Meritxell Budó Pla (Barcelona, 1969) asumió la presidencia de la Associació Catalana de Municipis (ACM) en septiembre de 2023, tarea que combina con la alcaldía de La Garriga, un cargo que vuelve a tener desde junio del mismo año después de otros dos mandatos —de junio de 2007 a marzo de 2008 y desde el 2011 hasta el 2019—. Allí gobierna su partido, Junts, con el PSC. Desde el liderazgo de esta entidad municipalista, Budó tiene fijados cuatro ejes prioritarios de actuación durante estos cuatro años: la financiación local, la transición ecológica, la equidad social y territorial y la proyección internacional de la ACM. Licenciada en Farmacia y máster en Industria Farmacéutica y Parafarmacéutica, también ha sido consellera de la Presidència y portavoz del Govern Torra (2019-2021), así como secretaria de Atenció Sanitària i Participació del Departament de Salut (2021-2022). En esta entrevista con ElNacional.cat, hace balance de estos primeros nueve meses al frente de la ACM y desgrana los principales desafíos que tienen los entes municipales y comarcales.
Hace nuevos meses que usted está al frente de la Associació Catalana de Municipis. ¿Qué balance hace?
Yo hago un balance positivo, porque en estos nueve meses hemos encauzado todo lo que es el mandato 2023-2027 de la ACM: cómo tenemos que orientar esta entidad para ser lo máximo de efectivos dando servicio a los municipios catalanes. Hemos aprobado el plan de mandato. Lo hemos trabajado de una manera participativa, donde los electos han podido participar —también los técnicos de la casa— y yo creo que eso nos ha permitido tener un documento que tiene que ser la hoja de ruta de estos próximos cuatro años ambicioso, real, que toca de pies en el suelo y que entiende que la transformación del país se tiene que impulsar desde el territorio.
¿Cuál es el principal reto que usted señalaría para estos cuatro años?
Yo creo que la transición ecológica que tiene que hacer el país. Lo tiene que hacer de la mano del mundo local. Es imprescindible si realmente queremos cambiar la realidad, que es que ahora en estos momentos Catalunya está en la cola de todo lo que es la transición energética y ecológica. Y después también cómo hacer valer el municipalismo y cómo acompañar un déficit de inversiones o de financiación, que es crónico y estructural que sufrimos los ayuntamientos.
En la ACM están todos los colores políticos. ¿Cómo se consigue una gobernanza con entendimiento con todos estos actores?
Pues entendiendo que en la ACM lo que vamos a hacer es a ponernos al servicio de los municipios catalanes y, por lo tanto, que todos jugamos en el mismo equipo: eso quiere decir que, cuando uno entra en la ACM, se quita la camiseta que llevamos todos de nuestro color político para ponernos la camiseta de la ACM. Eso es imprescindible si queremos realmente prestar este buen servicio a los municipios catalanes.
¿Cómo fue la interlocución con el Govern del president Pere Aragonès? ¿Echaron de menos alguna cosa?
Hay interlocución con el Govern y de manera tradicional, es decir, la ACM participa y ha participado en la redacción de algunos anteproyectos de ley, de algunos textos, de algunos reglamentos, de algunos decretos ley. Se nos llama cuando entienden que en algo el mundo local tiene alguna cosa que decir, pero a veces se olvidan. Y a veces tenemos que decir: escuchad, que habéis aprobado esto y no habéis tenido en cuenta la voz del mundo local. Y es muy importante: si realmente lo tenemos que impulsar, nos lo tenemos que creer y lo tenemos que trabajar. Antes de aprobar un texto, si no tienes la voz de todos los actores, es imposible que aquel texto sea todo lo útil que puede ser. Por lo tanto, yo en este sentido lo que sí que pido es que cuando se constituya un nuevo Govern siempre se tenga presente la voz del mundo local. Estaremos siempre, aunque se nos llame de urgencia de un día para el otro. Ya lo arreglaremos para estar, como hemos hecho siempre. Por lo tanto, a disposición del Govern para poder mejorar el trabajo que se hace entendiendo que se tiene que escuchar al mundo local. Aquí estaremos.
Entrando en el plan de mandato 2023-2027, uno de los ejes que se destaca —además de la transición ecológica— es el arraigo, la equidad territorial. Un estudio de la Universitat de Lleida apuntaba que hay hasta uno de cada cinco municipios catalanes en riesgo de despoblamiento. ¿Desde la ACM qué plantean para revertir esta tendencia?
