El delegado del Gobierno durante el 1-O, Josep Enric Millo (PP), ya no disimula a la hora de pedir que se incremente la violencia policial en las manifestaciones, ahora aprovechando los disturbios vividos en las protestas por el encarcelamiento de Pablo Hasél.
En un tuit ha pedido a la policía que intervenga con la tanqueta del cañón de agua para neutralizar a los manifestantes. "¡Una buena ducha siempre va bien!", ha exclamado irónicamente a la hora que ha adjuntado una imagen de este vehículo de la policía española. Precisamente, ayer los Mossos tenían preparado este tipo de vehículo por si hacía falta, aunque finalmente no lo utilizaron.
Millo, que actualmente es secretario general de Acción Exterior de la Junta de Andalucía, fue incapaz de pedir perdón o hacer autocrítica por la represión policial que asedió a los millones de catalanes que votaron el 1-O. El único 'gesto' que tuvo fue decir que las imágenes "le hicieron mucho daño".
El frívolo tuit ha recibido ya la respuesta crítica del profesor de Derecho Constitucional Joaquín Urias. Algunos altos cargos del PP se creen que los disturbios en la calle son como un partido de fútbol... o de boxeo. Animan a los antidisturbios a pegar hostias como quien anima a su caballo en las apuestas. No buscan el imperio de la ley sino destrozar a quién no piensa como ellos", ha escrito.
Cinco días de protestas
El encarcelamiento del rapero Pablo Hasél ha provocado ya cinco días consecutivos de protestas que han acabado en disturbios, saqueos y enfrentamientos con la policía por todo Catalunya y también en varias ciudades del Estado. La de ayer fue la manifestación con más participantes, 6.000 según la Guardia Urbana, la cual fue de carácter pacífico hasta la llegada a la Via Laietana.
Una vez allí, los Mossos quisieron dispersar a los manifestantes, provocando una estampida que acabó con decenas de saqueos en el paseo de Gràcia y también a Gran de Gràcia. De hecho, el mismo conseller de Interior, Miquel Sàmper, denunció que lo que empezaron siendo "manifestaciones de canto ideológico se han convertido en actos de puro vandalismo". Esta misma mañana, el mismo Sàmper ha cerrado filas con el cuerpo y ha pedido que se lo aparte del debate político después de reunirse con los sindicatos y la cúpula de la policía catalana.