La secretaria general de Esquerra Republicana, Marta Rovira, ha salido al paso de la polémica sobre los carteles contra los hermanos Maragall antes de la campaña de las elecciones municipales, que sitúan el aparato de ERC tras el caso. Rovira ha asegurado que se ha abierto un expediente en el canal ético de la formación y las personas responsables ya trabajan en la cuestión y si es necesario se aplicarán "las sanciones correspondientes del código de conducta". En una publicación en X, la republicana ha afirmado que "el sistema de garantías es imparcial e independiente de la dirección". En referencia a la "crisis interna" en ERC, que se especula desde hace semanas y los divide en dos sectores: partidarios de Oriol Junqueras y los de Marta Rovira. La secretaria general ha dejado claro que "eso no va de sectores porque en Esquerra no los hay. El rovirismo no existe".
Rovira, que ya anunció que no optará a la reelección como secretaria general de ERC, ha defendido que su trabajo hasta el Congreso Nacional —que se celebrará el 30 de noviembre— "es garantizar las condiciones de democracia interna para que todo el mundo pueda opinar, participar y decidir en términos de igualdad". Y ha concluido "somos republicanos".
Se ha abierto un expediente al canal ético y las personas responsables están trabajando. Determinarán los hechos probados y, si procede, las sanciones correspondientes del código de conducta.
— Marta Rovira Vergés���� (@martarovira) July 2, 2024
El sistema de garantías es imparcial e independiente de la dirección, como|cómo tiene que estar en una organización...
Carteles contra los hermanos Maragall
Los carteles con el lema 'Fuera del Alzhéimer de Barcelona' que aparecieron en la precampaña de las elecciones municipales del 2023 salieron de las filas de ERC, según reveló este lunes el diario Ara. El rotativo catalán ha apuntado que un militante de ERC de la Anoia encargó a tres jóvenes de Igualada que colgaran los carteles y presentó las facturas a los responsables de comunicación del partido. Los jóvenes fueron investigados y citados a declarar, pero no dijeron quién los había contratado. Los carteles se colgaron delante de algunas sedes del partido y después se activó una campaña de victimización para sacar provecho de este ataque de falsa bandera. Según el diario, las facturas las enviaron a la empresa Relevance para que las pagara. Se trata de una empresa del mundo del marketing digital y que desde hace ocho años es habitual en las campañas electorales del partido. La investigación apunta que algunos miembros de ERC eran conocedores de la campaña, entre ellos Sergi Sabrià —entonces era director de la oficina de estrategia y comunicación del presidente, Pere Aragonès—, y el entonces vicesecretario de comunicación de Esquerra, Marc Colomer.
Casi 24 horas después de salir a la luz la noticia, el principal implicado, Ernest Maragall, publicó una carta en sus redes sociales donde ha señalado al jefe de Comunicación, Tolo Moya, como responsable: "Muy pronto quedó claro que el entonces director de Comunicación del partido era la persona que había tenido la responsabilidad desde el punto de vista orgánico". Maragall ha afirmado que una vez fue conocedor de estas circunstancias, tuvo una "mezcla de asombro y malestar profundo, incapaz de entender qué sentido podía tener, qué objetivos perseguía o quién había podido tomar una iniciativa de aquel tipo".
Después del señalamiento de Maragall, Tolo Moya también ha querido decir la suya y ha insinuado que hay una trama más allá de los carteles sobre el Alzhéimer de los hermanos Ernest y Pasqual Maragall. En unas declaraciones remitidas en RAC1, ha reclamado una "investigación" para poder exponer las pruebas que demuestran quién es el ideólogo de todo este grupo, de cómo funcionaba y de hasta dónde llegaba el conocimiento de todo eso". En este sentido, Moya lo ha situado más allá de los carteles: "Eso va de quién montó esta trama y de cómo actúan cuando se enteran".