Mireia Ingla, exalcaldesa de Sant Cugat, será la nueva responsable de cumplimiento de Esquerra Republicana, y por lo tanto, la encargada de cerrar el asunto de los carteles contra los hermanos Maragall y también la estructura B del partido, según ha avanzado el Ara y ha confirmado ElNacional.cat. Ingla es la tercera persona que ocupará este cargo desde diciembre del año pasado, ya que una de las primeras decisiones que tomó Oriol Junqueras al volver a la presidencia fue despedir a Xavier Mombiela. Lo hizo al considerar que no había hecho bien su trabajo en la investigación sobre el asunto en la investigación de julio con un informe (descartado posteriormente) donde se aseguraba de que Junqueras sabía antes de que lo publicara la prensa que los carteles habían salido de dentro del partido, cosa que él siempre ha negado. Su sucesor en el cargo fue al mismo tiempo a su predecesor, Lluís Mombiela, con quien no guarda ninguna relación familiar a pesar de la coincidencia en un apellido poco común. Lluís Mombiela ocupó el cargo en diciembre a pesar de que de forma temporal, ya que su intención era irse tras el congreso en Martorell.
Parte de la comisión de la verdad
Una de las promesas electorales en la campaña interna que hizo Oriol Junqueras fue la de cerrar de una vez por todas este asunto y también "limpiar" el partido, señalando a los culpables. Para conseguirlo, propuso una comisión, la de la verdad, independiente de la dirección y que tenía que investigar los hechos para presentar unas conclusiones ante la militancia en el plenario del congreso. La comisión estaba encabezada por Joan Tardà, el conseller nacional más votado, y Mireia Ingla, la nueva responsable de cumplimiento, también formaba parte de su equipo. Durante el congreso, subió al escenario con el resto de miembros de la comisión de la verdad mientras Tardà leía sus conclusiones, en las que quedaban señalados los responsables de comunicación y estrategia del partido, sin decir nombres, ya que no podían pero sí cargos, es decir, Sergi Sabrià y Marc Colomer.
La lectura de estas conclusiones hicieron reavivar la tensión interna dentro del partido, ya que, hubo militantes (críticos con Junqueras) que no estuvieron satisfechos con cómo se desarrollaron los hechos. Entre ellos el expresident de la Generalitat, Pere Aragonès, porque Tardà comunicó explícitamente que no había ido a declarar a la comisión, que era de carácter voluntario. Por eso, no asistió a la segunda jornada del congreso. También se acusó a la portavoz Raquel Sans de mentir en rueda de prensa cuando tuvo que salir a explicar el asunto. Esta comisión era política y no tenía capacidad de sancionar a nadie. Ahora, Ingla, tendrá que acabar la investigación y después trasladar sus conclusiones a la comisión de garantías, que es quien tendrá que establecer las sanciones.