Un Prat de la Riba 5.0 es lo que nos tendríamos que plantear en este momento. Eso quiere decir garantizar que, vivas donde vivas, tengas todos los servicios necesarios. Es muy importante para garantizar el arraigo y, por lo tanto, para evitar este despoblamiento que estamos sufriendo hacia las grandes metrópolis, estas migraciones. Además, no es un fenómeno local de Catalunya, sino que es mundial. Nosotros entendemos que el equilibrio territorial lo tenemos que poder preservar y la manera de hacerlo es garantizar que todo el mundo pueda desarrollar su proyecto de vida. El proyecto de vida pasa por una buena conectividad —y no solo a nivel de infraestructuras físicas, carreteras, Rodalies y todo lo que es la red vial— sino también la conectividad con fibra para que todo el mundo tenga la capacidad de poder trabajar, de desarrollar su negocio, de tener todas las redes necesarias de conectividad, me refiero a trabajar online. También que podamos garantizar la sanidad, la educación. El tema del acceso a la banca, a los cajeros automáticos. En definitiva, todo aquello que te permita desarrollar tu vida con normalidad en pleno siglo XXI es lo que necesitamos trabajar para garantizar este arraigo.
Lo que nos tenemos que plantear para garantizar el arraigo es hacer un Prat de la Riba 5.0. El equilibrio territorial lo tenemos que preservar y la manera de hacerlo es garantizar que todo el mundo pueda desarrollar su proyecto de vida
En esta línea, ya con el Parlament disuelto, el Govern aprobó en abril el proyecto de ley del Estatut dels Municipis Rurals, donde ustedes han tenido mucho que decir. ¿Qué valoración hace de este estatuto? ¿Queda algún aspecto a reforzar?
Nosotros hemos trabajado plenamente desde la ACM en la redacción del Estatut dels Municipis Rurals, porque pienso que la mirada que la ACM tiene y el conocimiento que tiene del municipalismo era muy importante a la hora de aprobar este estatuto. Es necesario, hay que trabajar para dotar de este estatuto diferenciado al mundo rural en estos municipios más pequeños de nuestro país porque, si no, volvemos a lo mismo, es un pez que se muerde la cola. Sin las herramientas no te puedes desarrollar con normalidad, y sin un desarrollo con normalidad, pues la gente se tiene que ir.
Otra asignatura es la de la ley de los gobiernos locales donde, por ejemplo, se pueda especificar más cuáles son las competencias municipales. ¿Qué posición tienen respecto a las competencias que tienen que tener los municipios?
Nosotros no nos ponemos límites. Como municipios nos conocemos, conocemos la manera de trabajar del mundo local. A veces se nos trata como a una administración menor de edad, y no, somos mayores de edad: sabemos hacer el trabajo y pienso que lo hacemos bien. Ahora bien, es necesario que se ponga en valor el trabajo que se hace desde el mundo local. Sobre las competencias, todas las que tengamos capacidad de absorber las absorberemos y no rehuiremos ninguna de ellas. Ahora bien, siempre que vaya acompañada de una financiación adecuada. Y en este sentido no pasa solo por la ley de gobiernos locales en este momento. Es decir, si me lo preguntáis a mí políticamente —que me gustaría que Catalunya pudiera gestionar el 100% de sus recursos y por eso yo entiendo una Catalunya-estado, para que podamos nosotros trabajar con nuestros recursos—, pienso que la financiación del mundo local no tendría nada que ver con lo que es ahora, porque tendríamos la capacidad de dotar de una buena financiación al mundo local. Ahora bien, en estos momentos, esta no es la realidad y tenemos que tocar de pies en el suelo en este sentido.
¿Qué hay que cambiar?
Tenemos una ley de gobiernos locales y financiación que lógicamente tendría que mejorar la aportación y la financiación de la Generalitat en el mundo local, y con el mundo local quiere decir los ayuntamientos, pero también los Consells Comarcals, que sufren un déficit de financiación también importante, que se tiene que poner sobre la mesa y se tiene que resolver porque los Consells Comarcals prestan servicio a aquellos municipios de menos de 20.000 habitantes, que son muchos en Catalunya. Esto se tiene que poner sobre la mesa y se tiene que resolver. Pero en estos momentos también tenemos el Estado, que financia los entes locales, y que aquí también tiene que dar un paso. En estos momentos, las aportaciones del Estado a través de la participación con los impuestos del Estado no son suficientes para que nosotros podamos abordar todos los retos y todas las necesidades que los municipios tienen. Y no creo que se tenga que resolver solo con la participación con los impuestos del Estado, que en función de lo que generes e ingreses o dejes de ingresar será más o será menos y siempre estás con aquella incertidumbre de cuál será la aportación de los presupuestos del Estado el próximo año, sino que yo creo que se tendría que resolver de manera estructural. Tendría que haber una partida estructural y nominativa de financiación de los entes locales que regule y arregle este agravio crónico que sufrimos los ayuntamientos con la financiación desde los ayuntamientos democráticos.
