El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, cada vez está siendo más cuestionado por la actuación de las autoridades españolas en la tragedia en la valla de Melilla del pasado 24 de junio, cuando murieron al menos 24 personas. Las críticas hacia Marlaska se han intensificado en los últimos días después de la publicación de un documental de la BBC que cuestionaba la versión oficial sobre los hechos. Los socios de gobierno y de investidura de Pedro Sánchez han reclamado explicaciones sobre la actuación y desde el Partido Popular han pedido la destitución del ministro. Pero Marlaska se aferra al cargo y ha asegurado que está "tranquilo" y que no se plantea dimitir.
El responsable de Interior ha asegurado que mantiene "las mismas consideraciones" a pesar del jarrón de agua fría que supuso el documental de la BBC, que desmontó el relato oficial y acusó al Estado español de ocultar pruebas cruciales de las cámaras de vigilancia de las investigaciones formales. Sobre esta cuestión, la Fiscalía General del Estado y el Defensor del Pueblo, encargados de llevar a cabo la investigación, reclamaron este miércoles "todas" las imágenes del suceso en la valla de Melilla, pero Marlaska insiste en que "desde el primer momento" tienen "toda la documentación gráfica sobre los hechos verificados en aquellas horas" sin interrupciones.
También ha insistido en que "fue un ataque muy violento a nuestras fronteras, que son las fronteras de la Unión Europea, utilizando elementos peligrosos como hachas, palos o radiales" y que, en este sentido, "la Guardia Civil actuó en parámetros de legalidad, proporcionalidad y necesidad". El documental de la BBC también apuntaba que algunos de los migrantes habían muerto en territorio español, y no en "tierra de nadie", como defiende el Gobierno. Marlaska mantiene su rechazo hacia esta idea, que considera una "mentira".
Los ministros socialistas cierran filas con Marlaska
Los ministros socialistas han cerrado filas con Marlaska y han defendido que no hace falta que una comisión de investigación en el Congreso, tal como reclaman los socios de coalición y de investidura y la oposición, ya que hay en curso una investigación judicial que contará con la "colaboración plena" del Ejecutivo. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños ha asegurado que Pedro Sánchez mantiene su confianza en el ministro del Interior. La vicepresidenta primera, Nadia Calviño; la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; y la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, han mostrado también su apoyo hacia el titular de Interior.
La que sí que se ha desmarcado dentro del ejecutivo ha sido la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que en línea con lo que defienden los otros miembros de Podemos, ha reclamado una "profunda investigación" sobre los hechos en Melilla, porque "con los derechos humanos no se juega".
Desde la oposición, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha vuelto a acusar a Marlaska de mentir y esconder información y le ha exigido que comparezca de nuevo en el Congreso. En caso contrario, pide a Sánchez que lo destituya y dé las explicaciones él mismo.