Juan Carlos I no va a volver de Abu Dabi esta Navidad. El 3 de agosto, el rey emérito huyó a los Emiratos Árabes Unidos acosado por escándalos de corrupción. Hasta 4 investigaciones abiertas pesan contra él en España y Suiza -y el Reino Unido podría iniciar otra-; e incluso ha reconocido haber defraudado a Hacienda más de 678.393 euros. La monarquía española atraviesa su más grave crisis de los últimos 45 años. Pero en su esperado mensaje de la Navidad de este infausto 2020, Felipe VI ha preferido pasar de puntillas sobre los escándalos de su padre.

El Rey ha centrado casi la totalidad de su tradicional discurso navideño en los efectos de la durísima crisis desatada por la pandemia de coronavirus. No podía dejar de referirse a ello. Pero la Covid-19 le ha servido a Felipe VI para esquivar el no menos grave momento que atraviesa la institución monárquica, vértice de la arquitectura institucional y el régimen político de España y que afecta de pleno a la honorabilidad de su familia.  

A penas tres breves párrafos, al final de un texto de 5 páginas y 1.697 palabras, leído durante 13 minutos y 30 segundos, ha dedicado el jefe del Estado y de la Familia Real española, de la que forma parte Juan Carlos I, a hacer una apelación a  la necesidad de “preservar los valores éticos que están en las raíces de nuestra sociedad”.

Principios morales y éticos

Una referencia genérica que ha enlazado con su discurso de proclamación ante las Cortes generales el 19 de junio de 2014, después de la abdicación de su padre en un clima de sospechas por conductas irregulares. “Ya en 2014, en mi Proclamación ante las Cortes Generales, me referí a los principios morales y éticos que los ciudadanos reclaman de nuestras conductas”, ha introducido en su mensaje navideño, grabado en el salón de audiencias del palacio de la Zarzuela.

A continuación, Felipe VI ha deslizado lo que puede entenderse como una muy velada alusión a su padre, aunque sin dejar de generalizar: “Unos principios que nos obligan a todos sin excepciones; y que están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares”. A lo sumo, es tanto como decir que Juan Carlos I no puede ser una excepción. 

“Así lo he entendido siempre, en coherencia con mis convicciones, con la forma de entender mis responsabilidades como Jefe del Estado y con el espíritu renovador que inspira mi Reinado desde el primer día”, ha zanjado Felipe VI, en un intento de desmarcarse de los comportamientos irregulares que han puesto en el centro de la diana a su progenitor.

 

 

Felipe VI ha situado esos valores éticos a la par que los principios democráticos -la Constitución- y “el cumplimiento de las leyes” como activos para hacer frente a las consecuencias de la pandemia, además de las esperadas vacunas. El Rey ha apelado a la necesidad de afrontar el futuro “con confianza en nuestro país y en nuestro modelo de convivencia democrática”. “Ni el virus ni la crisis económica nos van a doblegar” ha asegurado.

El jefe del Estado ha pedido “un gran esfuerzo colectivo” para superar los retos sanitarios, económicos y sociales a los que se enfrenta el país. “Superarlos constituye un gran objetivo nacional que a todos nos debe de unir”, ha remarcado Felipe VI.

Catalunya, ausente del mensaje

Para ello, el Rey sostiene que España cuenta con “una sociedad fuerte” y un “Estado sólido”; el apoyo de la Unión Europea para la recuperación económica y el “sistema de convivencia democrática” garantizado por la Constitución, “que todos tenemos el deber de respetar”. En este punto, ha llamado al “reencuentro y el pacto entre los españoles”, en referencia al clima de crispación política reinante en la política española. En ello puede leerse también una reivindicación de la continuidad de la monarquía en unos momentos en que el debate sobre la forma de Estado ha llegado incluso al Consejo de Ministros, con Pablo Iglesias y Podemos abogando por la república mientras el presidente Pedro Sánchez y el PSOE cierran filas con el monarca.

En su mensaje, el rey de España ha hablado de “respeto a la pluralidad y las diferencias” como componente de los valores democráticos. En todo caso, Catalunya ha estado ausente del discurso del monarca en un año en que el abismo que se abrió entre Felipe VI y una mayoría de la sociedad tras su discurso del 3 de octubre del 2017 no ha hecho más que agrandarse.

