Lluís Llach se estrena al frente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC): más de un millar y medio de personas —según la Guardia Urbana— se han movilizado este sábado por la tarde convocados por la entidad, en una concentración en el centro de Barcelona en la que la entidad independentista ha exigido la aplicación total de la amnistía a todos los líderes independentistas encausados o condenados por los hechos del 1-O y donde se ha denunciado el "golpe de Estado judicial" que, en opinión de la ANC, protagonizan los magistrados que rechazan aplicar la medida de gracia al procés en el caso de Carles Puigdemont u Oriol Junqueras por malversación. "¿Dónde están los jueces demócratas, que no se les escucha?", se ha preguntado Llach durante los parlamentos, en los cuales ha denunciado que la cúpula judicial "interviene el Parlament cuando le da la gana y dice quién puede ser candidato y quién no" y hace de los votos de los catalanes "una pantomima democrática". Un "golpe", ha seguido Llach, protagonizado por "marchenas y llarenas" a los que la Assemblea acusa de "prevaricar" para subvertir el poder Legislativo.

Bajo el lema "Desobedecemos a los jueces españoles. Independencia" y encabezada por Llach, la manifestación ha empezado hacia las 17.00 h en plaza Urquinaona con Via Laietana y se ha dirigido hasta el Palau de la Generalitat entre cánticos de "independencia", "Illa no, unidad" o "No es justicia, es venganza". Delante de la comisaría de Via Laietana se ha entonado el ya típico "sería las fuerzas de ocupación" y de manera espontánea se ha sentido algún "Puigdemont, nuestro presidente" proveniente de algunos asistentes, que tambien comentaban entre ellos que "nada se ha acabado, como dicen en Madrid". Paralelamente, se han organizado concentraciones ante embajadas y consulados españoles en varias capitales del mundo con el objetivo de persistir en la internacionalización de la causa independentista.

Más de un millar de personas ha rechazado la aplicación de la amnistía por parte de los jueces. / Montse Giralt

A las puertas del Palau de la Generalitat, Llach ha pronunciado un enérgico discurso en el cual ha situado la independencia como principal objetivo: "A ver si los políticos que se llaman independentistas lo entienden. No nos engañaréis más; sin independencia Catalunya no tiene futuro", ha afirmado el presidente de la ANC, justo después de haber mencionado los problemas que sufre Catalunya en materia de sanidad, educación, con los trenes, la crisis de los payeses o el "robo fiscal"; retos para los cuales Llach receta la plena soberanía catalana. "La independencia empezará en los trenes", ha ironizado Llach. También se ha escenificado una actuación con la canción "Tot explota pel cap o per la pota" de fondo: se han repartido panes de payés que se han desmenuzado con los versos "Ya no nos alimentan migas, ya queremos el pan entero" acompañando la acción. Unas migajas de pan que han echado expresamente ante el Palau de la Generalitat y que han quedado allí en el suelo, entre otras inmundicias como latas o botellas, una vez han marchado los asistentes.

Precisamente, sobre el futuro de la política catalana y la voluntad de situar la independencia en el centro, Llach ha reclamado a Esquerra Republicana que no invista al socialista Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Lo ha hecho interpelante directamente la secretaria general del partido, Marta Rovira —recientemente llegada a Catalunya después de seis años de exilio en Suiza—, a quien ha pedido directamente que no colabore para que "las tinieblas del 155 ocupen el asiento de nuestra dignidad nacional". "Rovira, no hagas presidente a Illa", ha clamado al presidente de la ANC, entre aplausos de los asistentes. ERC está negociando el posible apoyo a una investidura de Illa, que estaría a cambio de unas demandas como avanzar en una financiación singular para Catalunya.

