El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha contactado esta mañana con la conselleria de Interior, que encabeza Jordi Jané, después de semanas de silencio. El conseller denunció el jueves pasado en el Parlament que desde el 7 de febrero no conseguía hablar con el ministro, con quién quería compartir "información sensible" sobre las últimas detenciones en Badalona vinculadas a yihadismo. Aquel mismo jueves el secretario de Estado de Interior se puso en contacto con Jané para hacerse eco de su protesta y le anunció una llamada del ministro, que no ha llegado hasta hoy.
Zoido ha pedido esta mañana una reunión con el conseller lo más pronto posible y esta ha quedado fijada para mañana mismo en el ministerio. Casualmente el ministro ha llamado antes de comparecer en el Senado donde tenía que responder a una pregunta del PDeCAT y donde ha aprovechado para anunciar que ya estaba agendado el encuentro.
En la comparecencia del jueves, Jané se quejó de que Zoido no había respondido a sus llamadas ni a las de su gabinete después de las detenciones de Badalona. El conseller incluso expresó su protesta al delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, y este le aseguró que quedaría solventado en 24 horas. Pero no.
Con la llamada de hoy, desde la conselleria se considera que han quedado restablecidas las relaciones y se ha normalizado el contacto con el ministerio, por lo cual confían en que la reunión de mañana aporte resultados.
Jané se presentará en Madrid, de nuevo, con la reclamación de convocar la Junta de Seguridad, que hace siete años que no se reúne y que tiene pendiente solucionar una deuda pendiente con la Generalitat de casi 500 millones. Asimismo, volverá a poner encima de la mesa la reivindicación de integrar a los Mossos en la mesa de evaluación de la amenaza terrorista y al Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) en un momento en que la amenaza terrorista está a nivel 4 sobre 5.
Zoido y Jané se reunieron el pasado 16 de noviembre. De hecho, el ministro recordaba hoy que fue el primer conseller con quien se citó después de tomar posesión.