 

Felipe VI y la princesa Leonor durante el homenaje a las víctimas de la Covid-19 / Casa Real

 

La caída del mito Juan Carlos

El mensaje de Felipe VI de este año era especialmente esperado ante el cúmulo de investigaciones y sospechas que han hundido el mito Juan Carlos. El rey emérito tiene 4 investigaciones abiertas por presuntas irregularidades, tres en España y una en Suiza. Además, su ex amante y socia, la supuesta princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein lo ha denunciado en el Reino Unido.

AVE a La Meca

La primera investigación que abrió la fiscalía del Supremo se centra en el presunto cobro de comisiones por el AVE de La Meca a Medina a través de una sociedad off shore. Estos hechos se habrían producido en 2008, cuando el entonces monarca aún gozaba de inviolabilidad, por lo que podrían ser archivados. 

De todas maneras, ello llevó a Felipe VI, el 15 de marzo pasado, en plena primera oleada de la pandemia de coronavirus, a anunciar que renunciaba a la herencia de su padre y a suprimir su asignación anual con cargo a los presupuestos del Estado, de 194.232 euros.

Las pesquisas sobre las supuestas comisiones de Arabia Saudita se iniciaron a partir de una conversación grabada por el comisario jubilado y encarcelado José Manuel Villarejo a Corinna en la que  revelaba la existencia de cuentas en Suiza del ex monarca con más de 100 millones de euros. Además, el Emérito habría regalado a Larsen 65 millones de euros que luego volvió a pedirle.

'Tarjetas black'

El 9 de diciembre pasado, Juan Carlos I reconoció haber presentado una declaración a Hacienda para regularizar una deuda de 678.393,72 euros y evitar así acciones judiciales, aunque todo indica que la fiscalía continuará investigándolo. Este dinero está relacionado con el uso de tarjetas black por parte del Emérito y otros miembros de la Familia Real entre 2016 y 2018. Sirvieron para abonar gastos en hoteles, viajes y restaurantes. Esta es la segunda investigación abierta en el Supremo.

Los fondos de las tarjetas opacas los habría proporcionado el empresario mexicano Allen Sanginés-Krause. El teniente coronel del Ejército del Aire Nicolás Murga Mendoza habría actuado como testaferro. Juan Carlos habría cometido delito fiscal por ocultar al Fisco cantidades superiores a los 120.000 euros.

Blanqueo de capitales en Jersey

La tercera investigación de la fiscalia del Supremo contra Juan Carlos I se basa en un presunto blanqueo de capitales a través de distintas sociedades detectado por el Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac) del Banco de España. Entre otras, el ex jefe del Estado dispondría de una cuenta activa en la isla de Jersey donde tiene ingresados 10 millones de euros.

Las cuentas de Suiza

Corinna Larsen, situada en el epicentro del escándalo sentimental-financiero que ha acompañado a Juan Carlos desde su abdicación, aparece de nuevo en la investigación de la fiscalía suiza. Precisamente, esta semana ha trascendido que el fiscal Yves Bertossa eleva a más de 82 millones el movimiento de dinero en las cuentas vinculadas a los negocios compartidos entre el ex Rey y su ex amante.  

Acoso del CNI a Corinna

Además, Corinna anunció en una entrevista a la BBC que denunciaría al rey emérito ante la justicia británica  por el “acoso” del que asegura haber sido víctima por parte del CNI, los servicios de inteligencia del Estado, desde que en 2012 rompió su relación con Juan Carlos tras el polémico viaje que realizaron juntos a Botsuana.

Aquella cacería en África, en la que Juan Carlos se lesionó, y tras la cual pidió perdón en público -"Lo siento, me he equivocado y no volverá a ocurrir"- fue el detonante de los escándalos que llevaron al monarca a la abdicación el 19 de junio de 2014 y, el 3 de agosto pasado, a huir de España para instalarse en los Emiratos Árabes Unidos, donde continua.

Imagen principal: El rey Felipe VI durante el mensaje de Navidad / Casa Real