El exministro de Asuntos Exteriores José Manuel García-Margallo ha cargado en declaraciones a Tele5, contra la estrategia que ha seguido el Gobierno español contra el president en funciones, Carles Puigdemont, dirigida por la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría. Margallo incluso ha criticado la forma como se diseñó la aplicación del artículo 155 que suspendió el autogobierno, que en su opinión fue errónea y la fuente de los actuales problemas.
El exministro ha cuestionado que el presidente español, Mariano Rajoy, convocara elecciones catalanas de forma inmediata, porque de esta manera "los jueces no han tenido tiempo de emitir sentencia de inhabilitación". Si las elecciones se hubieran aplazado, lo que habría alargado durante meses la aplicación del 155, ha dicho, "ahora no estaríamos pendientes de diputados electos que están sometidos a procedimientos judiciales, no nos plantearíamos la presencia o no del candidato, ni tampoco la delegación del voto".
Margallo considera que, a consecuencia de este error inicial que atribuye a la posición española, ahora Puigdemont tiene margen de maniobra, y se ha mostrado alarmado por la posibilidad de que el president en funciones pudiera acudir personalmente a su investidura en el Parlament. "Puigdemont puede hacer dos cosas, ninguna de las dos probables. La hipotesis máxima es que lograra entrar en el Parlament, con lo que tendríamos un espectáculo mediático de primera magnitud a nivel mundial. La segunda es que lo intente pero que sea detenido justo antes de entrar en el Parlament, en presencia de las cámaras, con lo cual tindriem un espectáculo menor pero de corte considerable", ha resumido. "Ahora estamos perdidos en esta situación", ha soltado.
El exministro también se ha mostrado contrario a la decisión del Gobierno español de recurrir el pleno de investidura de Puigdemont, y ha cuestionado que haya base jurídica para ello. "Tenemos que ser exquisitos en materia jurídica, la ley es clara en eso, y recuerdo que no existe sentencia", ha añadido. Ha remarcado que sería un "escenario nada deseable" una detención de Puigdemont cuando ya haya sido investido por el Parlament, porque comportaría "un choque de legitimidades".