La Cámara de Representantes de Marruecos contraataca a la Unión Europea y afirma que Ceuta es una "ciudad marroquí ocupada". La respuesta llega después de la moción aprobada este jueves a la Eurocámara, en la que se reprobaba la actitud del reino alauí para "poner en riesgo la vida de miles de menores" por el hecho de que el Estado español acogiera al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. La asamblea marroquí ha considerado que esta moción del Parlamento Europeo contiene "falsedades" y ve "segundas intenciones".
El comunicado emitido por la cámara baja de Marruecos dice que "se trata de una maniobra para desviar la atención de una crisis política entre Marruecos y España" y que la reprobación es "un intento inútil de europeizar una crisis bilateral cuya génesis es conocida y cuyas responsabilidades están bien definidas". Sobre el origen de la crisis, la Asamblea marroquí manifiesta que "está ligado a la actitud y actuación de España sobre la cuestión del Sáhara", que expresa que es una "causa sagrada de la nación de Marruecos".
La moción del Parlamento Europeo
La Eurocámara aprobó este jueves por 397 votos a favor, 85 en contra y 196 abstenciones una moción de reprobación que condena el uso por parte de Marruecos "de los controles fronterizos, la migración y los menores no acompañados como presión política" contra el estado español.
El texto también lamenta la crisis diplomática que hay entre ambos países y entiende que este hecho "socava la estrategia multidimensional y las relaciones de vecindad privilegiadas entre Marruecos y los estados miembros de la Unión Europea".
Precisamente, en el debate del Parlamento Europeo sobre esta moción, intervinieron los eurodiputados catalanes Clara Ponsatí (Junts) y Jordi Solé (ERC). Ambos criticaron el papel de la policía española en la crisis en la frontera de Ceuta. Ponsatí acusó a la policía española de "utilizar la violencia contra los migrantes y tirarlos al mar" y advirtió que se produjeron "devoluciones en caliente" cuando la legislación española no lo permite. Justamente este jueves el Relator Especial de la ONU para las migraciones, Felipe González Morales, alertaba y reprochaba al estado español estas devoluciones en caliente.
Por su parte, el republicano Jordi Solé sostuvo que "no hay ninguna disputa territorial —en referencia al Sáhara Occidental— que justifique jugar con familias, con menores, con sus aspiraciones a una vida mejor y poner en riesgo su integridad física". Solé también afirmó que "la respuesta de las autoridades españolas, con presuntas expulsiones colectivas ilegales y denuncias de abusos policiales, pone de relieve las graves carencias de la gestión europea de la inmigración".
Sobre la cuestión que preocupa en Marruecos, el Sáhara Occidental, la Eurocámara recalca su posición "consolidada": según su opinión, Ceuta es una frontera "exterior de la UE" y "solo un proceso liderado por las Naciones Unidas puede conseguir una solución duradera, pacífica y mutuamente aceptada al problema en la región".
Por su parte, la Cámara de Representantes de Marruecos también responde que la ONU "no ha comentado el tema" y ha querido hacer énfasis en el hecho de que el Servicio Europeo de Acción Exterior y la Comisión Europea han acogido "con satisfacción las decisiones migratorias" del país norteafricano.
En este contexto de crisis diplomática, hay que sumar que Marruecos también se atribuye haber situado a la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, cerca de ser destituida.