El teniente general retirado Emilio Pérez Alamán, quien encabezó la declaración en la que militares retirados advertían del "deterioro de la democracia", ha escrito una carta abierta a la ministra de Defensa, Margarita Robles, para asegurarle que no son una minoría y pedirle "un buen giro al timón y cambiar de rumbo" en el Gobierno.
"No mire con los ojos de su vicepresidente segundo a los militares, ni en activo ni retirados. En todos ellos solo encontrará vuestra excelencia amor a España y espíritu de sacrificio por todos los españoles", asegura Pérez Alamán, convencido de que en la mesa del Consejo de Ministros "pocos pueden salvar los muebles" y de que, entre esos pocos, se encuentra Robles.
La misiva, a la que ha tenido acceso Efe, circula ya entre los exmilitares y está recibiendo nuevas adhesiones.
Respuesta a Robles
Es su respuesta al discurso pronunciado por Robles durante la Pascua MIlitar, donde la ministra de Defensa expresó su rechazo "más absoluto" a los mandos del Ejército que criticaron al Gobierno y lanzaron amenazas contra el orden constitucional en un chat privado por "su intolerancia, sus delirios y su total alejamiento de los valores castrenses".
Según el teniente general, en esa declaración sobre la situación de "riesgos constitucional" suscrita por 750 militares retirados, entre ellos más de setenta generales, no hay nada inconstitucional. "Tal vez reconsidere que en lugar de arremeter contra los que no tienen nada que ganar y sí mucho que perder, porque pierde España, sería mejor dar un buen giro al timón y cambiar de rumbo", le dice a Robles.
Para la ministra, los uniformados díscolos representan "una insignificante minoría, que sólo se representa a sí misma, que busca una publicidad y un protagonismo que ni merece ni tiene y que cuestiona irresponsablemente las bases de la convivencia en España".
Pero Pérez Alamán le asegura que son "algo más que minoría", le advierte de que lleva poco en el cargo y "no ha entrado todavía en el alma de los soldados" y subraya que, aunque ya no estén en activo, siguen comprometidos con la defensa de España y los españoles hasta su "último aliento" dentro de la Constitución.
Tras lamentar que los militares retirados no tengan cauces reglamentarios para encauzar sus reclamaciones, le recuerda que han recuperado el derecho a opinar libre y públicamente sobre todo lo que acontece, "máxime si ello conlleva riesgo para la convivencia entre españoles y la permanencia de la Constitución que normaliza nuestra patria".
Pérez Alamán cuestiona también las interpretaciones que "los medios de siempre" han hecho del discurso del rey en la Pascua Militar, donde aseguró ante la cúpula militar el compromiso "incondicional" de todos con la Constitución y la obligación de "respetarla y observarla" al ser "fuente de cohesión y marco y garantía de convivencia, de estabilidad y de solidez democrática".
Tras insistir en que todos los militares la han cumplido a rajatabla, "con alegría o sin ella", ve el mensaje del rey como "una indirecta constitucional a aquellos que cuestionan la Constitución en su forma de Jefatura del Estado, la unidad indivisible de España o la auténtica separación de poderes propia de un verdadero estado de derecho", posturas que, le dice a Robles, "oirá usted con frecuencia a compañeros de mesa en el Consejo de Ministros".