A pesar de las semanas de negociaciones desde que Sílvia Orriols perdió la cuestión de confianza del pleno de Ripoll a finales de enero, este martes Junts ha anunciado que no se sumará a la moción de censura contra la alcaldesa de la capital del Ripollès. La decisión del partido de Carles Puigdemont ha provocado una ola de reacciones, también por parte de aquellos partidos que planteaban un gobierno alternativo para echar a la líder de Aliança Catalana. Una de las más contundentes ha sido la secretaria general y portavoz de Esquerra, Elisenda Alamany, que ha cargado muy duramente contra la dirección nacional de Junts. Desde la sede de su partido ha lamentado que a pesar de que el pacto estaba prácticamente cerrado en las últimas horas, con el visto bueno de Junts en Ripoll, en Barcelona les ha entrado "miedo". "Junts no se ha atrevido ante un pacto que ya estaba cerrado, les han temblado las piernas", ha asegurado Alamany, que ha sacado pecho de la generosidad que había puesto ERC para llegar a un entendimiento, que según la también portavoz del partido, por la cual la alcaldía de la capital del Ripollès quedaba en manos de los juntaires.
Llamada de Junqueras a la dirección de Junts
"Quien no combate la extrema derecha termina devorado", dice el PSC
El PSC, partido que también debía formar parte del gobierno de Ripoll en caso de que la moción hubiera prosperado, han lamentado que tras trabajar "muy duro" en las últimas semanas para que Orriols fuera desalojada de la alcaldía, ahora Junts se haya echado atrás. En palabras de su portavoz en el Parlament, Elena Díaz, el partido ha querido dejar claro su compromiso "para combatir los discursos de odio y para no situar en el centro de la vida política a estos grupos". A través de las redes, el presidente del grupo parlamentario del PSC, Ferran Pedret, también ha lamentado la decisión de Junts, a quien ha acusado de actuar con electoralismo: "Pensando en 2027, ha optado por contemporizar con la extrema derecha. Es un grave error. No será frenada ni asumiendo el discurso, ni las políticas, ni colaborando con ella. Quien lo haga terminará devorado por el monstruo al que alimenta", ha reflexionado.
Junts consideran que la moción "no es viable"
Mientras Jordi Albert comparecía en rueda de prensa, Junts ha hecho público un comunicado donde descartaba la decisión de descartar sumarse a la moción de censura, para la cual son necesarios todos los partidos del consistorio. "No es viable sustituir un gobierno en minoría por otro gobierno en minoría", aseguran en el texto conjunto con la sección local en Ripoll. Los juntaires también argumentan que no presentarán una moción de censura contra Orriols porque "aumentaría el victimismo" y atizaría a una "confrontación social de difícil reproducción". "Ya hemos visto que a Aliança Catalana esta estrategia le interesa y no tiene ningún límite ético para conseguir su propósito", dicen el partido de Carles Puigdemont, que consideran que la alternativa a la alcaldesa tiene que ser fuerte, con un gran apoyo popular y de la mayoría de los ripollesos. Unos elementos que consideran que, a estas alturas, no se dan.
La CUP critica a Junts por "priorizar sus intereses de partido"
La CUP considera "muy grave" que Junts per Catalunya se haya "descolgado del que era un consenso de toda la oposición de los partidos a Ripoll", después de que haya descartado participar de la moción de censura con el PSC y ERC. En declaraciones difundidas por el partido, la portavoz del Secretariado Nacional, Su Moreno, ha defendido que la iniciativa buscaba "echar a alguien que, además de difundir discursos de odio, no ha hecho nada beneficioso por Ripoll". Y ha señalado directamente a la dirección encabezada por Carles Puigdemont: "Hoy hemos visto como Junts ha hecho caso a Barcelona y ha puesto sus intereses de partido por encima de los intereses de la gente".