La secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha explicado al diario suizo Le Temps por qué ha decidido exiliarse a Suiza y ha asegurado que en los últimos meses ha pasado un auténtico calvario en Barcelona.
"En Barcelona vivía en una prisión interior, era seguida por la Policía constantemente en la calle, recibía presiones y amenazas, especialmente de algunos medios de comunicación pero no sólo de ellos. No podía expresar opiniones políticas libremente sin el riesgo de ser perseguida penalmente de manera infundada. Era muy duro. Mi hija lo sufría también porque me pedía cada día que fuera con cuidado cuándo salía a la calle. Se inquietaba por mí y era consciente de ello a pesar de la edad de 7 años. Hoy soy mucho más útil siendo libre", ha indicado.
Rovira afirma que es consciente de que posiblemente durante mucho tiempo no podrá volver a Catalunya, y que cuando se acabe el curso escolar su hija y su marido irán a vivir con ella. "Estoy buscando trabajo. Quiero rehacer mi vida aquí con la familia y ponerme bajo la protección de Suiza", ha manifestado.
La secretaria general de ERC no hace en la entrevista valoraciones sobre la política interna catalana, pero sí que señala que por ahora no renunciará al cargo de número dos del partido. "Teniendo en cuenta de que el presidente del partido [Oriol Junqueras] y diversos de los nuevos dirigentes están en prisión, se produciría un vacío si yo dimitiera ahora", ha añadido.
Rovira ha apuntado que si se hubiera quedado en Catalunya y no se hubiera exiliado ahora "estaría entre rejas". He visto la desventura de mi compañero Oriol Junqueras, que está preso desde hace 4 meses. Todos los que fueron citados por el Tribunal Supremo de Madrid igual que yo el pasado 23 de marzo, han sido encarcelados. Carme Forcadell, expresidenta del Parlament; Raül Romeva, exmiembro del Govern, y Jordi Turull, encarcelado oportunamente cuando era candidato a la presidència de Catalunya", ha manifestado.
Según Rovira, España ya no es una "democracia real" con estas detenciones, y cuando persigue a raperos, a "tuiteros que critican la monarquía" o cuando se censuran exposiciones como Arco.