La jueza de Catarroja centra su investigación sobre la DANA en el País Valencià del pasado 29 de octubre en que "los daños materiales no se podían evitar, pero las muertes sí". La instructora considera que la alerta masiva que se envió a los móviles de los ciudadanos de las zonas afectadas el día de la catástrofe fue "notablemente tardía" —a las 20:11— cuando muchos municipios ya estaban inundados, y que su mensaje era "erróneo en el contenido". Una de las claves de la magistrada es averiguar por qué el mensaje a través de ES-Alert se envió 3 horas más tarde de que el Cecopi (Centro de coordinación operativa integrado) se reuniera de urgencia. El protocolo señala que el contenido del mensaje es competencia de la Generalitat Valenciana, y en este caso, el texto solo aconsejaba que se evitaran los desplazamientos, aunque "muchas de las víctimas murieron sin salir de la planta baja de su domicilio, al bajar al garaje, o simplemente por estar en la vía pública", según apunta la jueza en un auto.
Ausencia de mensaje de alerta
La magistrada señala que las investigaciones se centran en "la palmaria ausencia de avisos a la población, que no pudo tomar ninguna medida para protegerse". La jueza afirma que esta es una de las principales denuncias de los familiares de las víctimas, e insiste en que el Estatuto de Autonomía "establece como competencia exclusiva de la Generalitat la protección civil". La jueza indica que su investigación sobre la DANA, que dejó 227 muertos y 3 desaparecidos, se centra "exclusivamente" en los presuntos homicidios y lesiones imprudentes de quienes son, de momento, las víctimas en los partidos judiciales de Catarroja (76 muertos) y Torrent (80). Sin embargo, la magistrada hace referencia a futuras investigaciones en otros juzgados por los mismos hechos.
En relación con la petición de diligencia de Podemos para recabar información sobre la movilización de los Bombers Forestals por parte de la Generalitat o del Cos de Bombers de València el 29 de octubre, la jueza alega la "imposibilidad absoluta de los cuerpos de bomberos de evitar o simplemente reducir el altísimo número de defunciones o lesiones que tuvieron lugar el 29 de octubre, incluso en el supuesto de una correcta y adecuada organización y despliegue de estos cuerpos". La magistrada señala que "el torrente de agua y barro de las calles, la altura a la que llegó el agua, hacía inviable que los vehículos de bomberos se introdujeran por las calles con el fin de salvar a la población que estaba ahogada".
Se esperó a Mazón para enviar la alerta
La ausencia del president de la Generalitat, Carlos Mazón, en la reunión del Cecopi hasta las 19:30 horas es una de las grandes incógnitas del día de la DANA. La exconsellera de Interior, Salomé Pradas, que estaba presente en la reunión, fue la primera destituida del gobierno de Mazón un mes después de la DANA por el propio presidente después de que esta protagonizara una gran polémica cuando reconoció que desconocía la existencia del sistema de alerta masiva vía móviles hasta 10 minutos antes de enviarlo.
La tardanza en el envío de la alerta a los ciudadanos de las zonas afectadas también es una de las preguntas que se hace todo el mundo. Las versiones del gobierno valenciano han ido cambiando en los últimos 3 meses, el último argumento fue hace solo unos días, cuando los de Mazón responsabilizaron a Pradas de haber enviado tarde el aviso. Ahora, según relata La Vanguardia, la exconsellera se esperó a tener una reunión a solas con Carlos Mazón antes de tomar la decisión de lanzar la alerta a la ciudadanía. Dos miembros del Cecopi han relatado que entre las 18:00 y, hasta más tarde de las 19:00, Pradas no se atrevió a adoptar ninguna decisión a pesar de que varios miembros del organismo de Emergencias le pidieron que alertara a la población de la grave situación que se vivía en el País Valencià y que todo apuntaba que se podía complicar. Pradas tuvo varias conversaciones telefónicas sin informar a los presentes a la reunión con quienes hablaba. Mazón, que estuvo desaparecido durante horas porque estaba comiendo con una periodista hasta las 18:00 horas, llegó al Cecopi hacia las 19:30 horas y mantuvo una pequeña reunión con Pradas, que según los testigos duró entre 10 y 15 minutos. Después fue la misma exconsellera quien ordenó lanzar la alerta, que por razones técnicas, tardó más de media hora a prepararse y enviar a los teléfonos móviles.