 

Ha sido una manifestación de tamaño considerable, más de 1.500 asistentes, según la Guardia Urbana. La ANC, sin embargo, rechaza la cifra y, si bien no da una concreta, asegura que es muy superior porque se ha "llenado a tope plaza Sant Jaume". Se han fletado 15 autobuses para llevar manifestantes en Barcelona, explican fuentes de la ANC, que aseguran a El Nacional que hacía tiempo que se lograban estas cifras más allá de la Diada del 11 de septiembre. Además de la Assemblea también han apoyado y asistido desde la Coordinadora de la Abogacía de Cataluña, los CDR, la Intersindical, la Comisión de la Dignidad, Alerta Solidaria, CUP, Voluntarios por la República y la Asociación Memoria Contra la Tortura. No ha habido representación de ERC a la marcha, según la ANC; mientras que de Òmnium si ha habido miembros presentes.

Borràs, presente: "Aplicación [de la amnistía] defectuosa"

También ha estado presente la expresidenta de Parlament y presidenta de Junts per Catalunya, Laura Borràs, acompañada del diputado Francesc de Dalmases. Borràs ha asegurado este sábado que "la justicia española hace que la democracia española sea defectuosa" y ha señalado que la magistratura está amnistiando con "arbitrariedad" y "ad hoc" según los casos y que "no quiere hacerlo en los términos en que fue aprobada por el poder legislativo". "Ha elegido una vía rápida para algunos y para otras no quiere aplicar esta ley de amnistía", ha deplorado.

"Fue aprobada el 11 de junio y tendríamos que estar viendo los efectos de su aplicación. En cambio, estamos viendo los defectos de su aplicación", ha criticado la dirigente de Junts, que también se ha referido al retorno en Cataluña de los investigados por su presunta vinculación a Tsunami Democràtic —entre ellos la secretaria general de ERC, Marta Rovira— después de que el caso fundido desestimado por un error de forma. Borràs lo ha celebrado, pero ha recordado que "hay tres exiliados que no han podido volver y muchos independentistas que todavía no han sido amnistiados".

Laura Borràs en la manifestación convocada por la ANC esta tarde. / Montse Giralt

Estrada (CUP), contra la amnistía a policías

Por parte de la CUP ha asistir la diputada en el Parlament Laia Estrada, que ha criticado que el Govern esté "apoyando a la amnistía de policías" y le ha exigido que "empiece a actuar de oficio para devolver las sanciones económicas interpuestas contra independentistas". "Es un deber", ha asegurado en declaraciones a la prensa, y no hacerlo supone estar "colaborando con la represión". Estrada ha advertido que "a nadie le puede sorprender el papel del aparato judicial español".

"Siempre hemos defendido la necesidad de mantener cierta cautela respecto de este despliegue porque conocemos el talante franquista que impregna este aparato judicial español y especialmente la alta judicatura", ha dicho la dirigente anticapitalista, que también ha lamentado que la amnistía haya quedado "totalmente desvinculada" de la autodeterminación de Catalunya. "Tal como está formulada, ni acaba con la represión ni nos permite avanzar hacia la independencia. De hecho, la represión continúa", ha aseverado.

Primera manifestación de la ANC de Llach

Se trata de la primera gran manifestación de la ANC bajo el mandato de Lluís Llach, que accedió a la presidencia de la organización el 1 de junio del 2024, sucediendo a Dolors Feliu en el cargo. El cantautor fue escogido con el voto favorable de 48 de los 72 secretarios, dos terceras partes de los electos, si bien a la sexta votación y después de unos larguísimos plenos, sobre los cuales Llach reprochó "voluntad de bloqueo" a su candidatura. Al salir escogido, Llach prometió "comunicación bidireccional" entre la cúpula de la ANC y las bases —después de la polémica Lista Cívica que impulsó Feliu y que las bases tumbaron— y una apuesta por la "desobediencia civil" y la "confrontación con el Estado". 

Llach toma las riendas de la entidad en un momento en el cual el independentismo parece en horas bajas, habiendo perdido la mayoría en el Parlamento por primera vez en años y con los principales partidos, Junts y ERC, divididos y en constantes disputas. También con un electorado que ha sido mucho más desmovilizado y que se abstuvo masivamente en las últimas elecciones al Parlament, en el que se leyó como un reproche a los partidos por la carencia de resultados al hacer efectivo el objetivo de independencia que prometían.