José Manuel García-Margallo lo tiene claro. Si la Guardia Civil sostiene en su informe entregado al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena que la Generalitat gastó 1.915.067,22 euros de dinero público, mientras el presidente español, Mariano Rajoy, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguran que no se hizo uso de fondos públicos para la celebración del referéndum es porque ha habido "un problema de coordinación".
Así lo ha dicho en la tertulia de El matí de Catalunya Ràdio, donde ha cargado directamente contra la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría, al considerar que, tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución española, la número 2 del gobierno del PP "tiene absolutamente todos los poderes y todas las competencias", al mismo tiempo que ha añadido: "Yo no recuerdo a alguien en la historia de España que por delegación haya tenido más poder".
Desde que la vicepresidenta del gobierno español tiene en sus manos, pues, las riendas de la Generalitat, su misión fue —y todavía es— "coordinar todos los ministerios". Pero no ha sido así. El exministro de Exteriores se lamenta: "Aquí lo que ha fallado es la coordinación porque el Gobierno está personado en una causa a través de la Guardia Civil y está sosteniendo malversación", mientras que "un ministerio, que también debería de estar coordinado, sostiene que no ha habido dinero público y que, por tanto, no ha habido malversación".
Echar a las ideas
Y no solo lo ha sostenido el titular de Hacienda, sino que también lo hizo en su momento Mariano Rajoy, cuando soltó en el Congreso que "no se dedicó ni un solo euro del FLA al referéndum ilegal que supuestamente se iba a celebrar en Catalunya".
Según Margallo, "lo más extraño de todo esto es que una de las razones que explican la composición del nuevo gobierno es la necesidad de coordinar la acción en Catalunya", cosa que, a su juicio, no se ha hecho, y recuerda que eso "determinó que se atribuyese a la vicepresidenta, que le corresponde siempre la coordinación de todos los ministerios, un poder superior y se le atribuyese la Presidència de la Generalitat por delegación y la salida de aquellas personas del gabinete que tenían ideas excesivamente propias".
La cosa, sin embargo, no ha salido como esperaban porque "tenemos dos informes: unos de la Guardia Civil, que no me atrevería a calificar de fantasiosos porque han sido avalados por Pablo Llarena, y hay unos informes de Montoro visados por la interventora" que dicen todo lo contrario. Precisamente en este sentido, el anterior titular de Exteriores ha querido lanzar un mensaje bien claro poniendo encima de la mesa que "el problema lo tenemos todos", así como que "cuanta más oscuridad se arroje en todos los temas relacionados con el procés, más lejos estaremos de la solución". "Esto no favorece a nadie", ha sentenciado.