En 1955, una mujer negra, Rosa Parks, rehusó levantarse de su asiento en un autobús de Montgomery (Alabama) para cedérselo a un pasajero blanco, tal como establecían las leyes racistas de la época. Parks fue arrestada y eso fue la chispa que puso en marcha el Movimiento por los Derechos Civiles, liderado por Martin Luther King, que pretendía acabar con las leyes y las prácticas racistas. Este movimiento apostaba por grandes acciones de masas mediante la desobediencia civil a las leyes injustas y por la resistencia no violenta. Convocaron todo tipo de actos que desafiaban las leyes: sit-ins (ocupación de bares y restaurantes segregados para reivindicar su derecho a ser atendidos allí); freedom rides (viajes multirraciales en autobús para desafiar la discriminación); boicots a los servicios segregados (como el de los autobuses de Montgomery que duró más de un año y acabó con la victoria de los antirracistas). Las grandes marchas por los derechos civiles jugaron un papel clave en su estrategia de movilización.

 
Uno de los grandes hitos del Movimiento fue la Marcha sobre Washington. El gobierno de Kennedy había prometido medidas contra el racismo, pero no acababa de materializar sus promesas. En agosto de 1963, se organizó la Marcha sobre Washington por el Empleo y los Derechos Civiles, con la colaboración del ala izquierda de los sindicatos. El eje central del acto era la reivindicación de una ley de derechos civiles, que obligara a todas las administraciones a derogar las leyes segregacionistas. Se reunieron 200.000 personas, lo que en aquel momento, en Estados Unidos, se consideraba un gran éxito. Además tuvieron la adhesión de numerosas personalidades del mundo de la cultura. Fue aquel 28 de agosto que Martin Luther King pronunció el más famoso de sus discursos: I have a dream.
 

Tras la Marcha sobre Washington, King y otros líderes negros se reunieron con Kennedy. Pero este no tuvo una postura muy decidida en la cuestión afroamericana. En cambio, su sucesor, Lyndon B. Johnson, sí que apostó firmemente por garantizar los derechos de los afroamericanos. Pero para conseguir sus objetivos, el Movimiento de los Derechos Civiles impulsó todavía muchas de otras acciones, algunas de ellas muy duras. Las tres marchas de Selma en Montgomery acabaron con miles de detenidos y con algunos muertos; ante las agresiones, los manifestantes tuvieron que ser protegidos por el FBI. Pero las imágenes de la represión contra los manifestantes tuvieron mucha resonancia en todo el país y ayudó a que el Congreso acabara votando en contra de las leyes racistas.

La policía reprimiendo a los manifestantes a la marcha Selma - Montgomery. Foto: FBI.

Los miembros del Movimiento por los Derechos Civiles sufrieron numerosas vejaciones: fueron atacados por el Ku Kux Klan, por los blancos racistas de las calles, por los policías, por los carceleros cuando estaban en la prisión... Sufrieron multas, detenciones, prisiones, despidos, agresiones... Su líder, Martin Luther King, fue asesinado... Pero al fin su lucha tuvo éxito.