“El texto del fiscal [Julián] Salto dice que ‘no es obstáculo para poder llegar a un acuerdo’, y este es el texto que yo difundo”. El jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez (MAR), ha reconocido nada más salir de declarar como testigo en el Tribunal Supremo que él filtró el correo del fiscal de Delitos Económicos que investigaba a Alberto González Amador. “Dicen que había un e-mail anterior, que yo desconocía y que Salto tampoco cita”, ha justificado ante los periodistas después de declarar en el marco de la causa por revelación de secretos contra el fiscal general del Estado. “Podría haber dicho que ‘estamos en condiciones de llegar a un acuerdo tal como usted pidió el 2 de febrero’. Si no consideró importante citar el e-mail el 12 de marzo, ¿por qué hoy es tan importante?”, ha remachado. Asimismo, la mano derecha de la presidenta madrileña ha aprovechado para cargar contra el fiscal general del Estado: “Irá p’alante, tiene que ser juzgado y condenado de manera ejemplar para que nunca a nadie más se le ocurra dar a conocer un expediente secreto de un español”. “Solo con una sentencia ejemplar todo el mundo tomará nota de que los cargos públicos no pueden dar a conocer datos personales de nadie”, ha añadido. Además, ha disparado contra Pedro Sánchez y le ha lanzado una advertencia: “Ha diseñado una operación política contra un rival político, y eso de ninguna manera se puede soportar en democracia. Ha decidido atacar a Isabel Díaz Ayuso y eso es lo que lo llevará a él también al juzgado”. Más tarde, MAR ha vuelto al Supremo para enseñar a la letrada de la administración de justicia el mensaje de WhatsApp que envió a un grupo de periodistas con la información sobre el correo del fiscal Salto.
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¿Cuál es cada correo? Recapitulemos. El correo que filtró MAR es el que envió el 12 de marzo al fiscal Julián Salto y del que se hizo eco El Mundo el 13 de marzo por la noche. “Aunque también se ha denunciado a otras personas, no será obstáculo para poder llegar a un acuerdo si usted y su cliente lo estiman posible”, decía el mensaje. Y eso es lo que ha defendido Miguel Ángel Rodríguez. Ahora bien, previamente, hay un correo del abogado de Alberto González Amador del 2 de febrero. Es el e-mail de la discordia y del que se está investigando quién lo filtró. “Estudiado el asunto, y de común acuerdo con Alberto González, os comunico que es voluntad firme de esta parte alcanzar una conformidad penal, reconociendo íntegramente los hechos. Ciertamente, se han cometido dos delitos contra la Hacienda Pública”, admitía el letrado de la pareja de Ayuso. Es el correo al que accedieron algunos medios el 13 de marzo por la noche y que ha dado lugar a la investigación contra el fiscal general del Estado.
“Es evidente que si González Amador no fuera pareja de Ayuso, haría tiempo que Hacienda habría resuelto este asunto, como miles de casos diarios”, ha insistido ante los periodistas. Por otra parte, sobre la denuncia que presentó ayer al PSOE contra él por filtrar datos personales de dos periodistas, ha replicado que todavía no tiene el documento: “No sé en qué se basa ni qué persigue, se ha presentado diez meses después, suena un poco extraño”, ha sostenido. Después de él, ha sido el turno de dos periodistas, que también han comparecido en calidad de testigos: Alfonso Pérez Medina (La Sexta) y Esteban Urreiztieta (El Mundo). Ambos se han acogido al secreto profesional.
¿Quién le envió el correo?
Una de las incógnitas era saber cómo llegó a MAR el correo del fiscal Julián Salto. Según fuentes jurídicas, inicialmente ha declarado ante el juez que se lo facilitó la defensa de la pareja de Ayuso. Sin embargo, más tarde, delante de los periodistas, ha asegurado que se lo envió el mismo Alberto González Amador el 12 de febrero a las 9 de la mañana, “tres horas después” de que elDiario.es publicara que la Fiscalía lo investigaba por delitos fiscales. “Me lo traslada no para que lo cuente, sino que la idea es: ‘Ya empezamos a ver la luz, esto se acaba’”, ha relatado. Y ha aclarado que no le pidió que lo difundiera, pero que le dio su permiso “una vez que El Mundo ya lo había publicado”.
El caso es que MAR ha tenido que volver al Supremo después de que el juez le pidiera que mostrara el mensaje que envió al grupo con periodistas. La Abogacía del Estado había pedido que se copiara el móvil del jefe de gabinete de Ayuso para poder ver los mensajes, pero el magistrado ha considerado que era una medida demasiado invasiva y ha optado por pedirle que enseñara los mensajes. Y ha llevado una fotocopia de ellos a la letrada de la administración de justicia (LAJ). Ha afirmado que a las 22.27 horas del 13 de marzo envió el correo al chat con periodistas como reacción a una noticia de La Sexta, publicada a las 22.10 horas de ese día, que indicaba que realmente fue la defensa quien buscó el pacto con Fiscalía. Previamente, a las 21.29 horas, El Mundo había contado el relato al revés y había asegurado que la Fiscalía había ofrecido un pacto a Alberto González Amador.
Un interrogatorio “largo y reiterativo” en el que “no ha habido ninguna situación de tensión”
Sobre la declaración ante el juez Ángel Hurtado, que se ha alargado 45 minutos, MAR ha preferido dar pocos detalles. “Nos ha dicho que tenemos que ser cautelosos porque sigue siendo un asunto secreto, no me referiré concretamente a lo que haya dicho yo”, ha apuntado. Eso sí, ha relatado que lo han interrogado las defensas de Álvaro García Ortiz y de Pilar Rodríguez (la fiscal provincial jefe de Madrid, también investigada), ejercidas por la Abogacía del Estado, y la Fiscalía. El resto de las acusaciones no le han hecho ninguna pregunta. Ha explicado que ha sido un interrogatorio “largo y reiterativo” y en el que “no ha habido ninguna situación de tensión”. Después de la sesión de hoy, en los próximos días están citados como testigos seis periodistas más, dos fiscales y los jefes de prensa de la Fiscalía de Madrid y de la Fiscalía General del Estado.
La defensa de Álvaro García Ortiz denunciaba que MAR tuvo acceso a los correos antes que él
“Miguel Ángel Rodríguez tuvo acceso a los correos electrónicos que constituyen objeto de análisis en el actual procedimiento (o, al menos, a algunos de ellos) antes que los investigados” y “propagó información manifiestamente falsa a propósito de la actuación desarrollada por la Fiscalía”, esgrimió la Abogacía del Estado (la defensa de Álvaro García Ortiz) para justificar la necesidad de tomarle declaración como testigo. Con esta cita, sumada a las de los ocho periodistas, la Abogacía del Estado quiere determinar “quién fue el primero en difundir” el contenido del correo electrónico controvertido.
“Resumen de la locura de hoy: la Fiscalía ofrece por e-mail un acuerdo a González. Antes de que pueda responder, la propia Fiscalía dice que ha recibido órdenes ‘de arriba’ para que no haya acuerdo y, entonces, vayan a juicio”, publicó en X Miguel Ángel Rodríguez el 13 de marzo por la noche. Reafirmaba su relato después de que los primeros medios lo desmintieran. Y en todo momento ha contado con el aval de Isabel Díaz Ayuso: “Por mi parte, puede explicar lo que quiera. Que me defienda es normal, quien no tiene derecho a filtrar estas informaciones es el fiscal general”, defendió el 16 de diciembre en una entrevista en La mirada crítica de Telecinco.