El expresident Artur Mas ha apelado esta noche desde Manresa "a la decencia de aquellos que defienden sus convicciones" frente a los ataques "feroces" protagonizados por la guerra sucia del Estado. Ha sido en el mitin de cierre de campaña de Convergència en el que Mas se ha presentado como "un soldado al servicio del president de Catalunya", mientras que tanto Carles Puigdemont, como el candidato Francesc Homs, han denunciado que partidos que ahora se muestran escandalizados por los informes falsos del Estado, cuando aparecían las filtraciones intentaban sacar rédito electoral de ellos.

La guerra sucia del Estado, que ha quedado en evidencia con la filtración de las grabaciones entre el ministro Jorge Fernández y el director de la Oficina Antifrau, se ha convertido en el eje vertebrador de las intervenciones que se han ido sucediendo en el teatro Kursaal de Manresa.

Mas ha evocado un parlamento que protagonizó ante el consell nacional de CDC en Mont Sant Benet citando al obispo Casaldàliga, después del segundo tripartito y antes de llegar a la presidencia, donde explicó que "quizás sí somos soldados derrotados, pero derrotados al servicio de una causa invencible".

Soldado al servicio del president

El expresident ha admitido que quizás sí han quedado derrotados "de algún cargo" pero no del compromiso y las convicciones. "No lo han conseguido y no lo conseguirán", ha proclamado en un discurso encendido, asegurando que ni los han derrotado, ni les han arrodillado. "Somos aquí de pie al servicio del president Puigdemont," ha remachado.

"Pido que votéis a la decencia de aquellos que defienden sus convicciones, que nadie ha doblegado por encima de los ataques más duros y más feroces", ha insistido a gritos hasta hacer poner de pie a los asistentes al mitin al teatro Kursaal.

Mas ha empezado su parlamento refiriéndose a la votación que ha desembocado en el Brexit, para concluir que "los grandes temas que pueden llegar a dividir la opinión de una sociedad se resuelven en referéndum en las urnas", que "cuando alguien gana por un poco más 50% aquello va a misa" y que cuando alguien juega fuerte y pierde, dimite.

Al hilo de esta cuestión ha contrastado la renuncia del primer ministro David Cameron con el caso español. "Se la juegan haciendo delitos y no dimiten. Aquí está la diferencia entre una democracia de calidad y una de baja calidad como el Estado español", ha reprochado.

Mas se ha referido también a las grabaciones que se han filtrado y que apuntan que habría intervenido un dirigente de CDC, Germà Gordó, en las conversaciones para cambiar la dirección del partido. "Los colaboradores eran leales a la causa de Catalunya. Los delincuentes eran los de allí que hacían estos dossiers contra dirigentes que se lo estaban jugando por el pueblo de Catalunya. Los delincuentes estaban allí", ha proclamado.

Rédito político

El primero a intervenir ha sido el president Puigdemont que, después de asegurar que CDC ha plantado cara ante la "amenaza y la peste de alcantarillado del Estado", ha admitido que a veces Convergència se ha sentido muy sola porque algunos que ahora se rompen las vestiduras "cabalgaron encima de aquella basura para sacar rédito político".

Ha sido una referencia implícita a las formaciones de izquierda, que durante el parlamento final ha rematado Homs apuntando directamente a la alcaldesa Ada Colau que frente a "la infamia que vomitaron encima de Xavier Trias" no tuvo "ningún inconveniente" en acusar a Convergència de "mafia". "Y nosotros somos honrados", ha clamado.

Puigdemont, que ha mostrado la esperanza de que "más pronto que tarde" este país será independiente y miembro de la UE, ha emplazado a votar "sin miedo, con confianza y esperanza". En este sentido ha apelado al voto de aquellos que en otros momentos no les han votado porque creían que iban demasiado rápido y pensaban que había un camino del medio, o aquellos que creían que iban poco a poco. "Eran dos tipos de miedo y los dos hoy están profundamente decepcionados y dolidos porque en el camino del medio no hay alternativas", ha advertido, mientras que "los que han fallado al compromiso son aquellos que lo tenían que garantizar", ha reprochado en referencia a la CUP.

Último mitin de CDC

El último a intervenir ha sido Homs que, después de señalar que este era el último mitin de Convergència, ha recordado que hoy han subido a Montserrat, donde 40 años atrás se creó Convergència en una situación política muy complicada, y lo han hecho para denunciar que "todavía hay policía política".

"Hoy la policía política del ministro Fernández Díaz no ha ido a registrar su domicilio para ver qué descubría sobre su contubernio, ha ido al medio de comunicación que ha hecho públicas sus conversaciones a ver qué encontraba. A asustar, a reprimir, con la excusa de que iba a buscar las conversaciones," ha explicado.

Por esta razón, Homs ha considerado "lógico y razonable" esperar una reacción del pueblo de Catalunya. "Al pueblo de Catalunya, ahora os pido, no falléis", ha remachado.