“Hasta la victoria siempre”. María Jesús Montero da un “paso adelante” y quiere ser la próxima líder del PSOE andaluz y candidata a presidir la Junta de Andalucía en las elecciones de 2026. Así lo ha confirmado la actual vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda en un acto con la militancia en Sevilla en el que ha hecho un llamamiento a “retomar la autoestima” del partido y conseguir que esté “fuerte, unido y cohesionado” para ser un “proyecto de todos”. “Estamos dispuestos a dar la batalla porque vamos a ganarla y necesitamos ganarla”, ha proclamado. “Vengo a ganar, venimos a ganar y vamos a ganar”, ha remachado. “Es el momento de que todos nos movilicemos y permanezcamos en esa lucha hasta que seamos capaces de volver a las instituciones y volver a cambiar la vida de la gente”, ha concluido. La decisión de María Jesús Montero llega el día siguiente de que el hasta ahora líder del PSOE andaluz, Juan Espadas, hiciera un “paso al lado” para “unir fuerzas” y apoyar una candidatura que suponga un “revulsivo” para el partido y se convierta en “ganadora”. Ahora, el partido afronta un proceso congresual que conducirá al XV Congreso Regional programado para los días 22 y 23 de febrero en Armilla (Granada). De momento, Montero se enfrentará al catedrático sevillano Luis Ángel Hierro, que quiere “impulsar la depauperada democracia interna”.
María Jesús Montero ha empezado plantando cara a Juanma Moreno Bonilla, el líder del PP andaluz y actual presidente de Andalucía. “Me duele Andalucía, la situación en la que el PP ha situado Andalucía con esa falta de ambición e incapacidad de ejercer el autogobierno”, ha lamentado. Y ha reprochado a los populares que hayan “renunciado permanentemente” a “desarrollar políticas que vienen refrendadas” en el Estatuto de Autonomía. “Me duele Andalucía porque tiene más talento y más capacidad que esa resignación disfrazada de falsa moderación”, ha añadido. Asimismo, ha cargado contra la gestión de la actual Junta de Andalucía, con mayoría absoluta del PP, denunciando que “mucha gente está sufriendo porque no puede recibir atención sanitaria” y que “no hay plazas públicas en el sistema de FP ni en la educación pública para poder dar oportunidades a los que no pueden pagarse unos estudios privados”.
“Gracias, Juan, el partido te está inmensamente agradecido”
La vicepresidenta primera del Gobierno también ha aprovechado para reconocer públicamente el “trabajo inmenso” de Juan Espadas al frente del PSOE de Andalucía en un momento “muy duro” para el partido. “Una organización que en Andalucía siempre ha ido acompañada de la capacidad de gobierno y transformación y que ha tenido que asumir democráticamente que hay momentos que no estemos directamente en un gobierno, acostumbrándonos a otra tarea tan difícil como la de oposición”, ha esgrimido. “Gracias, Juan, el partido te está inmensamente agradecido”, ha reivindicado. La realidad es que entre 1978 y 2019, los seis presidentes de la Junta de Andalucía fueron socialistas. Sin embargo, esto cambió en 2019, cuando Juanma Moreno Bonilla, a pesar de haber quedado segundo en las elecciones, llegó a la presidencia gracias al apoyo de Ciudadanos y Vox. Posteriormente, en los comicios de 2022, logró la actual mayoría absoluta. Aquellos fueron los únicos comicios en los que Juan Espadas ha sido cabeza de lista y fueron los primeros de la historia en los que el PSOE no quedó en primera posición.
María Jesús Montero sigue los pasos de Óscar López y Pilar Alegría
María Jesús Montero es la tercera ministra en pocas semanas que hace un paso adelante para liderar federaciones autonómicas del PSOE. El primero fue Óscar López, ministro de Transformación Digital y exjefe de gabinete de Pedro Sánchez, que encabeza el PSOE de Madrid (fue ratificado después de que no se presentara ninguna candidatura alternativa) con el objetivo de batir a Isabel Díaz Ayuso a quien catalogó como el “epicentro de la peor política”. La presentó como la “mejor representante del trumpismo en España” y la acusó de llevar “muchos años sembrando desafección”. Por otro lado, la ministra de Deportes y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, anunció hace tres semanas su aspiración de liderar el PSOE de Aragón y sustituir a Javier Lambán: “Este proyecto no excluye a nadie. Este partido es mucho más grande que cualquier dirigente. En este proyecto somos necesarios todos. No tengo ninguna duda: nuestro adversario está fuera. Aquí cabemos todos, nadie nos va a decir lo que podemos lograr. ¡Voy a por todas!”, proclamó
Tres nombres más en clave autonómica. Actualmente, el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, es el líder del PSOE de las Canarias y la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, está al frente del PSOE del País Valencià. Por su parte, Luis Tudanca, un barón crítico con Sánchez, ha renunciado a liderar el PSOE de Castilla y León, inmerso en una crisis interna abierta desde principios de octubre de 2024. El favorito para relevarlo es Carlos Martínez Mínguez, alcalde de Soria, cosa que aleja la posibilidad de que Óscar Puente (ministro de Transportes) o Ana Redondo (ministra de Igualdad) se postulen para ello.
Una de las pocas supervivientes de la llegada de Sánchez a la Moncloa en 2018
Nacida en Sevilla en 1966, María Jesús Montero es la mano derecha de Pedro Sánchez en Ferraz y en la Moncloa: es vicesecretaria general del PSOE desde julio de 2022 y vicepresidencia primera del Gobierno desde diciembre de 2023. Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Sevilla y técnica en Función Administrativa de Hospitales, fue consejera de Sanidad de Andalucía entre 2004 y 2013 (con Manuel Chaves y José Antonio Griñán como presidentes) y consejera de Hacienda de 2013 a 2016 (con Susana Díaz).
Es ministra de Hacienda desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa en junio de 2018 y es una de las cuatro figuras que continúan en el Consejo de Ministros desde entonces, junto con Margarita Robles (ministra de Defensa), Fernando Grande-Marlaska (ministro del Interior) y Luis Planas (ministro de Agricultura). Además, entre enero de 2020 y julio de 2021, fue portavoz del Gobierno. En seis años y medio, ha sido uno de los pilares del Gobierno, con un perfil político claro y muy dura con el PP. A día de hoy, tiene dos patatas calientes encima de la mesa: los presupuestos generales del Estado de 2025, que están todavía encallados en la negociación con los partidos, y la financiación singular para Catalunya prometida a ERC a cambio de la investidura de Salvador Illa.