El delegado del gobierno español en Catalunya, Enric Millo, ha apuntado que quiere pensar que el Govern acatará su cese y no ha descartado que en las próximas horas se produzcan nuevas destituciones a los departamentos una vez los ministros asuman el control de las diferentes conselleries.
En declaraciones en El Suplement de Catalunya Ràdio, ha avisado de que si hay desobediencia a pesar de todo el Estado "tiene los recursos para poder exigir que se cumpla la legalidad vigente". Asimismo, Millo ha advertido que sería "muy grave" que algunos hicieran boicot a las elecciones y ha dicho que tampoco quiere pensar que eso pase.
Al preguntarle si se podrán presentar partidos con programas independentistas, ha apuntado que "hasta el día de hoy nadie ha dicho el contrario". También ha aprovechado para negar que hubiera "ningún acuerdo, conversación o formalismo" que indicara que el president, Carles Puigdemont, convocaría elecciones a cambio que no se aplicara el 155.
¿Más ceses?
Millo no ha descartado que en las próximas horas se produzcan más destituciones, aunque ha apuntado es que la voluntad se que sean "los menos posibles".
Ha explicado que ahora se han designado los organismos que dependen de los diferentes ministerios y que asuman las funciones de los consellers destituidos. Serán ellos "los que decidirán los ceses que se puedan seguir produciendo". "No podemos descartar que cada ministro decida otros ceses", ha añadido.
En todo caso, el delegado del gobierno español en Catalunya ha destacado que "la gran virtud" de las medidas anunciadas por Rajoy es que "dejan fuera de las personas que han decidido romper al legalidad" y al mismo tiempo convoca elecciones para que los catalanes decidan su futuro en una votación "legal".
Acatar las medidas
Después de confirmar que Puigdemont ya no es el presidente de la Generalitat y que ahora la máxima autoridad es Mariano Rajoy, Millo ha dicho que confía en que el Govern acatará las medidas anunciadas en aplicación del 155. En este sentido, ha entendido que no es necesario comunicarles nada, porque ya es suficiente con la publicación de las mismos en el BOE.
Asimismo, ha recordado que el gobierno español ya ha presentado un recurso para pedir la nulidad de la declaración de independencia, y ha constatado que la suspensión será "inmediata" y por lo tanto "no tendrá efectos".
Al preguntarle qué pasaría si el Govern o los partidos independentistas no reconocieran la autoridad del TC, ha apuntado que en una democracia y en un estado de derecho entiende que "todos los demócratas aceptarán que estos acuerdos tomados (los derivados del 155) se puedan llevar a cabo de manera pacífica y moderada".
"Quiero pensar que no habrá desobediencia. Si estuviera el propio Estado tiene los recursos para poder exigir que se cumpla la legalidad vigente", ha añadido. En este sentido, ha hecho un llamamiento a la "serenidad y la prudencia" y a respetar el "marco legal democrático vigente del Estado".
Los 'indepes', a autonómicas
Precisamente, al preguntarle si los partidos independentistas se podrán presentar, ha señalado que "hasta el día de hoy nadie ha dicho el contrario", y ha argumentado que la defensa de la aspiración legítima de la independencia es puede producir "democráticamente", pero "una cosa es defenderla y otra es imponerla".
También ha aprovechado para advertirle que "la posibilidad de que haya un boicot sería un comportamiento muy grave" y ha dicho que quiere pensar que eso no pasará. "Me cuesta mucho imaginar que demócratas quieran boicotear unas elecciones autonómicas, donde las urnas estarán puestas para que todos los catalanes de manera legal puedan expresar su opinión," ha argumentado.
Sobre la convocatoria de elecciones que el propio Puigdemont planteó el jueves pero que después acabó descartando, ha indicado que no se trataba de comicios a cambio de retirar el 155, porque unas elecciones "no tenían que estar condicionadas a ninguna otra cosa".
Millo ha opinado que sí que es cierto que si realmente el presidente hubiera optado por convocar comicios eso "hubiera cambiar el escenario y los hubiera obligado todos a replantear la situación". Ahora bien, ha negado "ningún acuerdo, conversación o formalismo" que indicara un pacto de una cosa por la otra.