Xavier Melero es un abogado penalista con una larga trayectoria. Le encargaron la defensa de Joaquim Forn cuando la dejó Cristobal Martell y ya estaba en el caso para dirigir la defensa de Meritxell Borràs. Es uno de los tres abogados del juicio del 9-N. Él fue el abogado de Artur Mas.

Melero ha esquivado siempre las cámaras. No ha sido muy amigo de explicar nada fuera de la sala de vistas. Y siempre ha presumido de mantenerse al margen del conflicto político a pesar de ser una de las defensas de un juicio, reconocido por todos, eminentemente político.

Cuatro meses después publica el libro L'encàrrec, sobre el juicio del procés como una crónica que explica cómo puede un abogado no independentista defender el juicio del procés.

¿Por qué has tenido la necesidad de escribir del libro?

Supe que mucha otra gente también lo escribía, si hubiera sido el único no lo hubiera hecho. Pero como saldrían muchas opiniones sobre el juicio del procés pensé que la mía podía ser una más que completara el patchwork de una manera más global. En este sentido puede cumplir la modesta función. Hacerlo me fue bien. Me ayudó con el juicio, a fijar mi opinión y mis vivencias y a pasar página.

¿Cómo se compagina el secreto profesional con el cliente y escribir un libro?

Le dije al editor que entre lo que está afectado por el terreno profesional y lo que ya es público y notorio, queda muy poca cosa. Pero me dijo que mi visión personal podía tener interés. Los diálogos más comprometidos con Quim Forn, él los ha supervisado todos y ha mostrado su conformidad. Y otras personas que salen, como Lluís Corominas, lo han leído. Nada de lo que hablábamos allí era secreto, pero personal y moralmente creía que era necesario que dieran su conformidad.

¿Quim Forn también ha hecho un libro, como os habéis complementado?

Yo me he leído el suyo por si hay algún inconveniente, le di mi bendición absoluta, y viceversa. Coincidimos en el punto sobre nuestra única discrepancia, que es el derecho a la última palabra, que vi que lo explicamos igual. Yo le digo que no diga ni mu, él dice que quiere decir la última palabra y nos ponemos de acuerdo y yo entiendo que él como político lo tiene que hacer y así lo consensuamos. Y vi que él lo escribía exactamente igual.

Tú fijas una defensa técnica en un juicio político. ¿Por qué?

Creo que un profesional no puede hacer nada más que una defensa técnica. Hay una defensa política que es la de ruptura. Es ir a decir que son unos fascistas, que no reconoces lo que están haciendo, que son ilegítimos y que no sientes vinculado por su pronunciamiento, es cruzarte de brazos y "a otra cosa mariposa". Y después que no son de ruptura. Acepto que es un juicio y haré oír mi voz acepto el procedimiento, lo haré según la ley de enjuiciamiento criminal y con este margen que acepto practicaré las pruebas e intentaré llegar a la conclusión. En este sentido todo el mundo aceptó el juicio, no hubo ningún procedimiento de ruptura. Y dentro de las defensas cada uno tuvo su estilo. Mi voz podía sonar más técnica y la de otro podía sonar más política, pero confluían todos con un único objetivo, que era intentar la absolución y lo mejor para nuestros clientes y no hubo ninguna desavenencia. Si no llego a hacer yo esta defensa lo hubiera tenido que hacer alguien. Como la defensa que hizo Benet Salellas de los derechos fundamentales se tenía que hacer, si no lo hubiera hecho él lo hubiera hecho otro.

¿Viendo la sentencia, sin embargo, casi es igual la defensa que se haya hecho, no?

Si. Ni técnica ni política. Creo que se han equivocado y por eso hago una severa descalificación severa de la sentencia. Y no tengo que hacer una descalificación política. Con una descalificación técnica soy más duro aunque los que hacen un planteamiento de descalificación política.

¿Cuándo calculas que Quim Forn puede salir de la prisión?

Me cuesta hablar de cosas penitenciarías porque creo que los acaba perjudicando, porque tienen el foco puesto encima que cualquier cosa que se dice puede ser interpretada como una provocación por cualquiera. Creo que se tiene que ser cuidadoso. Pueden acceder a permisos penitenciarios cuando lleven una cuarta parte de la condena cumplida, en el caso de Quim será el mes de mayo, y se tienen que clasificar en el tercer grado penitenciario. Son personas que no tienen ninguna consideración política. Son personas susceptibles de ser clasificadas ya de tercer grado. Lo que implicaría que cumplieran la pena en un régimen de semilibertad. Eso es lo que les toca. ¿Que por razones de prudencia no se les dé eso y se les clasifique de segundo grado? Pero lo que les toca es el tercer grado.

¿Que por cierto, no están clasificados, no? Y ya ha pasado un mes de la sentencia.

No. El que diga que la administración penitenciaría catalana son un grupo de esbirros del Torra y que trabajan para discriminarlos positivamente que se lo haga mirar porque quién diga eso no tiene ni puñetera idea. Cada centro tiene agenda desde las reuniones de la junta de tratamiento, pero que las tengas agendadas no quiere decir que no las puedas convocar cada vez que haga falta. Lo que es evidente es que en este caso no se ha dado nadie ninguna prisa.

¿Cómo se compagina la estrategia jurídica con la ideología política?

