La dirigente de ERC Marta Molina, investigada por terrorismo en el caso Tsunami Democràtic, ha sido recibida con aplausos de los principales cargos de ERC, Junts, la CUP, ÒmniumAmnistia i Llibertat y también de representantes de otras entidades indepedentistas en la presentación de su grupo de apoyo Free Molina, este martes en el auditorio del Ciemen de Barcelona. Molina, regidora de Sant Joan Despí, fue una de las personas detenidas en el caso Volhov, en octubre de 2020, dirigido por el magistrado de Barcelona Joaquín Aguirre, el cual fue requerido por su colega de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón para que le derivara la causa y los investigados de Tsunami. García-Castellón ha citado a declarar este miércoles, por videoconferencia desde un juzgado de Barcelona al de Madrid, siete de los 10 investigados de Tsunami en la Audiencia Nacional; la mayoría están en el exilio, y Marta Molina, defendida por Marina Roig, será la única que se presentará en el juzgado. "Soy consciente de que puedo ir a la prisión, y a siete días de que se apruebe la ley de amnistía", ha afirmado Molina, que ha asegurado que "no confía en la justicia, pero sí en la política".

El acto de apoyo a Marta Molina se ha convertido en un acto de unidad independentista / Foto: Pau de la Calle

En la primera fila del acto, estaban Laura Borràs, presidenta de Junts; Laia Estrada, de la CUP; Oriol Junqueras, líder de ERC que ha anunciado que deja el cargo temporalmente; la secretaria general adjunta y portavoz de Esquerra Republicana, Marta Vilalta; el secretario general adjunto de Estratègia, Comunicació i Coordinació Institucional, Juli Fernàndez; la eurodiputada republicana Diana Riba, y Xavier Antich, presidente de Òmnium. Al acabar el acto, el exconseller y uno de los presos políticos Quim Forn, y otros políticos como Albert Batet, las expresidentas del Parlament, Carme Forcadell, que también estuvo en prisión por sedición, y Alba Vergés han abrazado a Molina. El acto de apoyo a Molina se ha convertido en un acto de unidad independentista.

Marta Molina se abraza a Oriol Junqueras, y a su lado Laura Borràs, este miércoles / Pau de la Calle

¿Nuevos presos políticos?

"Estoy aquí por una decisión política. Agradezco el trabajo de los compañeros en el exilio, pero también es necesario que alguien les mire a los ojos y les diga que el independentismo catalán no es terrorismo", ha afirmado Marta Molina, que ha preguntado en voz alta: "¿El Estado podrá soportar tener nuevos presos políticos?". No ha escondido que ha pasado miedo y "noches sin dormir", pero que no hay en el relato nada de terrorismo. "En los registros de casa se llevaron una urna", ha declarado y ha defendido la causa independentista.

Más de 300 firmantes en el manifiesto

La actriz Rosa Renom ha leído el manifiesto de apoyo Todos somos Marta Molina, el cual hay más de 300 personas que lo han firmado, como el president Puigdemont. Un amigo de Molina, Ricard, ha presentado el acto y ha hecho un perfil de ella, y ha asegurado: "Todos somos Tsunami". Y ha invitado a todo el mundo a acompañarla en la declaración de este miércoles por la mañana a la ciudad de la justicia de Barcelona.

Marta Molina aplaude a los asistentes en el acto de presentación de su grupo de apoyo, este martes / Foto: Pau de la Calle

Petición de prisión

Las acusaciones particular y popular, formadas por dos agentes de la policía española y entidades españolistas (Vox, Dignidad y Justicia y Sociedad Civil Catalana) pueden pedir el ingreso en la prisión de Marta Molina, por el riesgo de huida, porque el resto no se presentarán. La Fiscalía seguramente no lo suscribirá porque sostiene que en la causa de Tsunami no encaja el delito de terrorismo, contra la opinión de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo, que ha aceptado investigar por terrorismo al president en el exilio Carles Puigdemont y al diputado de ERC Ruben Wagensberg

Tres interrogatorios suspendidos

Por ahora, el titular del juzgado central de instrucción 6 de la Audiencia Nacional ha aceptado suspender el interrogatorio de Josep Lluís Alay, por su estado de salud, solicitado por su abogado Gonzalo Boye; la del empresario Oriol Soler, porque su abogado, Benet Salellas, tiene un acto judicial anterior, y la de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, porque su abogado, Iñigo Iruín, ha alegado lo mismo este lunes.

El magistrado ya ha dejado claro que no permitirá ninguna videoconferencia desde Suiza, donde están Rovira, Jesús Rodríguez, Oleguer Serra y Josep Campmajó, ni desde Colombia, donde vive el exconseller republicano Xavier Vendrell. Los cuatro, junto con el informático Jaume Cabaní, y el italiano Flavio Giulio Flogia, que están en paradero desconocido, tendrían que comparecer este miércoles por videoconferencia ante el juez García-Castellón, como Marta Molina.  En el caso de Serra y Campmajó son defendidos por Salellas y podrían alegar que su abogado no los puede asistir al interrogatorio, como la suspensión que le ha permitido en nombre de Soler.Sus abogados ya han presentado recurso, pero, este no paraliza  los interrogatorios. El magistrado ha registrado, este martes, los recursos de sus abogados, pero, estos no paralizan los interrogatorios.