Carlos Mazón mantiene su batería de excusas por la negligente gestión de la DANA que arrasó al País Valencià hace cuatro meses. En un desayuno organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum, ha decidido mantener la línea de ataque directo que exhibió hace un mes y medio en un acto en València al lado de Alberto Núñez Feijóo y ha continuado exculpándose por las consecuencias del temporal del pasado mes de octubre. Uno de los temas que ha puesto encima de la mesa ha sido el tardío envío de la alerta masiva a los valencianos sobre las consecuencias de la DANA. Y ha vuelto a señalar sin complejos a la Moncloa. Carlos Mazón ha relatado que durante la tarde del 29 de octubre “nadie estaba prestando atención” a la zona sur de València, que “acabó destruida por una riada absolutamente imprevisible y casi bíblica”. “¿Por qué se mandó el mensaje a las 20.11 h cuando Paiporta y Catarroja ya estaban sepultadas bajo la riada y no se alertó a la población a tiempo para salvar todas esas vidas?”, se ha preguntado el presidente valenciano. “La explicación desgraciadamente es muy sencilla: no sabíamos que el barranco se estaba desbordando porque ni la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ni el Ministerio de Transición Ecológica nos dijeron que el barranco, que debía estar vigilado, se estaba desbordando y causando la destrucción que conocen”, ha contestado él mismo. “¿Cómo se iba a avisar de algo que no se sabía?”, ha verbalizado Mazón, que ha reprochado a la CHJ que “no tuviera ni la más mínima idea de lo que estaba ocurriendo”.
Concretamente, ha señalado que el aviso que se envió por teléfono a la ciudadanía se refería a la posible rotura de la presa de Forata, que fue el “único foco del centro de emergencias en una tarde en la que, sin que nadie lo supiera, el Barranco del Poyo ya estaba sepultando el sur de València”. Inicialmente, la información era que quedaban trece horas para que se rompiera, un “tiempo más que suficiente para avisar a la población”, pero el envío de la alerta se precipitó por “consenso” entre los gobiernos español y valenciano después de que el secretario de Estado de Medio Ambiente llamara advirtiendo de que se podía “romper en cualquier momento”. “Del desbordamiento del Barranco del Poyo no es que se avisara tarde, es que directamente no se avisó porque no se supo hasta comprobar sus efectos al día siguiente sin que la Confederación dijera ni media palabra al respecto a pesar de ser una obligación por ley”, ha relatado. Hace diez días, en la información remitida a la juez que investiga la gestión de la DANA, el gobierno valenciano responsabilizó del envío de la alerta a Salomé Pradas, la entonces consellera de Justicia e Interior y responsable de las emergencias, que fue cesada semanas después del temporal.
“Nadie de la CHJ, ni del Ministerio, ni de la Delegación del Gobierno advirtió de lo que estaba pasando durante más de dos horas y media de silencio eternas. Cuando lo hizo, fue a través de un email que el presidente de la CHJ ni siquiera trasladó al plenario del CECOPI”, ha añadido. Asimismo, ha defendido que el operativo de lluvias “sí que funcionó” y ha sostenido que las lluvias fueron en el norte, mientras que las peores consecuencias fueron al sur, donde no llovió la tarde del 29 de octubre. “Lo que no funcionó fue la riada que no supimos”, ha añadido. “Esta es la explicación de por qué se produjo la desafortunada y terrible situación de que mucha gente recibiera un mensaje de alerta cuando la riada ya les había arrasado. Les avisamos para que se prepararan de la posible rotura de una presa sin saber que el Barranco ya les había sepultado”, ha remachado.
Niega que estuviera incomunicado el día del temporal y alega que participó en dieciséis llamadas
Otro de los puntos en los que ha querido hacer hincapié Carlos Mazón ha sido en su papel el día de la DANA. Fue cuando comió con la periodista Maribel Vilaplana para ofrecerle la presidencia de la televisión pública valenciana y acabó llegando al CECOPI cuando la reunión llevaba tres horas en marcha. “Es rotundamente falso que estuviera incomunicado”, ha afirmado. Y, como prueba de ello, ha asegurado que desde que empezó el CECOPI hasta las ocho de la noche participó en dieciséis llamadas. Sobre si el envío masivo se hizo tarde a causa de su ausencia, ha vuelto a sacudirse las responsabilidades: “Es imposible que el CECOPI esperase a alguien que no forma parte de su órgano decisor para tomar una decisión”.
En relación con las dieciséis llamadas, Mazón ha especificado que cinco fueron con Salomé Pradas, la consejera de Justicia e Interior, tres con Vicente José Mompó, el presidente de la Diputación de València, y dos con Juanfran Pérez Llorca, el síndico del PP, que estaba haciendo una “ronda de preparación e información sobre los pueblos”. Además, habló con el alcalde de Cullera (que es quien afirmó que esa llamada fue “más propia de alguien que acaba de salir de una comida de cinco horas”), con el director general de Comunicación de la Generalitat Valenciana, con el secretario autonómico de Infraestructuras, con la directora general de la secretaria del gabinete y con el director general de organización y coordinación de Presidencia.
Acusa a Pedro Sánchez de convertir a València en un “tablero de juego político” e “instrumentalizar el dolor”
Carlos Mazón también ha defendido no haber pedido la declaración de la emergencia nacional como reclamó desde el primer día Alberto Núñez Feijóo. “Ninguno de los técnicos lo consideró necesario y confiamos en que el Gobierno colaborara al máximo y mandara toda la ayuda necesaria y de la forma más rápida posible para hacer frente a la catástrofe”, ha argumentado el presidente valenciano. “Mientras yo les imploraba colaboración y recursos con la mejor de mis sonrisas, ellos pagaban la primera campaña de publicidad online contra mí”, ha lamentado. Y ha dejado dos interrogantes en el aire: “¿Cree alguien que habría sido adecuado ceder el mando de la emergencia a aquellos que escatiman en recursos con el objetivo de perjudicar a la Generalitat a pesar de que sepan que perjudican a los valencianos? ¿Era el momento de que la Generalitat arrojara la toalla frente a los valencianos?”.
Además, ha sido muy duro con la Moncloa y ha acusado al Gobierno de haber “retrasado las ayudas y tardado en mandar efectivos” y de haber “escatimado en el envío de militares y maquinaria” por haber decidido que lo que sucedía en València “no era la mayor catástrofe natural que se ha vivido en España en la historia reciente, sino un tablero de juego político en el que poder debilitar a su rival”. “Todas las decisiones que han tomado respecto a emergencia y recuperación las han tomado de forma medida, fría y calculada, asignando más o menos recurso a València en relación con cuánto crean que esos recursos iban a perjudicar o beneficiar a la Generalitat”, ha remachado.
Asimismo, ha acusado al Gobierno de “construir un relato” con “flagrantes falsedades” y una “maquinaria de manipulación y mentiras” para “tapar la verdad”, “ocultar sus errores” y “cobrarse la victoria política que no consiguieron en las urnas”. “Activó sus terminales mediáticas para activar una campaña para culpar a la Generalitat y a mí de la catástrofe. No soy una víctima, soy un daño colateral de las excusas del Gobierno para deshacerse de su responsabilidad”, ha esgrimido. Finalmente, ha reprochado a los partidos de izquierdas que hayan “instrumentalizado el dolor provocado por una tragedia para intentar obtener réditos políticos” y lo ha comparado con el Prestige, el 11-M y el coronavirus.