Tras el paréntesis de Semana Santa, las negociaciones para formar gobierno vuelven a la primera línea de la actualidad. Los dos intentos fallidos de investir a Pere Aragonès dejaron al descubierto la distancia que todavía separa ERC de Junts per Catalunya. En medio de la incertidumbre, una confirmación: que no habrá repetición electoral. Así lo han garantizado los de Puigdemont en las últimas horas. La incógnita es ahora si, una vez faciliten la investidura de Aragonès, entrarán en su gobierno o se quedarán en la oposición. Desde las filas de ERC, Ernest Maragall ha admitido esta mañana en una entrevista en RTVE que están "dispuestos a gobernar en solitario".
Las conversaciones entre las dos principales fuerzas del independentismo están siendo tan complicadas como lo fue la convivència entre los dos socios en el gobierno Torra. Según Maragall, el gran problema es que Junts "se resiste a aceptar que ERC ha ganado", como pasó con los comunes cuando él consiguió la victoria en las elecciones municipales de Barcelona. Él, que encabezó la lista, ha admitido que detecta "elementos comunes" en los dos casos. "ERC está encontrando una suma de diversos establishment que se resisten a aceptar eso", para "impedir" que asuma el rol de partido hegemónico del país. En palabras suyas, "mucho más que un partido independentista", con vocación de ser "el eje central de la política catalana".
Ninguna barbaridad
Al hilo de las voces crecientes en el seno de Junts que apuntan la posibilidad de quedarse en la oposición, el diputado y concejal de ERC ha sido claro: "Gobernar en minoría a mí personalmente no me asusta ni me parece ninguna barbaridad". En este caso, ha reconocido que podría sumarse la CUP. Un ejecutivo de estas características contaría con 42 de los 135 escaños del Parlament. Necesitaría, por lo tanto, buscar constantemente aliados para poder salir adelante. No sería suficiente con los comunes, sino que necesitarían alguno de los dos grandes partidos de la cámara, Junts o el PSC.
Maragall ha recordado que Puigdemont se presentó a las elecciones del 14-F y ha quedado tercero. Una manera de invitarlo a reconocer que "ERC es el hermano mayor" y que a ellos "les corresponde otro papel".
Preguntado sobre si considera que Junts es la heredera de Convergència, ha ironizado. "Todavía es una pregunta"?. Y ha añadido que "han tenido que cambiarse de ropa, de traje, de nombre, de sede". Una afirmación que ha acompañado de una reflexión, que "alguien que tiene que negar su propia historia quiere decir que empieza a tener problemas obvios". Desde su punto de vista, la formación que dirige Jordi Sànchez "ahora es más una aglomeración que una convergencia", una "diversidad inestable" que evidencia "problemas de consistencia y de coherencia". Maragall ha puesto como ejemplo lo que ha sucedido con el relevo de Jaume Alonso-Cuevillas como secretario de la Mesa del Parlament a raíz de sus declaraciones sobre el exceso de simbolismo estéril del independentismo.