En paralelo a la investigación entre el PP de la Comunidad de Madrid liderado por la presidenta Isabel Díaz Ayuso y su hermano Tomás como intermediario de la venta de mascarillas, se abre otro melón en el PP del Ayuntamiento de Madrid. Su alcalde José Luis Martínez Almeida pagó a través del consistorio un millón de euros a Luis Medina, hijo de Naty Abascal y el difunto duque de Feria Rafael Medina. Pero lejos de retractarse o dar explicaciones, Medina ha sacado pecho de la operación: "No he hablado con familiares de Almeida. Cobré un millón de euros pero no es ilegal", en declaraciones a El Confidencial.
Acusado de estafador
No lo ve así la Fiscalía Anticorrupción que ha presentado una querella ante los Juzgados de Madrid contra él como intermediario pero también contra el empresario Alberto Luceño, proveedor del material sanitario, y los acusa de estafa, blanqueo de capitales y falsedad documental por supuestas irregularidades en la venta en el Ayuntamiento de Madrid de mascarillas, guantes y tests covid por un importe total de 11,9 millones de dólares durante la primera ola de la pandemia por covid el año 2020. ¿Los méritos de Medina para cobrar un millón? Poner en contacto a este empresario con la directora general de Presupuestos y Recursos Humanos del ayuntamiento, Elena Collado. Pero en paralelo, Medina también utilizó su amistad, según la misma Fiscalía, que mantenía este con un familiar de Almeida.
"Los guantes no eran malos"
La entrevista en El Confidencial da titulares esperpénticos. "Un día comenté que era una lástima no utilizar los contactos que yo tenía en China y dio la casualidad que esta persona a quien le hice el comentario, conocía a un hermano de Almeida. Me dijeron que era el hermano pero quizás era el primo, no lo sé seguro. Pero finalmente me pasaron el teléfono y acabé hablando con la señora Collado. Cerré una operación y me cobré un 8% de la comisión, entiendo que la gente no lo vea normal pero es así. Y es totalmente falso que la calidad de los guantes sea mala".
Un yate para blanquear dinero
En paralelo al alboroto, también se cuestiona la falta de ética de esta comisión que, con los ingresos ganados, Medina reconoce que se ha comprado un yate valorado en 725.515 euros pero niega que la titularidad del barco sea también de su hermano, Rafael Medina, como defensa el Ministerio Público. El barco se pagó, en parte, con el contrato de Almeida con un total de 325.515 euros y pertenece a una sociedad con sede en Gibraltar donde sí consta el hermano. El yate es un Eagle 44 bautizado con el nombre de Feria, tiene 13 metros de eslora y está en el punto de mira porque la Fiscalía, que investiga el caso desde hace dos años, defiende que sirvió para blanquear parte del dinero obtenido por el contrato de la covid.
La prensa del corazón también se mezcla en este caso y mucho antes de que eso salpicara la justicia, un reportaje de la revista Hola fotografió a los dos hermanos y explicaba que el hermano Rafael "había cumplido uno de sus grandes sueños de estrenar un barco propio vestido con un look más casual y relajado para desplazarse a Sotogrande y vivir en directo las competiciones de las regatas".
Hoteles en Marbella, coches de lujo y Rolex
Por su parte, el empresario Luceño también tiró de grandes lujos con los beneficios obtenidos. De los más de 5 millones que cobró, una buena parte, 3.272.548,01 de euros los destinó a cinco noches de hotel en Marbella con 60.000 euros por dormir; tres relojes Rolex de 42.450; una docena de coches de alta gama que superan el millón donde encontramos un Aston Martin, un Mercedes, un MBW, un McLaren, un Porsche Panamera o un Lamborghini; y una casa en el lujoso Pozuelo de Alarcón madrileño valorado en 1.107.400 euros. La Fiscalía también lo investiga por blanqueo.