Que haya dejado de ser alcaldesa no significa que haya colgado las botas. Nada más lejos de la realidad. Manuela Carmena ya no está en las instituciones, pero sigue haciendo política. Tiene claro que los partidos han tocado fondo y que ante esta constatación, es el turno de la sociedad civil. Este lunes, desde Barcelona, ha invitado a la ciudadanía a "tomar las riendas". Y refiriéndose al punto álgido de los hechos de octubre, ha vinculado la expansión de VOX al procés.

La exalcaldesa ha participado en el encuentro "Diálogos Civiles BCN&MAD", encaminados a abordar estrategias para salir de la confrontación y buscar salidas a través del diálogo. Lo ha hecho al lado de Ada Colau, que le ha hecho de telonera. La ha alabado y ha celebrado que haya aceptado su invitación para ser la pregonera de las Fiestas de la Mercè de este año.

Carmena ha hablado del conflicto catalán. Ha aformado que "esta pretensión de la declaración unilateral de independencia o del referéndum en unas condiciones que jamás deberían haberse dado ha perjudicado Catalunya y España; no tengo ninguna duda de que VOX es una consecuencia en parte de este procés".

También ha sido crítica con la actitud de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, incapaces hasta ahora de llegar a un acuerdo para la investidura. Aunque no lo ha hecho de entrada, cuando desde el público le han preguntado cómo lo veía ha sido clara manifestando que "se encuentran inmersos en que cada uno siga ganando elecciones". Al mismo tiempo ha añadido que "desde mi punto de vista el diálogo político está teñido de los intereses de partido y los resultados son relativos".

Asambleas ciudadanas para superar a los partidos

Su diagnóstico es que nos encontramos "ante una vulnerabilidad de las instituciones" marcada por los "intereses de partido" que hace "imprescindible" que el pueblo se empodere y "diga que hay políticas que son intocables". Pero más allá de la protesta, ha señalado la necesidad de que la sociedad civil vaya más allá y asuma la responsabilidad de protagonizar el diálogo "sin seguir el camino de los partidos políticos, porque sólo les interesa ganar elecciones." Porque "en un momento donde falla aquello que no tendría que fallar, nosotros no podemos ser un fallo más", ha sentenciado. Una recomendación aplicable, ha dicho, a las relaciones entre los independentistas y los que no lo son.

Es al hilo de esta reflexión que la exalcaldesa ha hablado del ejemplo de Irlanda, que según ella habría que imitar. "Un país tan católico ha legalizado el matrimonio homosexual y el aborto", y ha explicado que una herramienta imprescindible ha sido una asamblea de un centenar de ciudadanos, desvinculado de las estructuras de partidos y escogido por sorteo, sin relación con las familias políticas puras, ni partidos ni organizaciones ni fundaciones. "¿Por qué no hacer asambleas ciudadanas?", ha inquirido.

El secreto del éxito, a su parecer, empieza por "sacar y olvidar las etiquetas y señalar los problemas que queremos resolver".