La Audiencia de Barcelona ha condenado a cuatro años y medio de prisión al exconseller d'Interior Miquel Buch por un delito de malversación por nombrar como asesor a un mosso de escuadra, Lluís Escolà, que hacía de escolta del president en el exilio Carles Puigdemont cuando se marchó de Catalunya en 2017. También lo ha condenado a 20 años de inhabilitación por malversación y prevaricación. La reacción del conseller no ha tardado en llegar y se ha mostrado sorprendido de la rapidez de la sentencia, y la ha considerado "desorbitada, injusta y muy bestia".
���� Conseller @MiquelBuch: "En tan solo un mas ya hay escrita una sentencia de más de 80 páginas. Sorprende esta rapidez. Y viendo el resultado de la sentencia, que es condenatoria de una manera injusta y muy bestia, da la sensación que había mucha prisa a condenarme." pic.twitter.com/dZVH77v0Lw
— Junts per Catalunya���� (@JuntsXCat) September 14, 2023
El escrito de la fiscalía apuntaba que Escolà y dos agentes más escoltaron a Puigdemont hasta Bruselas el 29 de octubre del 2017. La División de Asuntos Internos (DAI) de los Mossos le abrió un expediente interno. A partir de entonces, encadenó fiestas y bajas médicas entre el 30 de octubre del 2017 y el 20 de julio del 2018. En este tiempo se han acreditado, dice el ministerio fiscal, varios servicios internacionales al president en el exilio. El 19 de julio, el entonces director de la Policía, Andreu Joan Martínez, cerró el expediente de Escolà y lo trasladó a otro puesto de trabajo, apartándolo definitivamente del área de escoltas. Al día siguiente se activó una plaza de asesor, que la fiscalía cree que fue creada específicamente para que fuera ocupada por Escolà. El 27 de julio se publicó el nombramiento y Escolà cogió el alta médica. El 30 de julio tomó posesión del cargo.
Buch presentará recurso
El extitular de Interior ha explicado, en declaraciones en Catalunya Ràdio y RAC1, que una vez haya leído la sentencia con tranquilidad presentará recurso. Buch, que cuando ha hecho las declaraciones todavía no había leído la sentencia, ha explicado que tiene ganas de saber "cuáles son los argumentos" de los jueces para condenarlo, porque asegura no entender cómo pueden haber llegado a esta conclusión "viendo lo que pasó y cómo fueron todas las sesiones del juicio". Además, mantiene que, como siempre dijo, "no había causa" para celebrar ni el juicio, pero asegura que ve claro que "alguien buscaba algo más" con este caso.
Por último, ha querido desvincular la sentencia y el recurso que presentará de las negociaciones para una posible ley de amnistía. "Es un elemento externo en todo lo que estamos hablando. Haya o no ley de amnistía, estamos seguros de que no cometimos ninguna ilegalidad e iremos a defenderlo en todos los estamentos judiciales que haga falta", ha concluido.