La guerra interna dentro de ERC continúa y cada día que pasa las diferencias entre los diferentes sectores son más profundas. Este lunes se libró una batalla a plena luz del día con Marta Rovira acusando la candidatura de Oriol Junqueras de filtrar un mensaje en la prensa, en los que ella reclamaba aprovechar los carteles sobre el alzhéimer de los hermanos Margall para arrancar votos. Con el partido dividido y hundido dentro de una crisis que recuerda a la del 2008, Carme Forcadell se ha pronunciado al respecto. Como Rovira, es partidaria que los liderazgos de 2017 (entre los cuales el suyo, que entonces presidía el Parlament) se retiren para intentar relanzar un movimiento independentista en horas bajas. Eso también incluiría a Junqueras, que optará a recuperar la presidencia de ERC en el congreso del 30 de noviembre, o también a Carles Puigdemont. "Hacen falta nuevos liderazgos, todas las personas que estuvimos al frente en 2017 tendríamos que dar un paso el lado, pero yo no soy nadie para decir que tienen que hacer ni el president Puigdemont ni Junqueras. Yo personalmente creo que hace falta renovación, pero cada uno tiene que tomar sus decisiones", ha manifestado en una entrevista al programa Aquí Catalunya de Ser Catalunya.
A mediados de julio, se planteó que Carme Forcadell, figura con mucho peso dentro del partido, pudiera ser candidata a la presidencia por parte de la candidatura alternativa a Junqueras (en estos momentos ya son tres: Nova Esquerra Nacional, Foc Nou y Renovem ERC) y alineada con las tesis de renovación de Rovira. Aunque hoy ha confirmado que se lo han pedido, también ha descartado que pueda optar a tener un cargo dentro del partido, ya que eso chocaría de lleno con su defensa de la renovación de liderazgos dentro de ERC y en el independentismo en general: "Me descarto y es muy difícil que me puedan convencer. En política tienes que ser honesta y coherente. Yo creo que la gente que estaba al frente durante el referéndum del 1-O nos tenemos que retirar porque no lo hemos hecho bien".
Recoser ERC: ¿misión imposible?
Con respecto al último vuelco del asunto de los carteles, Forcadell ha lamentado que la filtración de este mensaje de Rovira, en el que pide aprovechar el ataque para arrancar votos para el candidato republicano en Barcelona, es con "intención de hacer daño y no de buscar la verdad" sobre el escándalo. "Si fueran para buscar la verdad, los habrían entregado cuando se estaba haciendo la investigación interna. Quieren hacer daño a un proyecto político y no piensan ni en Ernest ni en su familia", ha lamentado a la expresidenta del Parlament. Con respecto a las duras palabras de su compañera, Dolors Bassa, tanto contra Rovira como contra Junqueras, Forcadell ha explicado que este lunes pudo hablar con ella y que comprende su enfado y el de toda la militancia. También se ha mostrado desesperanzada con la posibilidad de "recoser el partido" antes del congreso del 30 de noviembre, lamentando que las posiciones están tan alejadas que es prácticamente imposible por la falta de confianza entre unos y otros: "La militancia está decepcionada y triste, yo también. Dentro del partido hay muchos egos y estoy enfadada en general".
En este sentido, ha lamentado que el partido se está encaminando hacia un congreso como el del 2008, también protagonizado por la guerra interna y de donde salió un ganador, pero en el cual no se consiguió rehacer puentes y, por lo tanto, el partido se terminó de hundir: "Volvemos a 2008, parece que no hemos aprendido la lección de lo que pasó entonces y espero que lo sepamos recoser y aprender de los errores" ha deseado.