, y todavía está, "la instrucción no escrita" de dar cierta permisividad a los vehículos que aparcan cerca de las escuelas a la hora de entrar y salir los alumnos. Por eso, telefoneó el entonces jefe del cuerpo policial, Josep Miquel Duran, para recordarle este criterio. Duran le explicó que la empresa privada de la grúa quizás no conocía esta instrucción.
En todo caso, Bustos le dijo que no pensaba pagar la multa. Duran explicó que la multa no se llegó a confirmar por parte de ninguna policía local porque la matrícula no se veía bien en la foto que hizo la grúa y por lo tanto no se llegó a tramitar.
De hecho, el exalcalde explicó que poco después se olvidó de la cuestión porque el día siguiente era huelga general y tenía que estar pendiente de las posibles incidencias en la ciudad.
Las llamadas a su escolta
El segundo incidente ocurrió la mañana del 22 de junio de 2012 cuando los dos hijos mayores de Bustos estacionaron un coche en otra zona de carga y descarga delante de una clínica privada y la grúa se lo llevó al depósito municipal.
Es mujer la circunstancia que el hijo mayor tenía mareos y vómitos y casi no podía andar por culpa de una grave enfermedad por la cual poco después fue operado en dos ocasiones, además de tener una discapacidad intelectual del 40%, y el hijo pequeño, de 19 años, que lo acompañó, estaba muy nervioso. En este caso se expidió el boletín de denuncia y la infracción de tráfico correspondiente.
Cuando vieron que no tenían el coche para volver a casa, llamaron a su madre, expareja de Bustos, pero no pudieron localizarla. Después llamaron a su padre, que estaba en una reunión oficial en Barcelona. Este llamó a su escolta para que fuera a buscarlos, pero no lo pudo localizar.
El uso de dinero público
Entonces llamó a Duran para pedirle que se hiciera cargo de los jóvenes y a continuación a Xavier Izquierdo, que conocía la enfermedad de su hijo mayor, para que los recibiera en el recinto municipal de Can Marcet, donde trabaja Izquierdo y donde también está la comisaría de la policía. Bustos quedó con Duran e Izquierdo en que él pagaría la tasa de la grúa, pero Duran dijo que lo arreglaría y acabó pagando 133 euros en metálico que sacó de una caja fuerte de su despacho.
"No quiero líos", le dijo Bustos. Después, el exalcalde volvió a llamar a sus hijos para decirles que fueran hacia Can Marcet para recuperar su vehículo, donde los recibió Izquierdo y se reunieron con Duran.
La policía municipal sacó el coche del depósito
Duran explicó que aquel dinero era sedes, pero admitió que estaban mezclados con el dinero público que él usaba para pagar dietas en sus agentes, y que Bustos le retornó al cabo de dos o tres días. De hecho, admitió que atendió a los hijos de Bustos porque eran hijos del alcalde y que les pagó la sanción porque los conocía y sabía que le devolverían el dinero.
Además, explicó que todo el dinero que salía de aquella caja tenía que ser justificado, y que nunca descuadró los números. Un veterano agente de la policía municipal acabó sacando el coche del depósito y lo entregó, ya en la calle, a los jóvenes.
Aparte de eso, los hijos presentaron unas alegaciones a la multa que Duran utilizó para hacer un informe favorable a la retirada de la multa por aparcamiento, alegando motivos médicos importantes. No obstante, no se han localizado en el Ayuntamiento las alegaciones presentadas por los hijos de Bustos.