"El presidente Carles Puigdemont tenía y tiene derecho a las prerrogativas que marca la ley de expresidentes de la Generalitat, como es la protección." Es una de las afirmaciones que ha hecho el exconseller de Interior Miquel Buch este jueves ante el tribunal de la Audiencia de Barcelona, que lo juzga por supuestamente haber dado protección a Puigdemont en el exilio con el contrato del exescolta de los Mossos d'Esquadra Lluís Escolà como asesor de Buch. El exconseller, a preguntas del teniente fiscal Pedro Ariche, ha negado que realizara esta irregularidad, después de que el Gobierno denegara a la Generalitat que Puigdemont que tuviera protección en el extranjero el verano del 2018.
Por su parte, Lluís Escolà, que solo ha respondido a las preguntas de su abogada Isabel Elbal, ha negado que hiciera de escolta al presidente Puigdemont, cuando lo acompañó al exilio en octubre de 2017 y en las visitas los dos años siguientes, porque "no tenía herramientas, ni las condiciones físicas."
Petición de penas, firme
Finalmente, el teniente fiscal Pedro Ariche ha elevado a definitivas sus peticiones, y solo ha expresado que, según el cambio del Código Penal, los acusa del delito de malversación de fondos agravado. Así solicita para Miquel Buch 6 años de prisión y 27 de inhabilitación a cargo público por los delitos de malversación de fondos por los 53.000 euros que cobró Lluís Escolà como asesor, y del delito prevaricación, y para Escolà, 4 años y medio de prisión como cooperador de los dos delitos.
"Ciudadanos siempre cuestionaba a los Mossos"
En el interrogatorio, el fiscal Ariche ha insistido a preguntar de diferentes formas al exconseller, si tenía conocimiento de los viajes de Escolà a Bélgica, y de los cuales publicitaba en Twitter imágenes junto a Puigdemont, y Buch ha respondido que era a título personal, “por su amistad”, y que el asesoramiento que le reclamaba fue correcto.
Buch solo ha matizado que “no le gusta leer” y lo que le hacía Escolà eran “notas, no informes”. Interrogado sobre las preguntas de diputados, Buch ha respondido: “Esto era Ciudadanos, que hacía multipreguntas y siempre cuestionaba a los Mossos.”
Cesado por el presidente Torra
En el interrogatorio, Buch ha explicado que no conocía a Escolà, y que antes de contratarlo como asesor, interrogó cuatro mossos porque quería a una persona conocedora del cuerpo de la policía catalana, ya que estaba "muy tensionado para el 1-O y el 155, y con agentes investigados". Y de los viajes de Escolà a Waterloo ha asegurado que eran por "una relación de amistad" con el president Puigdemont.
A preguntas de su abogada, Judit Gené, Buch ha declarado que el trabajo de Escolà, contratado de junio de 2018 a marzo de 2019, fue del "todo correcto". Escolà pidió su cese y Buch ha admitido que lo aceptó. También ha asegurado que el contrato de Escolà estuvo se produjo antes de que el Gobierno denegara la protección a Puigdemont. "El servicio de escoltas de los expresidentes va de 5 a 8 mossos", ha declarado Buch También ha confirmado que al presidente Quim Torra lo cesó para no poner protección al president Puigdemont, el octubre de 2019.