Tendría que haber una partida estructural y nominativa de financiación de los entes locales que regule y arregle el agravio crónico que sufrimos los ayuntamientos
En este sentido, ¿considera que penaliza el hecho de que no haya presupuestos ni en Catalunya ni en el Estado este 2024?
No es la primera vez que no hay presupuestos y se pueden resolver porque presupuestos prorrogados son presupuestos. Yo he gobernado en la Generalitat con presupuestos prorrogados y puedes hacer trabajo, puedes hacer cosas y, por lo tanto, también a veces se tiene que trabajar la voluntad política que aquello sea verdad. Pero para que pase eso tiene que haber un consenso, tiene que haber un trabajo, un apoyo mayoritario en el Parlament. Eso es muy importante para poder impulsar estos cambios sustanciales de país, como es una ley de gobiernos locales y financiación. Yo confío en que en un próximo Govern y un próximo mandato encontraremos estas mayorías necesarias para afrontar este problema que tenemos.
¿Con el margen del superávit que a menudo generan los ayuntamientos se podría hacer alguna cosa?
Es justamente esto: lo que tú eres capaz de ahorrar, ¿por qué no puedes decidir libremente a qué lo destinas? Volvemos a estar con aquello de que se nos tutela, como si no tuviéramos la capacidad de tomar buenas decisiones. Yo pienso que quien mejor conoce el país y, por lo tanto, quiere decir a través de las ciudades el conocimiento del país, es el mundo local. Sabemos cuáles son las necesidades. Yo creo que hoy los alcaldes y alcaldesas y los equipos de gobierno tocan de pies en el suelo. Podría decir todo el mundo o la gran inmensa mayoría. Saben perfectamente que aquellas decisiones, aquellas inversiones, aquellas transformaciones que nos hacen falta en nuestras ciudades no son caprichos, no son cosas innecesarias, sino que son del todo necesarias, pero que para llevarlas a cabo necesitamos esta financiación.
Una de las palancas que tiene que servir para la transformación de los municipios, y así lo reclaman también desde los consistorios, son los fondos Next Generation. ¿Qué impacto están teniendo?
No todo el que tendrían que tener. Porque otra realidad que nos encontramos, y en esto desde la ACM también estamos impulsando este acompañamiento y esta ayuda al mundo local, es el acceso a estos fondos Next Generation. Los grandes ayuntamientos lo tienen más fácil porque tienen estructura, y estructura quiere decir personas y tiempo para hacer el trabajo y la capacidad de poder presentar estos proyectos. Los municipios más pequeños, a veces, no tienen ni la estructura humana necesaria para poder trabajar un proyecto para poder presentar a esta fuente de financiación. Otro tema que nos encontramos y nos encontraremos, y eso en general en todas las administraciones locales y que algunos alcaldes y alcaldesas ya nos están trasladando a la ACM para ver de qué manera podemos cambiar esta situación, es los plazos de ejecución y justificación de estos fondos. Porque si no lo haces a plazo, no solo tienes que devolver el dinero, sino que los tienes que devolver con intereses. Y son unos plazos que están muy encorsetados, teniendo en cuenta la ley de contratación de los entes locales, teniendo en cuenta todos los plazos con los cuales nosotros podemos licitar y adjudicar. Y por lo tanto aquí tenemos que acabar de ver cómo se puede acabar de resolver eso, porque realmente estos fondos a los cuales hemos podido acceder algunos ayuntamientos no los perdemos y que sea real esta captación de estos fondos.
Los grandes ayuntamientos pueden tener más fácil acceder a los Next Generation, pero los municipios más pequeños no tienen la estructura humana necesaria para trabajar en un proyecto a presentar para esta fuente de financiación
Una figura de la ACM es la central de compras. ¿Cómo funciona? ¿Es ventajosa para las administraciones que la requieren?
Es ventajosa, yo creo, en todos los puntos. No veo en ningún caso que no lo sea porque, primera, te ahorra todo el trabajo de ayuntamiento de redacción de pliegos y licitación, que es mucho tiempo. También muchas personas, y no tienes que engordar la administración, sino que con una estructura más pequeña puedes llevar a cabo los servicios porque lo licitamos desde la ACM y lo redactamos desde la ACM. Por lo tanto, agilidad en el tiempo, agilidad en los recursos humanos y precio. Cuando tú compras de manera agregada, el precio cambia.
