En el Gobierno hay malestar por culpa de la operación policial de este lunes en la que la Guardia Civil detuvo a nueve independentistas, según asegura El Mundo. El rotativo explica que el propio ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, convocó a los altos mandos de la Guardia Civil para reprenderlos; Marlaska consideraba que no se le había avisado con tiempo suficiente de la importancia de la operación que se tenía que llevar a cabo.
El citado medio indica que este malestar de Marlaska venía de La Moncloa. Este lunes el presidente en funciones del Gobierno, Pedro Sánchez, estaba en Nueva York y cuando la prensa le preguntó por el material que se había requisado durante la operación, no lo supo valorar.
Después de la operación (llamada Operación Judas), La Moncloa pidió explicaciones al ministerio dirigido por Marlaska. Según fuentes del departamento, el ministro Marlaska había sido informado el 20 de septiembre de que la operación se llevaría a cabo, bajo la batuta de la Audiencia Nacional, una operación que se había calificado de "muy importante".
La Moncloa considera que no tenía información suficiente y ahora le reprocha al Ministerio del Interior no haber tenido conocimiento de "la posibilidad de localizar explosivos". Por su parte, Marlaska ha trasladado las quejas de Moncloa a los operativos de la Guardia Civil.
Este jueves los miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR) detenidos desde el lunes pasarán a disposición del juez de la Audiencia Nacional (AN). El lunes la fiscalía aseguró que se les imputaban los delitos de terrorismo, rebelión y tenencia de explosivos, pero las defensas han asegurado que sólo se les investiga por terrorismo.