Meritxell Borràs confiesa que nunca había pensado que iría a la prisión. Pero fue. Y los recuerdos de aquellas jornadas implacables han quedado recogidos en un dietario que bajo el nombre de 34 días de otoño y una primavera ha presentado este miércoles en el auditorio de la Casa del Llibre. Lo ha hecho acompañada del president, Quim Torra, y seis consellers del Govern, en una sala llena hasta los topes donde se ha condensado un relato complicado y saturado de emoción y lágrimas, pero también con sonrisas y amistad. "Esta oleada de solidaridad que nos haceis, sé que en el fondo es a todos nosotros", ha agradecido en referencia al resto de presos.

La voz de la consellera Dolors Bassa, con quien Borràs compartió en Alcalà Meco las jornadas que transcurren en el dietario, ha sido también protagonista en el acto a través de la carta, que ha leído su hermana Montse, donde explica las relación primero distante y finalmente de gran amistad que compartieron. "Cada una representaba para la otra el salvavidas en la complicidad. Para mí han sido 34 días de otoño que nunca no deberíamos de haber vivido y un día de primavera que teníamos que haber compartido", explica la exresponsable de Trabajo en la carta.

Borràs ha lamentado que durante aquellos días constataron también el trato diferenciado que recibían los hombres y las mujeres encarcelados. "Se hablaba de dos prisiones, Estremera y Soto del Real, y no se hablaba de Alcalá Meco. En muchas ocasiones no existíamos", ha reprochado lamentando que la mujeres caigan en el olvido "también en estas situaciones tan duras".

La intervención de Torra, cuya presencia no estaba prevista, ha sido muy breve, antes de marcharse para seguir con su agenda y ha servido para autoinculparse como responsable del mismo delito que se atribuye a los presos. "Más allá de los momentos de angustia y represión no olvidáramos nunca que el 1-O fue un día de victoria, ganamos a un Estado que no pudo impedir que votasemos con libertad", ha subrayado el president que ha llamado a conservar la memoria de aquellos días para transmitirlos a las generaciones futuras.

Desde la primera hilera del auditorio seguía el acto la familia de Borràs y los consellers Miquel Buch, Josep Maria Bargalló, Esther Capella, Chakir El Homrani, Àngels Chacon y Jordi Puigneró y exconsellers y altos cargos del Govern,entre los cuales Joana Ortega y Quico Homs. El presidente del Colegio de Médicos, Jaume Padrós.

Ante la pregunta del periodista sobre la qué piensa al escuchar al expresidente José María Aznar dar por condenados a los presos del 1-O, la consellera ha admitido: Da miedo que gente como José María Aznar con las influencias y todos los contactos que tiene dé eso por hecho. Estremece horrores enfrentarte así a un juicio"