El presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, quien juzgó y condenó a los líderes del Procés, ha confesado que tiene una fórmula para superar la presión mediática: "Es el momento de dejar de escuchar tertulias y poner los 40 Principales o Radiolé". Así lo ha afirmado en las jornadas "Conectad@s miedo derecho", donde ha asegurado que los jueces no viven "en una cápsula" y, por eso, utiliza esta "receta" cuando "un asunto que tienes encima de la mesa se convierte en mediático y controvertido y sabes que tu decisión será probablemente aplaudida por unos y abucheada por otros". "Es decir, es muy importante sustraerte, no te puedes aislar, pero a veces hay que activar algún mecanismo de defensa que te permita no contaminarte con el ambiente que no es especialmente favorable", ha defendido.

Marchena ha admitido que durante el juicio del Procés se sintió "protagonista involuntario" del caso a causa de un "liderazgo escénico" que él en ningún caso buscó. "Nunca me sentí líder porque solo la presencia de los siete magistrados que me acompañaron contribuía a darme seguridad". Asimismo, ha recordado que fueron "cuatro largos meses después de un año de preparación". "Eran miles de hojas y una sentencia de 500 páginas, y todo eso también te marca", ha añadido.

También sobre la causa del Procés, ha expuesto que durante el juicio intentaba "por encima de todo no ejercer un protagonismo interruptivo", es decir, "no convertirte en ese que siempre está hablando, porque donde se imparte justicia es en las audiencias, donde se oye". "El juez no tiene que ser un virtuoso, sino sencillamente una persona prudente en la aplicación del derecho, y por eso creo que este protagonismo, incluso social, de algunos jueces con nombres y apellidos les perjudica enormemente porque dictar sentencia es ser prudente, no convertir tu órgano jurisdiccional en un factor de la controversia social o de la batalla política", ha matizado.

Durante esta conferencia, Marchena también ha advertido que a veces "la autoritas" de los jueces "es pisoteada" en España y ha lamentado que esté "asumido por protagonistas sociales y políticos". "En el derecho romano la potestas era la capacidad del juez para imponer sus propias decisiones y la autoritas, la dignidad moral que emanaba del pretor, y nadie cuestionaba que el ejercicio de la potestas estaba basado en la autoritas", ha afirmado.

"Por una serie de circunstancias, que tienen muchos protagonistas y que se repite desde hace mucho tiempo, hay ocasiones en las cuales se lamina a los jueces de España su autoritas y solo les queda la potestas, y el problema está en quién son los responsables de que esta autoritas sea pisoteada", ha desarrollado, añadiendo que "no se trata de la autoritas que persigue el blindaje de autoridad, sino simplemente el acuerdo como el derecho a reivindicar que usted no menoscabe mi dignidad profesional y eso, lamentablemente, hoy, ayer y me temo que en el futuro, es un hábito que está asumido por muchos de los protagonistas sociales y políticos".