A pesar del desgaste de los casos Begoña y Koldo, las protestas por la crisis de la vivienda y la beligerancia de la oposición, el POE mantendría los resultados actuales prácticamente intactos, pasando de 121 y a 120 diputados en una nueva convocatoria electoral. Así lo indica una encuesta realizada por SocioMétrica para El Español. Aunque los socialistas revalidarían su resultado, quedarían muy lejos de reeditar la mayoría que sostiene a Pedro Sánchez en la Moncloa. Por otra parte, el PP no solo pasaría de los actuales 137 escaños a 156, sino que sus posibles alianzas sí que los llevarían a volver a gobernar el Estado español.
El principal escollo de los socialistas para reeditar el pacto de investidura es su principal socio y compañero de gobierno: Sumar. La formación impulsada por Yolanda Díaz sigue perdiendo apoyos sondeo tras sondeo. En este caso, se apunta a que la formación pasaría de los actuales 31 diputados a solo 10, sería una derrota que marcaría la actual coalición. En una nueva convocatoria electoral, Unidas Podemos no se presentarían dentro de las filas de Sumar y por su cuenta mantendrían sus actuales tres escaños.
El resto de formaciones que sostienen al Gobierno de Sánchez no sufren batacazos como el de Sumar; de hecho, algunos obtienen algún escaño más. Con respecto a las formaciones catalanas, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) mantendría sus actuales 7 diputados. En cambio, Junts per Catalunya podría pasar de los 7 escaños a los 8.
El PP crece y Vox sigue perdiendo apoyo
Mientras que los populares crecerían en una nueva convocatoria electora, su principal socio saldría perjudicado. Vox sigue con su tendencia a la baja en los sondeos. En este caso, los de Santiago Abascal pasaría de los actuales 33 escaños a 29. A diferencia de los socialistas, los populares no pierden la posibilidad de llegar a la Moncloa por su principal socio, puesto que pactando con la extrema derecha sumarian 185 escaños, muy por encima de los 176 que marcan la mayoría absoluta.
Ambas formaciones podrían alcanzar la Moncloa si pactan, aunque recientemente Vox rompió alianzas autonómicas con los populares. En todo caso, quien no sería necesario en la ecuación sería Alvise y su formación, Se Acabó la Fiesta (SALF). El agitador de extrema derecha podría llegar a sacar un escaño en las proyecciones más optimistas, pero quedaría muy lejos de ser determinante para asegurar un gobierno del Partido Popular.