La emergencia por sequía no llega todavía. El conseller de Acción Climática, David Mascort, ha anunciado este martes que el sistema Ter-Llobregat de Catalunya entrará a la próxima fase a partir del mes de enero, en caso de que no llueva. Así, si hace unas semanas el Govern preveía decretar la emergencia a mediados de diciembre, ahora calcula que este paso podrá retrasarse hasta enero, cuando las reservas de agua en los embalses se encuentren por debajo del 16% --el requisito necesario para anunciar la emergencia-. Este cambio supondrá limitar la dotación hasta 200 litros por habitante y día, un máximo que se irá reduciendo hasta 180 y después a 160 en caso de que no haya una mejora en los embalses, mientras que también se aplicarán restricciones notables en los sectores de la agricultura, la ganadería, la industria y la recreación.
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💦 Restricciones por la sequía en Catalunya: las medidas que entrarían en vigor a partir de enero
"La previsión era entrar en emergencia en diciembre, pero hemos conseguido alcanzar gracias al trabajo que hemos hecho todos juntos", ha explicado el conseller. En todo caso, la previsión de entrar en enero se cumplirá "si sigue lloviendo en mínimos históricos y se sigue reduciendo el uso de agua". "Si cae un poco más de agua, podremos llegar hasta febrero", ha explicado. Mascort también ha concretado que la emergencia no se declarará el próximo mes en todo Catalunya, sino en el sistema del Ter-Llobregat, ya que las unidades Fluvià-Muga y Riudecanyes ya se encuentran ahí actualmente, mientras que la zona del Ebro no depende de la Generalitat.
Nuevas medidas y restricciones
Por otra parte, la Generalitat ha anunciado nuevas medidas y restricciones de cara a la fase de emergencia, y que actualmente no se incluyen en el Plan Especial de Sequía. Así, se permitirá la apertura de piscinas públicas, así como de aquellas instalaciones deportivas que utilizan agua --como campos de fútbol--, pero se requerirá el cierre de las duchas porque, según el conseller, e as quí donde se consume más agua. "El consumo mayoritario de agua es en los vestuarios", ha explicado. Además, también habrá restricciones para aquellas actividades con usos intensivos que se esté tramitando su solicitud. Así, instalaciones como granjas que usan un alto volumen de agua y no podrán ponerse en marcha mientras Catalunya esté en emergencia, sino que "se prorrogará" hasta salir de la emergencia.
Mientras tanto, también se retocarán las restricciones para permitir el riego de árboles en caso de que se considere necesario para evitar que mueran. Eso se debe especialmente a que los árboles en pueblos y ciudades se consideran "refugios climáticos", los cuales en un contexto de emergencia climática son de vital importancia. Finalmente, se rebajarán los caudales ecológicos del Ter, el Llobregat y la Muga para alargar las reservas en los embalses, una medida que será temporal. Una vez por semana se liberará una cantidad limitada de agua para reducir el impacto del bajo caudal, pero la medida calcula alargar hasta 136 días el agua en los embalses.