No hemos tenido ningún tipo de fricción política mi cliente y yo. Es más, el mensaje de mi cliente desde el principio fue muy claro: tú ocúpate de la defensa técnica que de la política ya me ocupo yo. Y nos hemos entendido perfectamente. No ha habido ni un solo de mis movimientos técnicos que haya sido criticado políticamente por mi cliente ni ninguno de sus movimientos políticos que haya sido descalificado por su abogado.

Pero a la hora de declarar a puerta cerrada en el Tribunal Supremo, ¿hasta dónde estaba dispuesto a llegar?

Yo le planteé en la Mesa del Parlament: acato la Constitución, acato el 155 y renuncia a la vía unilateral. Y funcionó como un reloj, funcionó la mar de bien. De hecho, lo asumió prácticamente todo el mundo, este planteamiento. Lo que pasa es que después ya estaba quemado. Funcionó en diciembre para las primeras libertades que se decretaron y después de aquello se rompió la lógica que parecía que tenía que llevar a mejorar la situación. Parecía que el horizonte más probable para todos era la libertad provisional para todos a la espera de juicio. Y eso el mes de marzo se rompe. No sé por qué. Siempre pongo el mismo ejemplo con la Meritxell Borràs. Está con la Dolors Bassa, llevan vidas paralelas. Entra en la preso, salen el mismo día, y en marzo la Dolors Bassa vuelve a entrar procesada por rebelión y la Meritxell Borràs se queda a fuera por desobediencia y malversación. ¿En qué se diferencian Meritxell y Dolors Bassa? Pues que Dolors Bassa se presentó a las elecciones del 21-D. No soy capaz de encontrar ninguna otra diferencia. En aquel periodo entre diciembre y marzo esta lógica inicial se estropea. Después está cuando se marcha Marta Rovira y Anna Gabriel, aunque sea mentira, sirve como estrategia de justificación para el instructor y la Fiscalía y entramos en una nueva fase que culmina con el auto de procesamiento y que llega hasta el final.

¿Por qué no dejan libre a Quim Forn el 4 de diciembre?

Junqueras no sale porque es el vicepresidente y Quim por los policías. Controla la sección armada del golpe.

¿Cómo planteas el juicio que puede afectar al mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, que está pendiente de otro juicio en la Audiencia Nacional?

Yo hablo con la abogada del mayor, ponemos de manifiesto lo que haremos cada uno. Todo eso es un deseo de Quim Forn que dice que no quiere perjudicar para nada en los Mossos. Y yo alguna vez le digo "escucha, que se defiendan ellos. Tú defiéndete a ti mismo. Si el dispositivo que hicieron el 1-O era un churro y no los diste ninguna instrucción ya se defenderán ellos", pero Quim decía que los quería dar apoyo hasta el último momento. Con los Mossos tenían una divergencia que sabíamos que afloraría. Lo sabíamos todos. Y quien había puesto esta divergencia sobre la mesa era Trapero. Cuando él lo hizo no lo consensuó con nadie y nosotros nos lo encontramos.

¿Es un reproche eso?

¡No! Todo el mundo se tiene que defender en todo.

¿De qué manera puede marcar la sentencia de Quim el juicio del Trapero?

De momento la sentencia lo que hace es atar las manos de la Fiscalía por lo que a la rebelión se refiere y le deja todo el margen de debate abierto respecto de la sedición. Yo creo que la sentencia del Supremo intenta no meterse mucho con la cuestión de los Mossos pero no lo consigue y deja caer algún comentario sobre la pasividad de los Mossos que es lo que tendrá que desvirtuar Olga Tubau.

Estuviste en el juicio del 9-N cuando parecía que tenía que ser el juicio del siglo.

Fíjate tú... Blancanieves y los siete enanos... madre mía... Aquel juicio ahora... ¿Las condenas por desobediencia donde se tiene que firmar? Tráiganmelas todas. Estábamos todos más tensos y más rígidos en el juicio del 9-N que en este del Supremo. Porque estábamos con el presidente de la Generalitat y después hemos pasado página tantas veces. Estamos en unas ligas que no tienen nada que ver.

Eres un abogado que te mueves habitualmente por Madrid. Para ti no era nuevo el Tribunal Supremo. ¿Cómo coordinasteis las defensas?

Cada uno se mueve como se mueve y como es. Y habla con quien habla y tiene las amistades que tiene. Con las otras defensas tanto el ambiente como la cooperación funcionaron perfectamente. Hubo un momento en que yo empecé a tener reuniones con los fiscales antes del juicio para plantear cuestiones respecto a los desobedientes de la Mesa del Parlament si se quedan, si se marchan. Yo se lo decía a Jordi y a Andreu. Había transparencia, no hubo interferencias entre las defensas.

Hay abogados que hicieron contacto en el ámbito político.

Yo no. Y no tengo ninguna influencia política, ni sabría con quién hablar.

¿Sufriste porque tu cliente se presentara a las elecciones? ¿Hasta qué punto influenció en tu estrategia de defensa?

Yo le dije cuando se presentó de concejal que había quedado con Cristobal Martell en que no se presentaría y que dejaba la política. Y Quim me dijo: "sí, para lo que me ha servido...". Y yo le dije: "Tienes toda la razón, preséntate donde te de la gana". Que me digan que presentarse a unas elecciones es un riesgo de reiteración delictiva es una barbaridad. Yo no puedo hacer pronósticos técnicos contando con barbaridades y cosas surrealistas. Trato de gestionarlas.