El fascismo se ha despertado, de repente, a las puertas de la huelga feminista del 8-M. Cuando quedan menos de 24 horas para reivindicar los derechos de la mujer, se reproducen actos falangistas autorizados por las autoridades gubernamentales en el Estado español.
Los dos últimos ejemplos los encontramos en Segovia y Valladolid. Bajo el lema 'Soberanía Nacional y Derechos Sociales', la Falange ha obtenido el permiso para ocupar la vía pública, colgar pancartas o colocar sillas en toda una plaza, aunque la asistencia era reducida.
Tampoco ha faltado el canto del himno falangista 'Cara al Sol', o las palabras del presidente de este grupo antidemocrático, Manuel Andrino: "Los partidos, los sindicatos y los empresarios corruptos han provocado una enorme precariedad contra el trabajo". Además, también tildan de "presunta democracia" lo que se vive ahora bajo la Constitución y se pegan a la crisis sanitaria y económica para relanzar sus discursos y tomar parte de la escena pública. Y añade: "Enfrente de la izquierda antinacional y globalista. Enfrente de la derecha insensible ultra liberal que mira a otro lado mientras los españoles pasan hambre. En Valladolid al lado de nuestros camaradas".
Sobre feminismo, la Falange también se lo hace suyo, a su manera. A través de twitter, escribe: "¿Feminismo con memoria? Mercedes Sanz-Batxiller, María Paz Unciti, Mercedes Fórmica, Dora Maqueda, Pilar Primo de Rivera... Mujeres falangistas, auténticas revolucionarias. Verdadero feminismo con memoria, no corrompido por el odio y la manipulación interesada". Por su parte, el acto en Segovia está previsto y anunciado por esta tarde a las 17.30h.
Las de hoy son un ejemplo más de otras manifestaciones, como la autorizada por la delegación del gobierno de Madrid contra los judíos. La Fiscalía de Madrid cree que podría existir un delito de odio en los insultos y "proclamas antisemitas" que se escucharon en un homenaje a la División Azul en la región y por eso ha abierto una investigación al respecto. Esta permisividad choca, en el mismo tiempo, con la prohibición de la misma delegación de todas las manifestaciones y concentraciones previstas por el domingo 7 y el lunes 8 de marzo en la Comunidad de Madrid en el marco del Día Internacional de la Mujer. Según han explicado, después de estudiar "detalladamente" todas las peticiones presentadas y "teniendo en cuenta las posibles confluencias de diferentes concentraciones multitudinarias en varias zonas de Madrid", ha adoptado la decisión de "prohibirlas todas" por "motivos de salud pública".
La Delegación lo argumenta por el hecho de que Madrid "sigue siendo uno de los territorios de España con más índice de contagios y de personas hospitalizadas, por encima de la media nacional." Sin embargo, los colectivos feministas ya han denunciado la situación y han recordado que el derecho a la manifestación es un derecho democrático.