En el documento del plan de mandato, otra de las cuestiones que se defiende es el establecimiento del Estatut de l'Electe Local. ¿Eso en qué consiste y en qué punto se encuentra?
Esto se está trabajando y se está redactando porque es uno de los objetivos que tenemos en este mandato para fortalecer el municipalismo, que es valorar la figura del electo local. Nosotros, cada vez más, en todas las formaciones políticas, cuesta más encontrar gente que se quiera dedicar a esto. Porque no solo lo haces muchas veces a destiempo y más allá de lo que es tu trabajo normal, de la que vives, sino que además parece que está mal visto hoy día dedicarte a ello. Lo que queremos es cambiar esta mirada, hacer valer el trabajo que hace el electo local, que ponga de relieve el historial laboral: he gestionado, he dirigido un equipo de personas, he llevado a cabo proyectos que han transformado la ciudad, y como todo eso puede destacar en tu currículum, como persona, en el momento en que, cuando termines de dedicarte esta temporada de tu vida a la política local, cuando vayas a buscar trabajo, aquello ponga de relieve tu currículum. Por lo tanto, este Estatut de l'Electe Local nos tiene que permitir hacer valer este trabajo que a veces no se ve y que tiene mucho valor.
Cada vez más cuesta encontrar gente que se quiera dedicar al municipalismo. Parece que está mal visto hoy día dedicarte a ello. Queremos cambiar esta mirada y hacer valer el trabajo que hace el electo local
Antes lo mencionaba. Uno de los retos es el de la transición verde, la transición ecológica. Y también mencionaba que Catalunya se encuentra en la cola. De hecho, no llega al 20% de generación de electricidad proveniente de fuentes renovables. ¿Cuáles son las actuaciones prioritarias para dar pasos de gigante en esta transición?
Desde el Govern, todas aquellas políticas que se tengan que impulsar se tienen que hacer de la mano del mundo local y, en este sentido, el mundo local también tenemos que tener una mirada generosa. Y una mirada generosa me refiero al hecho de que tenemos que entender que nosotros tendremos que ser solidarios desde el territorio también al hecho de que esta transformación ecológica y energética se produzca en nuestro país. Eso tiene que ser una conjura de todas las instituciones que gobernamos este país para que se haga realidad. No puede ser que en Catalunya sigamos o nos planteemos ser dependientes energéticamente de otros territorios. Nosotros tenemos que poder tener esta independencia energética, tenemos que ser capaces de poder generar esta energía de kilómetro cero. Y eso quiere decir que tenemos que ser generosos con la mirada en el territorio: quizás a veces según qué no te gusta del todo por el impacto visual, ¿pero nos creemos o no nos creemos la transición energética que hay que hacer? ¿Nos creemos o no las renovables? Tenemos que descarbonizar, tenemos un objetivo en el 2050 de ser neutros en CO2. Todo eso, si no se acompaña de acciones reales, será imposible. Por lo tanto, yo creo que aquí no podemos fallar. Es impensable e inverosímil que Catalunya no esté liderando y al frente de esta transformación energética.
Vivimos una situación estructural de sequía, si bien es cierto que en las últimas semanas, afortunadamente, hemos tenido más lluvias. ¿El país no está lo suficientemente equipado o preparado para estas situaciones?
No lo estaba en el 2008, no lo ha estado en el 2024. Por lo tanto, no lo está. Yo creo que este país se tiene que preparar porque ahora ha llovido, y suerte que ha llovido, que nos ha permitido que los embalses se llenen. Estamos en unas cifras que ya nos dan tranquilidad para pensar que este año lo acabaremos bien, pero probablemente con el cambio climático esta sequía será estructural y crónica. Nos encontraremos con más episodios y el país tiene que estar preparado con las infraestructuras necesarias para hacer frente a una sequía crónica, que probablemente iremos en esta dirección. Es seguro. Y ahora no lo estamos. No nos relajemos ahora que ha llovido y no retrasemos aquellas decisiones que se tengan que tomar hoy mismo.
Ha habido aprobación de subvenciones, por ejemplo, para actuar en lo que son las redes en alta y baja en los municipios. También para acabar con fugas. ¿Está siendo suficientemente ágil o es demasiado lento?
