El Partido Popular ha conseguido revalidar uno de sus gobiernos autonómicos, el de la Junta de Castilla y León. Pero lo ha hecho de forma polémica, haciendo entrar a la extrema derecha de Vox al ejecutivo, hecho que contrasta con otros países europeos como Francia y que ha sido censurado desde el Partido Popular Europeo. En este contexto, el nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, decidió plantar el lunes pasado el debate de investidura en las Cortes y hoy ha hecho lo mismo con la toma de posesión de Alfonso Fernández Mañueco, que se ha producido este mediodía. Esta entrada de los ultras a las instituciones se produce mientras el dirigente gallego promete una actitud más centrada y moderada. En cambio, sí que han asistido Santiago Abascal o la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, que han bendecido la coalición. El Gobierno central ha aprovechado para hurgar en las contradicciones.

Feijóo finalmente se ha llenado la agenda de reuniones en Madrid para poder esquivar nuevamente la fotografía. Por la mañana se ha reunido en Génova 13 primero con el presidente de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), Gerardo Cuerva, y después con el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi. Por la tarde se encontrará con el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, y con el de la UGT, Pepe Álvarez. En declaraciones a los medios, el líder estatal del PP ha justificado que ya le hará una "visita institucional" al nuevo presidente de la Junta de Castilla y León, que tiene su "apoyo total".

De esta manera, la máxima representante de la nueva dirección popular ha sido la secretaria general Cuca Gamarra. De los presidentes autonómicos del PP, ha ido la madrileña Isabel Díaz Ayuso pero no el andaluz Juanma Moreno. Ayuso se ha felicitado por un "gran pacto" y porque Castilla y León es una comunidad "socialismo free". También ha asistido el expresidente Mariano Rajoy.

También ha estado presente Santiago Abascal, líder estatal de Vox, que ha asegurado que puede ser un referente de alternativa "para toda España". El dirigente ultra, que ha evitado criticar Feijóo por la ausencia, ha defendido que "no podemos dar la espalda a este gobierno que está siendo demonizado y atacado por aquellos que más tienen que callar", el Gobierno. "Aquellos que han incorporado a los comunistas, los golpistas y los terroristas a la dirección del Estado", ha denunciado.

El Gobierno, que ha criticado el pacto, ha estado representado a la toma de posesión con un perfil muy bajo. Ha asistido Pilar Alegria, ministra de Educación. Ha dedicado su discurso a reivindicar, por una parte, que España cuenta "con la fuerza del Estado de derecho y las instituciones democráticas", después de avisar durante semanas de que no permitirán ningún retroceso. También ha reivindicado la Constitución española, que hace que vivamos "en uno de los Estados más descentralizados del mundo", después de que Vox se haya conjurado en recentralizar el Estado de las autonomías. También ha reivindicado el proyecto de la Unión Europea y la plena igualdad de hombres y mujeres.

Y desde La Moncloa aprovechan para hurgar en las contradicciones del nuevo PP de Feijóo. Ha puesto voz a ello la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que ha criticado que el nuevo presidente de la formación es "un gran escapista que evita una foto que le mancha" alegando su propia agenda como "excusa". Díaz le ha reprochado que es "el primero que permite un gobierno con la extrema derecha". También ha criticado su inmovilismo ante casos como el de las mascarillas en Madrid: "Casado fue expulsado del PP porque quería investigar la corrupción en Madrid, y creo que los ciudadanos se merecen no sólo respeto en el uso de las administraciones, sino también claridad sobre lo que está pasando".

Vox en el gobierno

Hoy ha tomado posesión Alfonso Fernández Mañueco y mañana lo hará su nuevo gobierno, que contará con el líder de Vox en Castilla y León, Juan García-Gallardo, como vicepresidente sin responsabilidades ejecutivas. La formación de extrema derecha contará con tres consejeros más: Gerardo Dueñas en Agricultura, Mariano Veganzones en Indústria y Gonzalo Santona en Cultura.

El acuerdo de gobierno también está marcado por la presencia de la extrema derecha. En su debate de investidura, Mañueco ya compró las líneas maestras de la formación de Santiago Abascal, desde la aprobación de una ley de "violencia intrafamiliar", para aguar la de violencia machista, y la ley "de concordia", para sustituir la de memoria histórica y "evitar el uso de la historia para dividir a los españoles".