Ha ido más lento de lo previsto y, sobre todo, lo que a nosotros como ACM nos ha sabido muy mal es que, antes de resolver las subvenciones o antes de convocarlas, se han hecho sanciones. Se ha sancionado y se ha señalado de manera injusta al mundo local. Eso se tiene que resolver, se tiene que corregir, creo que se está reconduciendo, pero en todo caso a nosotros como mundo local nos supo mal esta estigmatización, que todos los problemas de las pérdidas del agua eran culpa del mundo local. El mundo local mayoritariamente ha hecho el trabajo. Lo que pasa que, a veces, no con aquel acompañamiento necesario para poder resolver al 100% los problemas que tenemos. Por eso hablo de que la financiación también es importante y, por lo tanto, muy bienvenidas estas subvenciones. Fíjese que en el momento en que se convocan hay una avalancha de peticiones tan grande que tuvieron que pararlo para ampliar esta partida de las subvenciones, porque no podían abordar todo aquello que desde el mundo local habíamos pedido. Ahora estamos donde estamos. Yo creo que es importante que no perdamos de vista que estas inversiones se tienen que llevar a cabo, las que tenemos que hacer el mundo local, pero también las que tiene que hacer el Govern de la Generalitat y el del Estado, para que no nos volvamos a encontrar con estos episodios.
El mundo local tenemos que tener una mirada generosa para la transición ecológica
La seguridad y la limpieza son dos de las principales preocupaciones que tienen los ciudadanos en cada uno de sus municipios. De hecho, en materia de limpieza, la Unión Europea obliga cada lustro a unos objetivos de reciclaje y eso a veces ha generado algunos problemas por el cambio de modelo de gestión de residuos. ¿Cuál es el modelo o la perspectiva a seguir en este terreno?
Nosotros lo que estamos es acompañando al mundo local con toda esta transición que tendremos que hacer con el tema de la normativa de los residuos y que antes del 10 de abril del 2025 tiene que estar aplicada en nuestro país. Ahora, por ejemplo, estamos organizando una jornada para abordar todo el tema de esta transformación de los residuos, de toda la normativa que entra en vigor en el 2025. También como esto tendremos que acompañarlo desde los municipios con una tasa de basura que pueda cubrir todo el coste del servicio tal como nos obliga la Unión Europea. Lo estamos trabajando con las diputaciones, lo estamos trabajando desde las diferentes instituciones con la Agència de Residus de Catalunya también porque este abordaje lo tenemos que poder acabar de definir ahora porque lo tenemos que implantar dentro de un año y, por lo tanto, antes de final del 2024 tenemos que tener todo este tema orientado, resuelto y acompañando a los municipios con todo este trabajo que nos tocará hacer para cumplir la normativa europea en el 2025.
A lo largo de este primer año de mandato, ha habido voces desde el Maresme, desde el Baix Empordà y otras comarcas señalando la problemática de la multirreincidencia. ¿Cómo se tiene que combatir?
Nosotros, desde la ACM, tenemos que acompañar todas aquellas peticiones que se hacen desde el mundo local. De alguna manera, como entidad, tenemos que poder hacer aquella incidencia política en las instituciones para que escuchen estos problemas reales que hay en nuestro país y se resuelvan. En este caso, el tema de la multirreincidencia va más allá de lo que es policial, porque la policía puede hacer su trabajo, pero si después la justicia no acompaña, volvemos a estar en el mismo sitio. Y este es el problema con estos municipios que se encuentran con personas que tienen delitos acumulados, con multirreincidencia, que entran por una puerta y salen por la otra, y vuelven a estar en la calle delinquiendo. Esto se tiene que resolver en el ámbito de la justicia, se tiene que resolver en el país y, por lo tanto, que se acompañe de aquel mecanismo de prisión o expulsión a aquellas personas multirreincidentes en función de cuál sea lo que dictamine la ley y la situación legal de estas. Pero la multirreincidencia, que quiere decir delincuencia y delito reiterado en nuestras ciudades, se tiene que abordar y resolver. Y no es un debate ni de racismo, ni xenófobo, ni que tenga nada que ver con ello. Tiene que ver con la justicia y con aplicarla correctamente.
Nos supo mal la estigmatización al mundo local que hubo con la sequía
Otra problemática es la relativa a la vivienda. Catalunya todavía no llega al 2% de parque público de alquiler social. ¿Cómo se puede revertir?
Pues tendría que ser una de aquellas políticas de país reales, que transformen de manera real y no que sean solo un titular que después no resuelva tu realidad y tu día a día en tu municipio. Tenemos que hacer políticas que fomenten el alquiler, políticas que fomenten la construcción de la vivienda pública —sea de compra o alquiler—. Catalunya no tiene un parque público de vivienda suficiente por la realidad poblacional que tenemos en estos momentos, y se tiene que poder cambiar. ¿Desde los ayuntamientos estamos dispuestos a hacerlo? Sí. ¿Estamos dispuestos a invertir? Sí, pero necesitamos acompañamiento.